Un parque para dos caras de la Diagonal
En el antiguo solar de la f¨¢brica Macosa se inaugura hoy uno de los mayores jardines de Barcelona
Del ruido y la intensa humareda del proceso de fundici¨®n de la metal¨²rgica Macosa -de cuyas factor¨ªas salieron cientos de vagones de tren y metro- a un parque de 14 hect¨¢reas. Es el espectacular cambio de la inmensa superficie de m¨¢s de 300.000 metros cuadrados que ahora conforma el complejo de parque, viviendas y oficinas de Diagonal Mar. Un parque con el sello del arquitecto desaparecido Enric Miralles, que pens¨® en un gran ¨¢rbol par dar forma a ese espacio situado al pie de la Diagonal y que se asoma al mar. Se trata de una de las piezas principales de la transformaci¨®n del Levante de la ciudad junto con los proyectos urban¨ªsticos del F¨°rum.
Uno de los mejores miradores del nuevo parque son las viviendas de la cooperativa Sagrado Coraz¨®n, un conjunto de bloques levantado hace algo m¨¢s de 30 a?os por trabajadores. Fue un barrio formado por la emigraci¨®n de los a?os sesenta: andaluces, gallegos y extreme?os que hicieron un notable esfuerzo para aportar las 300.000 o 400.000 pesetas que requer¨ªa poder acceder a un piso. Ahora, muy cerca de ellos, los nuevos emigrantes -subsaharianos, marroqu¨ªes, latinoamericanos- constituyen las nuevas hornadas de trabajadores que levantan el F¨°rum.
Los veteranos de la Diagonal est¨¢n en el lado monta?a. Enfrente, los nuevos del lado mar. 'La Diagonal de los pobres y la de los ricos', seg¨²n Rosario, una vecina. Lo que separa las dos caras de la Diagonal es mucho m¨¢s que el cemento: es el abismo que va de las peque?as tiendas que levantaron los cooperativistas al todopoderoso centro comercial Diagonal Mar.
Rosario tiene 55 a?os, es barcelonesa y fue a vivir a Diagonal Mar hace 32 a?os, cuando se cas¨®. Cuenta que cuando llegaron s¨®lo exist¨ªa Macosa 'y tomates en los solares donde se levantaron los pisos'. Desde el suyo, un 12? situado justo frente a los talleres de la fundaci¨®n, el paisaje que se ve¨ªa eran las naves y las chimeneas de Macosa. Era entonces un territorio de ruidos y humos. Muchos ruidos y m¨¢s humos. Y las sirenas de los turnos de trabajo. Rosario se acuerda de que, de madrugada, 'algo sonaba muy fuerte, como una ca¨ªda de vigas o de hierros muy grandes. Y todo se tornaba ocre'.
Pere, que vivi¨® en Diagonal Mar en la d¨¦cada de los setenta, tiene grabada otra imagen. 'Casi siempre a la misma hora, a la vuelta del colegio, se ve¨ªa una inmensa humareda de color marr¨®n. Creo que le llamaban el lavado del hierro. No se qu¨¦ ser¨ªa, pero te?¨ªa totalmente el barrio', recuerda. De aquella ¨¦poca perviven algunas chimeneas y viviendas de los trabajadores en la calle de Llull que desaparecer¨¢n en breve, tan pronto como se realoje a los afectados.
Cuando se levantaron las viviendas de la cooperativa s¨®lo exist¨ªa ese pedazo de Diagonal, junto a la Rambla de Prim. Lo dem¨¢s, desde Gl¨°ries, era un magma de campos y naves industriales.
Problemas de seguridad
Tal vez por ese pasado tan impregnado de humos y ruido, para la mayor¨ªa de los residentes el parque es, sin duda, algo positivo para el barrio. Lo que ya no inspira tanta confianza es el futuro de la zona verde: 'Hay muchos problemas de seguridad. Aqu¨ª al lado hay lo que hay. Ya veremos c¨®mo controlan la seguridad y evitan que se carguen el parque en dos d¨ªas'.
Esa opini¨®n est¨¢ extendida entre los veteranos de Diagonal Mar: 'En el centro comercial hay ya ahora muchos robos', explica Rosario, que no duda en calificar el parque de 'precioso'. El futuro de ese barrio tambi¨¦n es una inc¨®gnita: 'La Diagonal se quedar¨¢ partida en dos. A un lado, los nuevos, que tienen dinero. Y al otro, nosotros, gente m¨¢s bien humilde que, adem¨¢s, se est¨¢ haciendo mayor'. Y, como no todo lo que reluce es oro, los veteranos de Diagonal Mar exigen al Ayuntamiento que, adem¨¢s de construir viviendas de lujo, se dote la zona de aparcamientos y equipamientos.
14 hect¨¢reas de verde y agua
Los Juegos Ol¨ªmpicos marcaron el inicio de la transformaci¨®n del frente litoral. Y 10 a?os despu¨¦s, parte de aquel inmenso solar se ha convertido en uno de los mayores parques de la ciudad: casi 14 hect¨¢reas. El espacio tiene dos partes diferenciadas: el paseo, que se inspira en La Rambla, y un jard¨ªn denominado La vida del hombre, en referencia a las etapas de la vida. Para la ni?ez, la zona de juegos infantiles. Para la adolescencia, un sistema de rampas y toboganes bautizado como la Monta?a M¨¢gica. Y un ¨¢rea para la edad adulta realizada tras una consulta popular. Es un parque con un gran lago -de 12.000 metros cuadrados-, fuentes escult¨®ricas y uno de los signos de identidad de la arquitectura de Miralles: las p¨¦rgolas. Todo en el parque quiere evocar el mar: los bancos tienen forma de ola. El c¨¦sped ocupar¨¢ 32.000 metros cuadrados. Se han plantado 1.100 ¨¢rboles y palmeras de 51 especies, el 63% de variedades adaptadas y el 37% pertenecientes a la flora aut¨®ctona. Pretende ser un parque sostenible y por eso utiliza agua de la capa fre¨¢tica y tiene un mecanismo para captar el agua de lluvia. El riego est¨¢ programado y se podr¨¢ ajustar a las necesidades. Ser¨¢ un parque p¨²blico, pero tambi¨¦n de uso privado porque parte de las viviendas de Diagonal Mar est¨¢n o estar¨¢n dentro de su per¨ªmetro.
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