Josep M. Be¨¤ escribe su visi¨®n de la historia del c¨®mic espa?ol
Gl¨¦nat reedita su obra emblem¨¢tica 'Historias de Taberna Gal¨¢ctica'
Durante los a?os sesenta, una considerable parte de los dibujantes de c¨®mics espa?oles se dedicaban a dibujar historietas de encargo para el mercado de Gran Breta?a y los pa¨ªses escandinavos. Sin pretensiones creativas, pero con una retribuci¨®n originalmente en divisas, dibujaron miles de p¨¢ginas de historias de guerra, del Oeste o rom¨¢nticas, en lo que fue una gran escuela para dibujantes que m¨¢s tarde desarrollar¨ªan una carrera de autor. 'Cualquier chaval con un poco de mano se convert¨ªa en tres meses en un profesional', explica el dibujante Josep Maria Be¨¤, que fue uno de estos j¨®venes que acud¨ªan al estudio de Selecciones Ilustradas, la agencia creada por el editor Josep Toutain. En un mismo espacio pod¨ªan reunirse varias decenas de dibujantes que trabajaban a destajo. La mezcla de juventud con veteran¨ªa, los estimulantes para trabajar con celeridad y la vocaci¨®n esperp¨¦ntica del dibujante del c¨®mic dio pie a muchos episodios de corte surreal e hilarante. Josep Maria Be¨¤, a propuesta de su editor, decidi¨® darle forma literaria a estos recuerdos. En estos momentos se encuentra redactando la ¨²ltima parte del libro Memorias de un dibujante, que debido a la temprana incorporaci¨®n de Be¨¤ al mundo profesional promete ser la historia humana del c¨®mic espa?ol de los ¨²ltimos 40 a?os.
'En aquella ¨¦poca el dibujante de c¨®mics sol¨ªa ser bastante ignorante, lo que provocaba situaciones grotescas', explica. Una de ellas, que ya se ha convertido en pieza fija del repertorio de Be¨¤, fue la del tel¨¦grafo. En cierta ocasi¨®n, un compa?ero le pregunt¨® c¨®mo era un tel¨¦grafo para dibujarlo en una historieta del oeste en la que los indios asaltaban un tren. 'Yo se lo dibuj¨¦ tal como lo recordaba de los libros de bachillerato. Se qued¨® el dibujo, pero no interpret¨® la escala. En su historieta, el tel¨¦grafo ocupaba todo un vag¨®n de tren y para accionarlo el telegrafista ten¨ªa que utilizar las palmas de ambas manos. L¨®gicamente tuvo que repetir el c¨®mic. Y era un gui¨®n de 60 p¨¢ginas'.
El repaso de la trayectoria de Be¨¤, que en estos momentos se dedica a la ilustraci¨®n para empresas multimedia, tiene actualmente otro punto de actualidad. Hace pocos d¨ªas se present¨® en la Fnac de Barcelona la reedici¨®n del c¨®mic Historias de Taberna Gal¨¢ctica (Gl¨¦nat), publicado hace 20 a?os en la revista 1984. 'Se suele hablar de obra de ciencia-ficci¨®n, pero para m¨ª, s¨®lo tiene de ella la parafernalia. Las historias que se relatan ser¨ªan factibles en otro contexto'. Esta obra ha estado durante a?os en el punto de mira de los productores televisivos, pero finalmente nunca se ha llevado a la pantalla. 'Cuando todo parec¨ªa estar a punto para empezar la producci¨®n, las televisiones espa?olas daban marcha atr¨¢s. Se asustaban de la ciencia-ficci¨®n. Quiz¨¢s ahora con el adelanto de las t¨¦cnicas digitales ser¨ªa m¨¢s factible y sencillo poderlo hacer'. La acci¨®n de la obra sucede en un asteroide donde se dan cita la escoria m¨¢s selecta de la delincuencia gal¨¢ctica. Cada relato es una de las narraciones con las que el barman entretiene a su clientela.
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