Guant¨¢namo

La actitud de la pol¨ªtica norteamericana ante la otredad, sea iraqu¨ª, ¨¢caro o licenciada en ciencias exactas ha cambiado. Ignacio Ramonet lo analiza en su libro sobre las guerras presentes y futuras publicado en Espa?a por Mondadori, y esa diferencia consiste en que los Estados Unidos han asumido su condici¨®n de Imperio, con el deseo de que todos los dem¨¢s asumamos la de s¨²bditos. Desde la ca¨ªda del Imperio del Mal, ¨¦sa ha sido la impl¨ªcita conducta del Imperio del Bien, ahora tan claramente explicitada cuando usan al secretario de la ONU, no de felpudo como en los tiempos de P¨¦rez de Cu¨¦llar, sino como un sospechoso que puede pasar el final de sus d¨ªas en Guant¨¢namo.

Menos mal que Guant¨¢namo es una base relativamente peque?a en la que no cabr¨ªamos los cada vez m¨¢s abundantes terroristas de palabra, obra u omisi¨®n tal como se est¨¢ poniendo el baremo de s¨²bdito leal del Imperio, siempre dispuesto a ofrecer su adhesi¨®n inquebrantable al emperador y a sus proc¨®nsules y lustrarles los zapatos y los misiles. Es terrorista com¨²n todo aquel que no cree que el presidente Bush sea el l¨ªder adecuado para esta nueva romanidad que crucifica los cuatro horizontes del mundo, y es terrorista sumo el que se atreve a se?alar el caligulismo de la gesti¨®n de Bush y el truculento papel que cumple dentro de ella el ministro de Defensa, m¨¢ximo representante pol¨ªtico del complejo de poder t¨¦cnico militar de los Estados Unidos, Mr. Rumsfeld. Pudimos leer en EL PA?S de ayer que el se?or ministro fue en el inmediato pasado el hombre de enlace entre Reagan, Bush padre y Sadam Husein, cuando la Administraci¨®n estadounidense pasaba al dictador iraqu¨ª aviaci¨®n militar e informaci¨®n sobre guerra bacteriol¨®gica y qu¨ªmica, por si ten¨ªa el buen criterio de exterminar a los iran¨ªes. Lo tuvo y adem¨¢s de paso se fue a por los kurdos, cuyo genocidio se repart¨ªa con otro aliado de los Bush y sus muchachos, Turqu¨ªa.

Procuren leer esta columna en casa, si conf¨ªan totalmente en su familia y no se exponen a una denuncia por sospechosos de apolog¨ªa indirecta del terrorismo. Toda prudencia es poca hasta que comprobemos en qu¨¦ condiciones Schr?der, terrorista de omisi¨®n, ha sido secuestrado y trasladado a Guant¨¢namo.