Mejorar lo inmejorable
La Apocalypse Now que recorri¨® el mundo en los primeros a?os ochenta, una de las obras mayores del arte de las postrimer¨ªas del siglo XX, es cine empujado por una ilimitada audacia, arriesgado hasta los bordes de la temeridad, un tumultuoso viaje lleno de recodos a los confines del territorio de la sinraz¨®n, all¨ª donde la locura se apodera de la vida y de la historia.
El transcurso de este viaje es complej¨ªsimo pero exacto, rebosa energ¨ªa y misterio po¨¦tico. Con parad¨®jica luminosidad, Francis Ford Coppola nos hace entrar a su manera -que no es la de Joseph Conrad- en El coraz¨®n de las tinieblas, y el itinerario que sigue la averiguaci¨®n dentro de este misterio es una riada incontenible de im¨¢genes llenas de inteligencia. El acabamiento formal de la pel¨ªcula es deslumbrador, una insolente manera de decirnos que 'mejor, imposible'. Pero, sin embargo, el Apocalypse Now que ahora nos ponen al alcance de los ojos rompe esa frase hecha y la vuelve del rev¨¦s, con un inimaginable 'mejor, posible'. La versi¨®n ¨ªntegra de esta cumbre del cine moderno -que fue estrenada en el Festival de Cannes hace un a?o con el t¨ªtulo de Apocalypse Now Redux- ha sido rotunda: mejora a aquella obra que nos lleg¨® hace 23 a?os y que parec¨ªa inmejorable.
APOCALYPSE NOW REDUX
Director: Francis Ford Coppola. Int¨¦rpretes: Marlon Brando, Robert Duvall, Martin Sheen, Sam Bottoms, Dennis Hopper, Harrison Ford. G¨¦nero: drama, EE UU, 2002. Duraci¨®n: 153 minutos.
Coppola, ayudado por su fot¨®grafo Vittorio Storaro y por su montador Walter Murch, a?ade en esta versi¨®n definitiva de Apocalypse Now los 53 minutos que cort¨® para ajustar el metraje al compromiso de comercializaci¨®n del filme, compromiso al que fue forzado por el desastre que sigui¨® a su inacabable y accidentado rodaje en Filipinas entre el 1 de marzo de 1976 y el 21 de mayo de 1977. Y su creador redondea as¨ª a esta leyenda del cine, pule sus imprecisiones, ata sus hilos sueltos, llena sus saltos secuenciales y cierra las grietas abiertas en la batalla de esta genial y desmesurada pel¨ªcula por alcanzar las pantallas del mundo, que se le estaban cerrando.
Lo a?adido por Coppola abarca dos escenas completas, una de ellas de 25 minutos, y alrededor de una decena de important¨ªsimos pasajes peinados en la versi¨®n estrenada en 1979. El rescate de estos 53 minutos no perturba al Apocalypse Now universalmente conocido, sino que lo hace m¨¢s n¨ªtido. Sigo el hilo de mi primera visi¨®n, la m¨¢s espont¨¢nea, de este filme, que nos dice que hemos visto la primera versi¨®n como si cerr¨¢ramos los ojos en algunas escenas vitales y ahora los abri¨¦ramos en esas escenas donde los cerr¨¢bamos.
No hay transformaci¨®n de la secuencia, sino acabamiento de ¨¦sta. La incursi¨®n de Coppola -tirando del hilo de El coraz¨®n de las tinieblas- dentro del infierno de Vietnam, convertido en met¨¢fora del horror de la guerra y de la intromisi¨®n de la locura en la historia, sigue ah¨ª, intacta, en la misma pantalla. Nada ha cambiado, salvo el salto en busca de la perfecci¨®n, la mejora de lo inmejorable. Apocalypse Now Redux a?ade a su excepcionalidad como obra de arte la caricia del redondeo, ese pase de delicada lija que quita las peque?as arrugas de la piel de las grandes obras de la imaginaci¨®n.
Nace as¨ª intacto, no mutilado, un cap¨ªtulo esencial de la historia del cine. Coppola ha creado un pu?ado de obras capitales y ¨¦sta que ahora conocemos por fin en su integridad es una de ellas, probablemente la de mayor alcance. Las ra¨ªces de nuestro tiempo no se entender¨ªan del todo sin la luz que arroja sobre ellas este loco y hermoso viaje sin vuelta al fin del mundo. Dicen que este filme imprescindible se va a exhibir por poco tiempo en pantalla grande. Conviene no perderse su majestuosa secuencia en el ¨¢mbito para el que fue hecha.
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