Arzuaga impacta con trajes asim¨¦tricos en su deb¨² en Mil¨¢n
Rabanne expone sus vestidos y lanza la reimpresi¨®n del m¨ªtico libro de fotograf¨ªas 'Nues'
La Semana de la Moda de Mil¨¢n presenci¨® el jueves el deb¨² de Amaya Arzuaga con un desfile que impact¨®. No se esperaba tanta contundencia en su propuesta, llena de agresividad a base de cortes asim¨¦tricos. Adem¨¢s, en el espacio can¨®nico de Carla Sosani, Paco Rabanne inaugur¨® una exposici¨®n de sus trajes que recorren m¨¢s de cuarenta a?os de creaci¨®n y se lanz¨® una reeimpresi¨®n del m¨ªtico libro Nues, que en 1969 edit¨® Rabanne junto al fot¨®grafo suizo Jean Clemmer.
La ma?ana estaba fr¨ªa, pero Arzuaga la calent¨® enseguida. Su desfile cont¨® con unas modelos de alto nivel (la ¨²nica espa?ola, Bimba Bos¨¦, que protagoniz¨® el ¨²nico accidente y del que sali¨® airosa al perder en plena caminata un enorme tac¨®n de aguja) y present¨® una colecci¨®n basada en el anticolor: negro, gris, blancos sucios, marrones oscuros y, al final, la aparici¨®n del verde esmeralda.
Arzuaga no ha escatimado imaginaci¨®n ni riesgo. Su colecci¨®n dej¨® perplejos a unos y admirados a casi todos. Moderna a ultranza, rompedora dentro de las tendencias y con un claro objetivo formal dentro del pr¨ºt-¨¤-porter de ¨¦lite, la burgalesa se esmer¨® en dejar un buen sabor de boca. Los directivos de la Camera Nazionale de la Moda aplaud¨ªan euf¨®ricos; ellos eran los responsables de que Arzuaga estuviera ah¨ª. Hab¨ªan invitado excepcionalmente a tres j¨®venes: el ingl¨¦s Preen (que finalmente aplaz¨® su deb¨² milan¨¦s y desfil¨® en Londres), el brasile?o Fause Haten (verdadera revelaci¨®n de la Semana de la Moda de S?o Paulo) y Amaya Arzuaga, que en palabras del asesor para nuevos talentos de la Camera, Maximilian Linz, ha sido 'todo un acierto'.
Todo en Arzuaga es muy sofisticado, sus colecciones son largas y se expresan r¨¢pidamente a trav¨¦s de la levedad de los tejidos y las combinaciones materiales. Es algo posindustrial, barroco, donde la carne aparece la mayor¨ªa de las veces como un recurso de la prenda: cortes transversales, mangas seccionadas con furia: todo ello crea un dibujo de inestabilidad que no pierde coherencia. Si habr¨ªa que buscar equivalentes est¨¦ticos, hay que pensar en los proyectos de Daniel Libeskind, en las coreograf¨ªas de William Forsythe o en el atormentado y opresivo interiorismo de las fotos de Francesca Woodman. La virtualidad de los acabados es otra de sus bazas, lo artificiosamente desigual de sus cortes que rozan la provocaci¨®n: cortes de bistur¨ª o l¨¢ser, el uso irreverente de las chorreras, el contraste aparentemente imposible del emballenado con la gasa o el tul, el punto elaborado al mil¨ªmetro y luego desarticulado sobre un patr¨®n muy personal y complejo. Es la asimetr¨ªa por derecho, y eso la comienza a consagrar en un sitio donde han visto de todo, y bueno. Ahora todos esperan a febrero, pues siempre una colecci¨®n de invierno da m¨¢s de s¨ª sobre los aspectos formales de la personalidad de un modista.
40 a?os de creaci¨®n
En el espacio a medio camino entre el mercadillo del alt¨ªsimo lujo y la galer¨ªa de arte ultramoderna que es el edificio de Carla Sosani, en el barrio Garibaldi, donde se han concentrado muchos comercios neomodernos, se present¨® la exposici¨®n de Paco Rabanne (que complementa de manera especial a la vista en Burgos la temporada pasada). El vasco Francisco Rabaneda Cuervo (que as¨ª se llama Rabanne, y que naci¨® en 1934 en Pasajes de San Pedro, Guip¨²zcoa) explic¨® una por una sus creaciones, en las que hay un fant¨¢stico hilo de continuidad, desde las que tienen 40 a?os a las de 1999.
Rabanne estaba acompa?ado por la directora art¨ªstica de su casa, Rosemary Rodr¨ªguez (tambi¨¦n de ascendencia espa?ola y responsable de las colecciones), y all¨ª hicieron pi?a Giorgio Armani, Rosita Missoni y muchos nombres se?eros de la moda milanesa. Al mismo tiempo se present¨® el libro Nues, que realizara Rabanne en 1969 con el desaparecido fot¨®grafo suizo Jean Clemmer, con un uso asombrosamente contempor¨¢neo de la luz, las modelos negras, los trajes met¨¢licos de aire futurista y el desnudo sutilmente er¨®tico.
En la semana de la moda, que dura hasta el martes, hay una gran oferta de salones alternativos, como el llamado White, donde se pueden ver, entre otros, las colecciones de Andy Warhol by Culture.
Babelia
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