La Merc¨¨ llena la calle

El tiempo no acompa?¨® ayer demasiado, no sali¨® el sol, pero daba igual. Cientos de miles de personas respondieron a la llamada de la Merc¨¨, que, como a?o tras a?o, cambia por completo el ritmo y la fisonom¨ªa de Barcelona. Riadas de personas caminaban ayer por un paseo de Gr¨¤cia cerrado al tr¨¢fico y transformado por unos d¨ªas en El passeig de les persones. Sin humos ni prisas, sin m¨¢s ruido que el rumor del paso de la multitud, los barceloneses se deten¨ªan, charlaban y miraban aqu¨ª y all¨¢, algo confundidos ante el abanico de posibilidades que el paseo de Gr¨¤cia ofrece estos cuatro d¨ªas: exposiciones, talleres, conferencias, casetas informativas y juegos para los m¨¢s peque?os. 'Ojal¨¢ siempre se pudiera vivir as¨ª, sin prisas', se explayaba Carme Clavera, madre de dos ni?os, mientras vigilaba que no se fueran tras un t¨¢ndem.

En el tramo sur del paseo de Gr¨¤cia, los paseantes se topan con un sinf¨ªn de libros: viejos, nuevos, inencontrables, en m¨¢s de 40 puestos.

Pero uno de los escenarios nuevos de la fiesta es la Sagrada Familia, donde los barceloneses disfrutan y participan de un singular hermanamiento: el del universal Antoni Gaud¨ª y el de la Merc¨¨.

Los gigantes de la ciudad se desplazaron ayer por la ma?ana hasta el sorprendente y majestuoso templo cat¨®lico a medio construir para celebrar la Gaud¨ª Festa, dedicada a los m¨¢s peque?os, en la que se puede disfrutar de talleres, juegos y una singular sardana entre gigantes. Las tradicionales figuras barcelonesas pasearon y bailaron ante las torres de la Sagrada Familia, en una nueva conmemoraci¨®n de la ciudad del 150? aniversario del nacimiento de Antoni Gaud¨ª.

Una decena de gigantes de todos los barrios celebraron esta uni¨®n simb¨®lica, ya quiz¨¢ para siempre, entre la fiesta mayor y la obra de Gaud¨ª. El arquitecto tarraconense, ¨¦l mismo convertido en un enorme mu?eco de fibra de vidrio, dio la bienvenida a un nuevo miembro de la familia de 200 gigantes de Barcelona: es Crespinella, quien, no pod¨ªa ser de otro modo, representa una de las torres del templo gaudiniano. Les acompa?aron en el baile, rodeados de milllares de mayores y ni?os, los gigantes Pedrera, Badalot y Forjat, entre otros. 'La gente a veces no se da cuenta, pero llevar a cuestas un gigante puede ser muy pesado, aunque nosotros lo disfrutamos a tope', afirmaba ayer Jordi Carb¨®, de la entidad de gigantes del Casc Antic. Carb¨® explicaba que en una escena de baile los portadores aguantan 'un m¨¢ximo de cinco minutos', y luego es otro compa?ero quien, r¨¢pidamente, se coloca bajo el inmenso mu?eco y sigue el comp¨¢s.

En un par¨¦ntesis, la decena de gigantes descansaban en la acera, momento que aprovechaban peque?os y mayores para acariciar sus lomos de fibra de vidrio y sus ropajes. Por la tarde, la Merc¨¨ y el A?o Gaud¨ª reunieron a decenas de miles de personas y a 47 agrupaciones castelleres -unos 4.800 castellers- en torno a la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia. Con sus construcciones humanas, los castellers trazaron un paralelismo con las altas torres del templo en un homenaje al genial arquitecto, que se inspir¨® en estas construcciones

A la ca¨ªda de la tarde, m¨¢s de 10.000 personas participaron en la inauguraci¨®n del parque Diagonal Mar, el tercer parque de la ciudad, considerado el vest¨ªbulo de las instalaciones del F¨°rum.