Un conflicto entre pescadores y vendedores paraliza la subasta de la lonja de Barcelona
La cofrad¨ªa y un grupo de minoristas se acusan m¨²tuamente de irregularidades en la venta
La lonja del pescado de Barcelona lleva casi tres semanas paralizada, en la subasta de la tarde, a causa de un conflicto que enfrenta a los pescadores con los vendedores minoristas. Los dos colectivos admiten que la pugna viene de lejos, aunque se agrav¨® cuando la cofrad¨ªa, propietaria y gestora de la lonja, expuls¨® a cuatro pescaderos acus¨¢ndoles de interferir en las subastas. Desde entonces, la lonja ha abierto cada tarde, pero no se han celebrado subastas, a excepci¨®n de una decena de cubetas, ayer. Los pescaderos acuden a la puja pero no compran: unos por solidaridad con los compa?eros expulsados y otros porque se sienten amenazados por ¨¦stos, que montan guardia a la salida del muelle. ?Y el pescado? Algunas barcas lo venden a minoristas sin pasar por la lonja y otras lo llevan a Mercabarna.
La relaci¨®n entre pescadores y pescaderos tiene tintes de culebr¨®n, con graves acusaciones y reproches por ambas partes que se remontan a?os atr¨¢s. Sin embargo, coinciden en una cuesti¨®n: absolutamente todos los consultados afirman que la compraventa de pescado en el muelle de Barcelona se ha caracterizado siempre por la poca seriedad y la falta de profesionalidad.
Seg¨²n explican, durante a?os, pr¨¢cticas como cargar pescado de las barcas en furgonetas sin pasar por la lonja o celebrar subastas en medio de irregularidades como modificar los precios inicialmente fijados por parte de unos y otros han sido habituales. Pero la picaresca acab¨® el a?o pasado con la informatizaci¨®n del sistema de subasta, que hasta entonces hab¨ªa sido oral. El nuevo sistema funciona con un panel en el que aparece el tipo de pescado de la cubeta que se subasta y su precio, que va bajando hasta que alg¨²n comprador pulsa un mando a distancia y la compra queda registrada seg¨²n las condiciones que fija el panel. Visto de lejos, parece un concurso de televisi¨®n. Pero nadie se r¨ªe ni aplaude. Todo lo contrario.
Los pescadores acusan a un peque?o grupo de pescaderos de boicotear sistem¨¢ticamente las subastas. 'Lo que no ocurre en ninguna lonja ocurre aqu¨ª', dice Jos¨¦ Antonio Caparr¨®s, vicepresidente de la Cofrad¨ªa de Pescadores. Caparr¨®s explica que 'hay cuatro compradores de toda la vida que hacen lo que quieren: gritan cuando no les gusta un precio, colapsan las l¨ªneas apretando el mando todos a la vez o presionan para fijar los precios o para que los restauradores no entren en la subasta'. Caparr¨®s admite, sin embargo, que la propia cofrad¨ªa ha consentido estas actitudes durante a?os. 'Hemos sido tan est¨²pidos de consentirlo y cuando hemos llamado al orden se ha liado la situaci¨®n'.
La versi¨®n del Gremio de Minoristas del Pescado es totalmente distinta. Su secretario, Josep Maria Morey, critica el funcionamiento de la lonja y asegura que 'se cuela pescado de mala calidad en el fondo de las cubetas, se venden especialidades fuera de las medidas est¨¢ndares y se vende mucho pescado directamente desde las barcas'. Morey tambi¨¦n considera irregular el cartel colocado por la cofrad¨ªa en la lonja, en el que se especifica que no se realizar¨¢n devoluciones de las compras realizadas a excepci¨®n del pescado en mal estado.
En este escenario, la gota que colm¨® el vaso de la tensi¨®n entre vendedores y compradores hace dos semanas fue la protesta de una pescadera. Una vez pulsado el mando, se quej¨® del mal estado de la mercanc¨ªa y reclam¨®. El responsable de la lonja se neg¨® a aceptar la reclamaci¨®n, pero la discusi¨®n subi¨® de tono y, tras la intervenci¨®n del gerente de la cofrad¨ªa, la admiti¨®.
Pero la cosa no acab¨® ah¨ª. Horas m¨¢s tarde, la citada pescadera, su hermana -que en plena discusi¨®n paraliz¨® la cinta de las cubetas- y otros dos minoristas recibieron una carta de la confrad¨ªa comunic¨¢ndoles su expulsi¨®n de la lonja. Desde entonces, ni las comunicaciones entre el Gremio de Pescaderos y la cofrad¨ªa ni una reuni¨®n de mediaci¨®n celebrada en la Direcci¨®n General de Pesca de la Generalitat han logrado poner paz.
Mientras, la lonja ha continuado abriendo de lunes a viernes. Y cada d¨ªa se ha producido la misma e inveros¨ªmil situaci¨®n, perjudicial para ambos colectivos: con los barcos llenos de pescado y los pescaderos en las gradas, no hay subasta, porque nadie compra. Algunos pescaderos se han solidarizado con sus compa?eros expulsados y afirman que no comprar¨¢n hasta que no sean readmitidos. Y el resto manifiesta su temor a posibles represalias del grupo m¨¢s radical. 'Nadie quiere ser el primero en comprar, ser¨ªamos tachados de esquiroles', afirman se?alando el exterior del muelle, donde aguardan los cuatro pescadores expulsados.
'Estamos aqu¨ª para demostrar que queremos entrar, pero nosotros no hemos coaccionado a nadie', aseguraban ¨¦stos ayer, mientras desde la lonja alguien les comunicaba por tel¨¦fono los nombres de los dos pescaderos que compraron la decena de cubetas que, nadie sabe por qu¨¦, se subastaron.
A r¨ªo revuelto, ganancia... ?de qui¨¦n?
'Mucha gente de Barcelona no sabe ni que existimos, se creen que s¨®lo hay pescadores de Arenys de Mar hacia el norte y de Vilanova hacia el sur'. Es el lamento de uno de los pescadores de Barcelona que ayer acudi¨®, sin ¨¦xito, a la lonja. Desconocida por un buen n¨²mero de barceloneses, la flota de pescadores de la ciudad suma un centenar de embarcaciones. En la subasta de la tarde se venden una media de cinco toneladas de pescado, adem¨¢s del que se distribuye sin pasar por la lonja. En total, unas 500 familias de la ciudad viven de la pesca. Sin embargo, la flota pesquera de Barcelona se ha reducido a m¨¢s de la mitad en la ¨²ltima d¨¦cada. Los patrones explican que pescar es cada vez m¨¢s duro, porque las reservas est¨¢n cada vez m¨¢s lejos y mantener las embarcaciones y pagar a las tripulaciones y el combustible se hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil. 'Si encima ahora entramos en conflicto con los compradores y tenemos que ir nosotros mismos hasta Mercabarna, apaga y v¨¢monos', afirmaba el patr¨®n de una peque?a embarcaci¨®n de arrastre. Todav¨ªa es pronto para cuantificar las p¨¦rdidas econ¨®micas que el actual conflicto est¨¢ ocasionando, tanto a pescadores como a pescaderos, pero, como dec¨ªa alguien ayer: 'A r¨ªo revuelto, todos salimos perdiendo'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.