Volar bajo

Adscrita a un fil¨®n gen¨¦rico de las aventuras militares, los filmes sobre academias de formaci¨®n, con amplio cultivo en todas las cinematograf¨ªas desarrolladas, y segunda pel¨ªcula de un veterano, y competente, ayudante de direcci¨®n, Carlos Gil, Alas rotas es un pl¨²mbeo, m¨¢s bien penoso, decididamente olvidable dram¨®n seudopsicol¨®gico que pretende conmover, pero que logra exactamente lo contrario: la carcajada involuntaria.

Varios son los factores que ayudan a ello: uno, el protagonista menos probable para un filme as¨ª (el italiano Fabio Fulco: es un enigma el porqu¨¦ de su selecci¨®n); dos, el pat¨¦tico quiero y no puedo que significa el rodaje de las secuencias a¨¦reas, hechas en v¨ªdeo, reiterativas e infumables, que deja literalmente en cueros el intento de dignificar un subg¨¦nero sin apenas tradici¨®n hispana; tres, y por si lo anterior fuera poco, un gui¨®n sencillamente disparatado, cuyo nudo gordiano, la pasi¨®n enfermiza de un enfermo (Fabio Fulco, claro) por volar resulta punto menos que incre¨ªble.

Bajo presupuesto

Si se a?ade a todo esto un presupuesto ¨ªnfimo, una galer¨ªa de actores secundarios que se asemeja a una colecci¨®n de lugares comunes y un dise?o de producci¨®n m¨ªnimo, se entender¨¢ muy bien que, como dice el director, esta pel¨ªcula no tenga nada que ver con Top Gun..., por supuesto.