Contra la estrategia del Holocausto
Los estadounidenses han o¨ªdo hablar m¨¢s del Holocausto que de Pearl Harbor o las bombas at¨®micas sobre Hiroshima y Nagasaki, afirma Norman G. Finkelstein en su libro La industria del Holocausto. A partir de la d¨¦cada de los sesenta, el t¨¦rmino que alude al pogromo jud¨ªo empieza a utilizarse profusamente en los medios de comunicaci¨®n estadounidenses: 'Cuando quiero sentirme mejor', reflexionaba Wiesel en 1973, 'leo las noticias sobre Israel en The New York Times', cita el autor. Finkelstein se empe?a en demostrar que surge entonces una industria explotada por las ¨¦lites jud¨ªas en Estados Unidos, que han formado una red de extorsi¨®n dedicada a sacar los m¨¢ximos beneficios, pol¨ªticos o monetarios, para unos pocos individuos. Profesor de la Universidad De Paul en Chicago, Finkelstein desmonta, apoyado en una extens¨ªsima bibliograf¨ªa, la falsedad en la que se sustentan las actuaciones en torno a las v¨ªctimas de la Shoah (El Holocausto) en este interesant¨ªsimo libro. No faltan los nombres de personas u organizaciones dedicadas a la instrumentalizaci¨®n del horror. Entre los ejemplos m¨¢s lacerantes est¨¢n los de la utilizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n en el asunto de las indemnizaciones de los bancos suizos a los sobrevivientes jud¨ªos, o la nefasta repartici¨®n de los fondos de indemnizaci¨®n para las v¨ªctimas.
LA INDUSTRIA DEL HOLOCAUSTO
Norman G. Finkelstein Traducci¨®n de Mar¨ªa Corneiro Siglo XXI. Madrid, 2002 201 p¨¢ginas. 13,50 euros
El concepto de 'alianza estrat¨¦gica' est¨¢ sonando en los ¨²ltimos estudios que se realizan en torno a las indemnizaciones de las v¨ªctimas jud¨ªas. Recientes esc¨¢ndalos, como los de IBM, recogidos en un libro titulado IBM y el Holocausto, de Edwin Black, se han encargado de devolver a la actualidad un t¨¦rmino que tambi¨¦n define la relaci¨®n entre Estados Unidos y las ¨¦lites jud¨ªas en ese pa¨ªs.
La pol¨¦mica acompa?a a este libro all¨ª donde se traduce debido a acusaciones como que los jud¨ªos americanos hac¨ªan la vista gorda cuando los veteranos de las SS entraban en Estados Unidos, o que delataban a compatriotas que criticaban la estrategia norteamericana de aliarse con los alemanes como m¨¦todo para luchar contra el comunismo ruso -porque no conven¨ªa pol¨ªticamente remover el tema del genocidio-. Finkelstein asegura, adem¨¢s, que muchos de los supuestos sobrevivientes de los campos de concentraci¨®n aportaron declaraciones falsas para beneficiarse de las indemnizaciones. Discutibles o no, las tesis de Finkelstein se basan en estudios concienzudos y reputados.
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