Camarles se mantiene un¨¢nime en su oposici¨®n a la granja de primates

Los habitantes de Camarles (Baix Ebre), hist¨®ricamente dividido por el largu¨ªsimo mandato de uno de los alcaldes m¨¢s peculiares de Catalu?a, Primitivo Forastero, recientemente fallecido, que ya fue edil con Franco, y que tuvo ac¨¦rrimos defensores, pero tambi¨¦n vehementes opositores, ha logrado la unanimidad: todos sus habitantes est¨¢n en contra de la construcci¨®n de una granja de primates por parte de una sociedad ubicada en las Islas Mauricio que vender¨¢ los macacos a laboratorios de experimentaci¨®n europeos.

Hoy es dif¨ªcil encontrar entre los 2.900 habitantes de Camarles a alguien que se muestre claramente a favor del proyecto de construcci¨®n de una granja de cr¨ªa. Al no un¨¢nime del pueblo se han sumado entidades ecologistas de todo el mundo. Pero en Camarles, un pueblo que celebra correbous, la preocupaci¨®n no es ecol¨®gica ni proteccionista. En Camarles, la oposici¨®n a los micos viene dada por la posibilidad que entra?a que ¨¦stos animales transmitan enfermedades.

'Aqu¨ª hay muchos mosquitos [la poblaci¨®n est¨¢ ubicada en uno de los extremos del delta del Ebro y tiene abundantes zonas lacustres]. Algunas tardes ni se puede salir a la calle. ?Qui¨¦n nos dice que no picar¨¢n a monos que tengan alguna enfermedad y luego nos la pasen a nosotros?', se pregunta Benjam¨ªn, de 64 a?os. 'A nosotros ya nos da igual, pero tenemos la cosecha sembrada', se?ala Benjam¨ªn, quien, con esta frase, quiere expresar que, con su edad, ¨¦l ya lo tiene todo hecho, pero sus hijos tienen todo el futuro por delante.

Las tiendas de Camarles lucen carteles que alertan de que los macacos son portadores del herpes B, letal para el hombre. La gente se queja de falta de informaci¨®n por parte del consistorio y del Gobierno de la Generalitat, que ha concedido los permisos para una granja que albergar¨ªa 1.600 macacos.

Las actuaciones del Gobierno de CiU no generan precisamente confianza en la zona despu¨¦s de su apoyo al Plan Hidrol¨®gico. 'Nos quitan el agua y nos traen monos. ?Qui¨¦n va a venir a comprar nuestro aceite, nuestros productos? Adem¨¢s, como mucho, la granja s¨®lo ofrece 15 puestos de trabajo', razona Benjam¨ªn.

Anna, una dependienta de 23 a?os, se pregunta: 'Si no lo han querido en ning¨²n otro pa¨ªs europeo, ?por qu¨¦ aqu¨ª s¨ª?'. Una actitud que todav¨ªa hace m¨¢s evidente la desconfianza para con las instituciones. Algunos vaticinan un fuerte descenso de los votos de CiU en Camarles, poblaci¨®n que siempre ha sido fiel a los convergentes.

Pilar Escurriola quiere informaci¨®n: 'Que demuestren que no transmiten enfermedades, que nos digan las ventajas y las desventajas'. Y es que en Camarles la ¨²nica informaci¨®n es la que proporciona el movimiento contrario a la granja, obtenida de Internet y fundamentada, entre otros, en el informe de la directora de investigaci¨®n del zoo de Barcelona, Carme Mat¨¦. En este informe se detallan las enfermedades que los primates pueden transmitir, como la tuberculosis, la rabia o par¨¢sitos intestinales. Mat¨¦ refrenda la fatalidad del herpes-B y se muestra preocupada por la cercan¨ªa de Camarles al Parque Natural del Delta, al que acuden numerosas aves migratorias que podr¨ªan extender agentes nocivos procedentes de los monos. La empresa niega que los macacos puedan portar enfermedades porque en tal caso no ser¨ªan v¨¢lidos para la investigaci¨®n y asegura un control exhaustivo en todos los procesos hasta su entrega al laboratorio.

El alcalde, Carmelo Red¨®, no quiere hablar. 'Tendremos la soluci¨®n en 10 d¨ªas. Estamos en negociaciones para parar la granja', se limita a precisar. Ante la magnitud de la oposici¨®n, el grupo local de CiU se vio obligado a redactar hace una semana un manifiesto en contra de la granja. Y despu¨¦s de que el movimiento, nunca visto en la poblaci¨®n, Aturem el Centre de Primats, entregara 2.900 firmas al Ayuntamiento (equivalente al n¨²mero de habitantes del municipio), Red¨® asegur¨® que, de no obtener resultados con las negociaciones con la Generalitat, el consistorio en pleno se pondr¨ªa del lado del pueblo.