Las voces del ventr¨ªlocuo
LA COALICI?N NACIONALISTA moderada, que dispone de mayor¨ªa relativa en el Parlamento de Vitoria y controla el Gobierno vasco, ha abierto esta semana la caja de los rayos para fulminar al juez Garz¨®n por su osada decisi¨®n de suspender cautelar y temporalmente las actividades de Batasuna como parte integrante de ETA. El sobreactuado tono de las acusaciones vertidas por el portavoz del Ejecutivo y por el presidente de la C¨¢mara del Pa¨ªs Vasco contra el magistrado de la Audiencia Nacional que investig¨® los cr¨ªmenes de los GAL y pidi¨® la extradici¨®n de Pinochet resultar¨ªa incomprensible si se omitiera la motivaci¨®n pol¨ªtica, situada en las ant¨ªpodas de la raz¨®n jur¨ªdica, provocadora de tan desmesurada reacci¨®n. A nadie puede extra?ar que esa injuriosa ofensiva haya sido lanzada simult¨¢neamente desde el Legislativo y el Ejecutivo vascos: las dos voces proceden del mismo ventr¨ªlocuo -la coalici¨®n nacionalista o tal vez la direcci¨®n del PNV- y obedecen a la batuta del director del orfe¨®n.
La querella del Gobierno de Ibarretxe contra el juez Garz¨®n por prevaricaci¨®n marcha en paralelo con la negativa de la Mesa del Parlamento a ejecutar la suspensi¨®n cautelar de Batasuna como grupo
A media ma?ana del pasado martes, el Gobierno de Ibarretxe anunciaba la interposici¨®n de una querella criminal contra Garz¨®n por un delito de prevaricaci¨®n: el motivo ser¨ªa que los autos de confirmaci¨®n o aclaraci¨®n de la suspensi¨®n cautelar de Batasuna dictada el 26 de agosto conculcan el derecho de manifestaci¨®n e invaden las competencias auton¨®micas. La adivinable estrategia del Ejecutivo vasco -subyacente a la querella- de retrasar, dificultar o impedir las indagaciones judiciales para documentar la inextricable vinculaci¨®n de Batasuna con ETA fue malamente disfrazada por el portavoz Imaz con el burdo sofisma de que la ilegalizaci¨®n por la v¨ªa penal del brazo pol¨ªtico del terrorismo significar¨ªa 'la incriminaci¨®n de la mayor¨ªa de la sociedad vasca'. La valoraci¨®n jur¨ªdica de la anunciada acci¨®n penal del Gobierno de Ibarretxe contra Garz¨®n exigir¨¢ el examen de su fundamentaci¨®n legal; sin embargo, el anticipo disponible hace recordar las querellas temerarias que los deudores insolventes interponen contra sus acreedores leg¨ªtimos para ganar tiempo.
Media hora despu¨¦s de la comparecencia del portavoz del Gobierno vasco, la Mesa de la C¨¢mara hac¨ªa p¨²blica su decisi¨®n de considerar 'nula de pleno derecho' la secci¨®n del auto que ordena la suspensi¨®n del grupo parlamentario de Batasuna; el presidente Atutxa anunciaba tambi¨¦n una enloquecida querella contra Garz¨®n, esta vez por un delito de usurpaci¨®n de atribuciones. No cabe infravalorar, desde luego, los problemas jur¨ªdico-constitucionales de la ejecuci¨®n 'a su arbitrio' por un Parlamento de una medida judicial 'obligatoria' cuyo incumplimiento 'no ser¨ªa justificable'. Tal vez se trate de un punto ciego del ordenamiento legal que s¨®lo el Constitucional podr¨ªa resolver: en cualquier caso, la circunstancia de que el Parlamento navarro lo haya aplicado en su propio ¨¢mbito muestra que el requerimiento de Garz¨®n no es 'nulo de pleno derecho' como la C¨¢mara vasca -actuando de tribunal- pretende.
El inexcusable an¨¢lisis jur¨ªdico de las medidas adoptadas por el Gobierno y el Parlamento vascos para hacer arder a Garz¨®n en la hoguera se sit¨²a en marco pol¨ªtico con l¨®gica propia. La ofensiva del PNV y EA contra el juez que comenz¨® a investigar el secreto de polichinela -para la sociedad vasca- de la pertenencia de Batasuna al conglomerado organizativo del terrorismo ofrece a los dos socios de la coalici¨®n parlamentaria y de gobierno la oportunidad de calafatear su alianza: las fisuras de ese pacto se debieron precisamente a la aplicaci¨®n por la Consejer¨ªa de Interior de los autos de Garz¨®n dictados para cerrar las sedes, embargar las cuentas e impedir las algaradas callejeras del brazo pol¨ªtico de ETA. A cualquier dem¨®crata comprometido con los derechos humanos y las libertades le resultar¨¢ descorazonador que el nacionalismo moderado, forzado a elegir camino en esta encrucijada, opte por linchar a un magistrado antes que romper con sus hermanos separados instalados en el mundo del crimen.
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