El hasta luego de Lucas P¨¦rez: ¡°Vine para ayudar, ahora es el momento de irme por el bien del club¡±

Firm¨® en dos a?os 29 goles y 31 asistencias, marc¨® el gol del ascenso que devolvi¨® al Deportivo al f¨²tbol profesional tras cuatro a?os de infamia, lider¨® al equipo, cataliz¨® el sentimiento de una ciudad y empast¨® la unidad de un club que durante a?os estuvo hecho a?icos. Lucas P¨¦rez hab¨ªa impactado al mundo cuando decidi¨® jug¨¢rsela a esa carta que ahora, que con el tiempo parece tan ganadora. Se fue del C¨¢diz, renunci¨® a un contrato en Primera Divisi¨®n para acudir al rescate del club de su coraz¨®n, que estaba dos categor¨ªas por debajo. ¡°La gente pensaba que estaba loco. No saben lo que es el Deportivo¡±, deslizaba cuando le preguntaban. Ahora se va. ¡°Es un c¨²mulo de cosas¡±, dice. Por un lado, est¨¢ la faceta personal, la del padre que, como describi¨® en su despedida, tiene a su hijo de dos a?os en Madrid y quiere estar cerca de ¨¦l; por otra, la decepci¨®n, por lo que apunta como ¡°un deterioro¡± en la relaci¨®n con algunas personas que gestionan el d¨ªa a d¨ªa del club. ¡°Vine para ayudar, ahora es el momento de irme por el bien del club¡±. No tiene destino, pero est¨¢ en el escaparate del Rayo Vallecano, donde ya jug¨®, o del Getafe.

Lucas llora en su despedida. Lo hace tambi¨¦n el deportivismo, que cada vez se ve m¨¢s despojado de referentes. ¡°La temporada pasada ya no me sent¨ª ni c¨®modo ni apoyado¡±, explica el jugador. En efecto, el a?o pasado a estas alturas ya hubo un amago de despedida. Luego, el f¨²tbol y los goles demoraron decisiones que ya estaban tomadas. Hay personas en el Deportivo con las que Lucas, que tuvo palabras de cari?o en su adi¨®s hacia el propietario y presidente Juan Carlos Escotet y la vicepresidenta Michelle Clemente Escotet, no sintoniza. ¡°El capit¨¢n tiene que sentirse en la mejor situaci¨®n posible. Y si no es as¨ª, lo mejor es dar un paso al lado¡±, expone.

Es el tercer adi¨®s de Lucas del Deportivo, quien sabe si un hasta luego. Uno siempre vuelve a su casa. Aunque ahora subyace el amargor: ¡°No tuve el cari?o que necesitaba¡±. Y ah¨ª brota la pregunta. ¡°?Por parte de qui¨¦n?¡±, le inquirieron aludiendo a ¡°su valent¨ªa habitual¡± en la rueda de prensa en la que desgran¨® sus sentimientos. Lucas, obviamente, replic¨® con una pregunta. ¡°?Si no te doy nombres no ser¨ªa valiente? El cementerio est¨¢ lleno de valientes¡±. Lucas escoge la elegancia ¡ª¡°no procede dar nombres y apellidos¡±, zanja¡ª y tampoco se declara arrepentido de aquel acto de fe que le trajo hace dos a?os de vuelta a su ciudad. ¡°Vine desinteresadamente al Deportivo, solo para ayudar cuando lo l¨®gico hubiera sido quedarme en C¨¢diz. No lo hice porque creo que merec¨ªa la pena y hoy hubiera tomado la misma decisi¨®n¡±, asegura. Estaba a dos partidos de renovar autom¨¢ticamente su contrato. En verano le pusieron otro sobre la mesa, el club ya estaba listo para anunciarlo, pero al final declin¨® firmarlo. No se vio con fuerzas para adquirir ese compromiso en un club del que le disgustan facetas, decisiones, modos y maneras alejados de su sentimiento: ¡°Amo al Deportivo, soy del Deportivo y morir¨¦ del Deportivo. Me voy con la conciencia tranquila. Hice mi trabajo¡±.