Diez a?os
Prefiero pensar en diez a?os despu¨¦s de la Expo que en el d¨¦cimo aniversario de su celebraci¨®n, idea que me llega como deseo de volver atr¨¢s, a un pasado feliz, tal como nos puede ocurrir con las pasiones o cualquier felicidad, que quisi¨¦ramos atraparlas pero siempre es demasiado tarde porque s¨®lo se reconocen en el recuerdo.
Aqu¨ª sabemos muy bien lo que es vivir con el recuerdo de ¨¦pocas gloriosas a cuestas, con la del esplendor ¨¢rabe o la prosperidad del XVII, por ejemplo; pero vivir en el pasado, o con el pasado a cuestas tiene el peligro de poder hacernos creer eternos, y en eso se parece a la muerte. Prefiero mirar el presente que se descubre d¨ªa a d¨ªa, minuto a minuto y hacia el camino del futuro.
De todos modos, la celebraci¨®n del d¨¦cimo aniversario tambi¨¦n puede ser un acierto como sistema para convencernos de haberlo perdido en el tiempo y as¨ª poder disfrutar de otros sue?os y de todo los que nos dej¨® y potenci¨® la Expo; tanto en infraestructura, en carreteras y en la Isla de la Cartuja; como tambi¨¦n en cultura, en los magn¨ªficos edificios y, sobre todo, en la afici¨®n y la costumbre de buenos espect¨¢culos, conciertos y teatro. Desde entonces tenemos una oferta bastante extensa donde elegir con varias compa?¨ªas de teatro, una estupenda programaci¨®n en el Teatro Central, temporada de m¨²sica antigua en el Lope de Vega, de m¨²sica de c¨¢mara en la Fundaci¨®n El Monte, de ¨®pera en el Maestranza, y una Real Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla que es capaz de sonar magn¨ªficamente bien.
La Expo pasar¨¢ a la historia de Sevilla y nosotros la guardaremos en la memoria como un sue?o. 'Esto es Jap¨®n', fue la definici¨®n que o¨ª decir entonces a una se?ora por tel¨¦fono; y estaba muy bien descrito porque entonces Jap¨®n era la potencia, la modernidad y la vanguardia, y andar por las calles de la Expo era como andar por una realidad virtual, como andar por el futuro, y eso enriquec¨ªa nuestra perspectiva. Estuvo muy bien y fue una pena que no pudi¨¦ramos prolongarla en el tiempo, pero est¨¢ igual de bien que se quede en su momento. Los que no podemos quedarnos somos nosotros, que tenemos diez a?os m¨¢s y estas celebraciones nos lo recuerdan.
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