'La metamorfosis', de Franz Kafka
EL PA?S publica ma?ana uno de los relatos que conmovieron la literatura establecida
La obra literaria de Franz Kafka ha sido tan poderosa que a nadie le resulta ya extra?o que su nombre se utilice a veces como un adjetivo. Y que ese adjetivo haya servido como definici¨®n del siglo XX. Un siglo kafkiano, se dice, y todo el mundo parece entenderlo. M¨¢s dif¨ªcil resulta explicarlo. Sea como sea, La metamorfosis constituye una excelente manera de entrar en el mundo de uno de los mayores escritores de todos los tiempos, y comprender que m¨¢s all¨¢ de cuanto se pueda haber dicho, pensado o escrito sobre esta narraci¨®n, el lector siempre volver¨¢ a quedar sorprendido por la historia de Gregorio Samsa, ese hombre que un d¨ªa despert¨® y descubri¨® que se hab¨ªa convertido en un monstruoso insecto. La extra?eza, el miedo, la incomunicaci¨®n, la fragilidad de una criatura: todo esto y mucho m¨¢s est¨¢ en La metamorfosis (que ma?ana podr¨¢n comprar los lectores de EL PA?S por tres euros, o conseguir gratuitamente si adjunta los cupones de los dos libros anteriores de la colecci¨®n). Fue uno de los pocos t¨ªtulos que Kafka public¨® durante su vida. Una vida dedicada a la literatura. 'Escribir significa entregarse por completo', se lee en una de las cartas a su novia Felice. 'A menudo he pensado que la mejor vida para m¨ª consistir¨ªa en recluirme con una l¨¢mpara y lo necesario para escribir en el recinto m¨¢s profundo de un amplio s¨®tano cerrado'. Y terminaba: '?Y qu¨¦ cosas escribir¨ªa entonces! ?De qu¨¦ abismos las arrancar¨ªa!'. Su obra ha confirmado que a Kafka, finalmente, no le hizo falta ning¨²n s¨®tano cerrado.
La biblioteca de K.
A la muerte de Kafka, su amigo Max Brod contribuy¨® a difundir la impresi¨®n de que el autor de La metamorfosis era un narrador nato sin inter¨¦s por la teor¨ªa, y que escrib¨ªa sirvi¨¦ndose ¨²nicamente de una descomunal imaginaci¨®n. Un vistazo a la propia biblioteca de Kafka desmiente sin embargo esa impresi¨®n. Es cierto que la selecci¨®n de poes¨ªa, novelas, cuentos y teatro es amplia y escogida, destacando la obra dram¨¢tica completa de Shakespeare. Sin embargo, m¨¢s de la mitad de su biblioteca la formaban obras de no ficci¨®n. La correspondencia de Van Gogh, Dostoievski y Flaubert se alterna con los diarios de T¨®lstoi o los del l¨ªder sionista Theodor Herzl. En el apartado de filosof¨ªa figuran obras de Plat¨®n, Kierkegaard, Marx o Nietzsche junto a la obra, casi completa, de Arthur Schopenhauer.
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