Rivera Ord¨®?ez desaf¨ªa la maldici¨®n

La bautizaron como la corrida del morbo, y no era para menos. Francisco Rivera Ord¨®?ez quiso ayer honrar la memoria de su padre, Paquirri, y lo hizo de la manera m¨¢s sonora posible. Un 26 de septiembre, en la plaza de toros de Pozoblanco (C¨®rdoba) y con toros de la ganader¨ªa de Sayalero y Bandr¨¦s, la misma de la que proced¨ªa el toro Avispado, que acab¨® con la vida de Paquirri hace 18 a?os. Por si fueran pocas las coincidencias, en el cartel de ayer tambi¨¦n hizo el pase¨ªllo Manuel Ben¨ªtez El Cordob¨¦s, que, cuando apenas era una joven promesa del mundo del toreo, tuvo el honor de que, all¨ª mismo, en Pozoblanco, su ¨ªdolo le brindara el ¨²ltimo toro que mat¨®. 'Esta corrida marca un antes y un despu¨¦s, es muy emocionante', recalc¨®.

El diestro s¨®lo cort¨® una oreja a toros de la misma ganader¨ªa que 'Avispado', el animal que mat¨® a Paquirri

Y para desempolvar por completo todos los recuerdos de aquella tr¨¢gica tarde, ayer tambi¨¦n compareci¨® -esta vez como mero espectador- Vicente Ruiz El Soro, el ¨²nico superviviente de la terna maldita de aquel 26 de septiembre de 1984. 'Es un d¨ªa muy emotivo y el recuerdo de una fecha crucial en mi vida', se?al¨® un tanto emocionado el matador de toros valenciano. Sus otros dos compa?eros de cartel, Paquirri y El Yiyo, vieron truncadas sus vidas antes de tiempo.

Fran Rivera lleg¨® puntual al coso de Los Llanos vestido con un traje oro y burdeos. Tras pasar por la capilla, fue aislado por su cuadrilla de los numerosos medios de comunicaci¨®n -entre ellos, mucha prensa rosa- que llegaron hasta Pozoblanco. 'Es un reto que se hace a s¨ª mismo', explic¨® su apoderado, Jos¨¦ Luis Segura. 'Un homenaje a su padre, pero en silencio'. Posiblemente, el festejo -precedido de un emocionante minuto de silencio- le sirviera a Fran para ahuyentar cualquier superstici¨®n, pero se fue con un mal sabor de boca. Le toc¨® en suerte el lote m¨¢s deslucido y la ¨²nica oreja que cort¨® a su primer toro le impidi¨® acompa?ar a sus compa?eros de lidia, El Cordob¨¦s y Jos¨¦ Luis Moreno, que salieron a hombros. Fran Rivera hab¨ªa puesto muchas esperanzas en la corrida de ayer. 'Quiz¨¢ empiece a cambiar todo de nuevo', lleg¨® a se?alar en las horas previas. Quienes le conocen aseguraron que el torero no ha podido superar a¨²n su reciente separaci¨®n de Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, la hija de la duquesa de Alba.

La muerte de Paquirri le dio un inesperado protagonismo a Pozoblanco, cabecera y centro comercial de la comarca del valle de Los Pedroches. Mucho se habl¨® entonces de que el p¨¦simo estado de la carretera que une este municipio de 16.000 habitantes con la capital cordobesa precipit¨® el fatal acontecimiento al no haber podido llegar a tiempo al hospital. Poco despu¨¦s de aquel fat¨ªdico d¨ªa, Pozoblanco inaugur¨® el hospital comarcal y sustituy¨® su camino de cabras por una carretera digna hacia la capital. Sin embargo, su alcalde, Antonio Fern¨¢ndez, rechaza cualquier elemento de culpabilidad. 'Se hicieron muchas afirmaciones gratuitas', dijo, tras recordar que la carretera ya se encontraba en obras, lo mismo que el hospital, inaugurado dos a?os m¨¢s tarde. Tampoco cree que pueda hablarse de negligencia por la precariedad de medios sanitarios en la plaza. 'La enfermer¨ªa ten¨ªa todo lo que nos exig¨ªan en aquella ¨¦poca', subray¨® el alcalde, que no fue testigo de la corrida.

Ayer, la centenaria plaza de Pozoblanco registr¨® dos tercios de entrada. Muchos aficionados ya fueron testigos del momento tr¨¢gico de 1984. Como Fidel Valero, que entonces era el carpintero de la plaza, reestrenada el a?o pasado tras su remodelaci¨®n. 'La fatalidad fue que se agarr¨® a los cuernos de Avispado', dijo. M¨¢s comedido se mostr¨® Seraf¨ªn Pedraza, que sigue siendo concejal 18 a?os despu¨¦s del fat¨ªdico d¨ªa. 'Especular con lo que podr¨ªa haber pasado de haber existido otros medios es pura ficci¨®n'. Francisco L¨®pez, que ayer ejerci¨® como presidente de lidia, recuerda que el mito de Paquirri fue m¨¢s all¨¢ de su fama como matador. 'No hay que olvidar con qui¨¦n estaba casado', dijo en alusi¨®n a la tonadillera Isabel Pantoja.