La pasi¨®n por Mar¨ªa Callas se mantiene al cumplirse 25 a?os de su muerte
Reediciones de su obra discogr¨¢fica, galas y exposiciones recuerdan a la m¨ªtica cantante
Mar¨ªa Callas falleci¨® en Par¨ªs el 16 de septiembre de 1977, quedando sus restos esparcidos por el mar. Los a?os de ausencia no han mitigado la admiraci¨®n que despierta. Da lo mismo que hayan existido voces mejores desde el punto de vista musical puro. Nadie ha transmitido como ella los estados emocionales, temblores y estremecimientos de la ¨®pera. Callas ha sido la cantante m¨¢s emblem¨¢tica del siglo XX en el universo l¨ªrico. Su revoluci¨®n consisti¨® en fundirse hasta el l¨ªmite con los personajes que interpretaba, sacando de ellos desde el canto una arrolladora dimensi¨®n teatral y expresiva. Despu¨¦s de Callas, nada volvi¨® a ser igual.
El mundo la recuerda de una forma especial durante estos d¨ªas. En Grecia se celebrar¨¢n hoy dos galas de homenaje, en el Athenaeum de Atenas -centro que en 2000 adquiri¨® los efectos ¨ªntimos de la artista con el objeto de destruirlos para preservar su vida privada- y en el Palacio de la M¨²sica de Sal¨®nica, en donde se inaugurar¨¢ tambi¨¦n una gran exposici¨®n de fotograf¨ªas de la artista. Pero de las exhibiciones dedicadas a mantener su memoria quiz¨¢ sea la del Centro Karajan de Viena, con el t¨ªtulo de Callas per sempre, la que ha tenido m¨¢s relevancia hasta el momento. A las fotograf¨ªas y v¨ªdeos se ha sumado la edici¨®n de un disco compacto producido por Emi (Exhibition), que muestra algunos momentos musicales que compartieron Callas y Karajan entre 1954 y 1960: Madama Butterfly; Leonora de Il trovatore; Luc¨ªa de Lamermoor, en la visita del teatro de La Scala de Mil¨¢n a la ?pera de Berl¨ªn en 1955. Las compa?¨ªas discogr¨¢ficas remueven, asimismo, sus fondos aprovechando el magnetismo de La Divina, de la primadonna assoluta. Se han manifestado, en cualquier caso, con prudencia, pues no est¨¢n los hornos para muchos bollos en el sector de las reproducciones grabadas. Las televisiones han realizado reportajes especiales para glosar su figura, aunque lo que se conserva en formato visual no es muy abundante que se diga. Esta misma noche del aniversario, Canal + Azul, por ejemplo, emite a medianoche un documental sobre su trayectoria y un concierto ideal de una hora con fragmentos elegidos de sus actuaciones, desde el ¨²ltimo acto de La traviata en Lisboa en 1958, con un jovenc¨ªsimo Alfredo Kraus, hasta la c¨¦lebre Tosca del Covent Garden de 1962-1964.
Callas elev¨® hasta l¨ªmites hasta entonces desconocidos el prestigio social del int¨¦rprete, muy favorecido si se compara con el del compositor en el siglo XX. Devolvi¨® a la ¨®pera un sentido teatral desde la voz. En sus actuaciones se manifestaba una misteriosa energ¨ªa que contagiaba. Su sombra ha llegado hasta las nuevas generaciones, pero nadie ha sabido a¨²n continuar su leyenda. En cuanto a lo que desprend¨ªa en su trabajo, Visconti lo vio con claridad cuando afirm¨®: '?Qu¨¦ es lo que m¨¢s recuerdo de sus ensayos? Belleza. Algo muy hermoso. Intensidad, expresi¨®n, todo. Era un monstruo sagrado, una clase de artista que ya no existe'.
Mar¨ªa Callas naci¨® en Nueva York, de padres griegos emigrados, el 3 de diciembre de 1923. A los 13 a?os se desplaz¨® a Atenas con su madre, a los 15 hac¨ªa su debut en la ¨®pera, en el papel de Santuzza, de Cavaller¨ªa rusticana, en una representaci¨®n estudiantil. Con el canto superaba sus complejos. La que fue despu¨¦s su profesora de canto, Elvira de Hidalgo, exclam¨® la primera vez que la vio: 'Resultaba jocoso que aquella chica quisiera ser cantante. Era alta, muy gorda y llevaba unas gruesas gafas. Todos sus movimientos eran torpes. Llevaba un vestido demasiado holgado, no sab¨ªa qu¨¦ hacer con las manos y se mord¨ªa las u?as mientras esperaba su turno para cantar'. El primero de sus papeles importantes fue el de Tosca en Atenas en 1942. Despu¨¦s vendr¨ªa la catarata de ¨¦xitos por todos conocidos, sus amores, su genio, su infinita capacidad de trabajo para superar todos los obst¨¢culos que se cruzaron en su camino.
?Qu¨¦ queda hoy de Mar¨ªa Callas? Por encima de todo la pasi¨®n con que se introduc¨ªa en los personajes, el milagro de una comunicaci¨®n que pod¨ªa llevar al enloquecimiento colectivo. Fue una artista de una profesionalidad admirable. Su profundidad, su magia, no eran s¨®lo el fruto de la intuici¨®n del genio, sino el resultado de su constancia en el trabajo. Su divismo se instala en una sensaci¨®n de proximidad, de cercan¨ªa. Ello la hace a¨²n m¨¢s grande. Y con el paso del tiempo se intensifica el fondo humanista del mito.
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