V¨ªctor Erice: "Funciono por simple intuici¨®n"

No quer¨ªa polarizar el encuentro, pero fue inevitable. La presencia de V¨ªctor Erice, tan poco dado a aparecer en p¨²blico, acapar¨® toda la atenci¨®n en la breve presentaci¨®n de la pel¨ªcula Ten minutes older, en la que tambi¨¦n participaron los cineastas alemanes Win Wenders y Volker Schl?ndorff. Ten minutes older, presentado en la secci¨®n Zabaltegui, es un proyecto que ha reunido a 15 realizadores de todo el mundo para, en diez minutos, hablar del tiempo. Se estren¨® en el ¨²ltimo Festival de Cannes y ya est¨¢ vendido a unos veinte pa¨ªses. Los productores esperan cerrar en el Festival de San Sebasti¨¢n la venta para el mercado espa?ol.

Erice ha elegido el a?o de su nacimiento, 1940, para, en esos 10 minutos, narrar en blanco y negro el nacimiento de un ni?o. 'No s¨¦ por qu¨¦ he elegido un parto. Hago cine por simple intuici¨®n. Me interesaba la figura de un ni?o suspendido en el umbral de la vida, una criatura que no tiene conciencia del tiempo. Desde el primer momento estuvo presente el tema del nacimiento. En un principio pens¨¦ en otro gui¨®n, que por razones pr¨¢cticas no se pudo rodar pero en el que tambi¨¦n exist¨ªa la figura de un reci¨¦n nacido'.

Erice explic¨® que se le plantearon dos alternativas a la hora de rodar su corto: 'O un plano secuencia de diez minutos, sin montaje, en el que hubiera una coincidencia entre el tiempo real y el tiempo cinematogr¨¢fico, o un filme con montaje en sentido muy primario'. Opt¨® por esto ¨²ltimo, ya que, argument¨®, 'el cine se distingue de otras artes, como la literatura, por el montaje'.

El director de El esp¨ªritu de la colmena, El sur y El sol del membrillo, que se encuentra trabajando en un gui¨®n -'los cineastas somos supersticiosos y cuando hablamos de un proyecto en p¨²blico convocamos alg¨²n fantasma y lo hace imposible'-, habl¨® del azar como elemento importante en su cine. 'Yo tuve la suerte de trabajar con un pintor [Antonio L¨®pez]', dijo recordando su experiencia con El sol del membrillo, 'para el cual su tiempo es de una absoluta impunidad, al contrario de los cineastas, que no tenemos tiempo propio, lo tenemos contabilizado. El pintor y yo establecimos as¨ª otro universo'. El realizador mostr¨® su confianza en que, gracias a las nuevas tecnolog¨ªas digitales, el futuro del cine se acerque cada vez m¨¢s al tiempo de los pintores.

V¨ªctor Erice, recordando a Jean Renoir, asegur¨® que 'los cineastas somos ciudadanos del cinemat¨®grafo, pertenecemos a un pa¨ªs que no viene en los mapas y que se llama cine'. A su lado, Volker Schl?ndorff salt¨®: '?C¨®mo se consigue un pasaporte para ese pa¨ªs?'. La pregunta qued¨® sin respuesta.