Washington

Un barrio

Adams-Morgan era una zona residencial sin nombre ni car¨¢cter hasta que, a mediados de los cincuenta, empez¨® a acoger inmigrantes de todo el mundo. Como aquello se convert¨ªa en una mezcla de razas y culturas, a alguien se le ocurri¨® combinar el nombre de una escuela s¨®lo para blancos (Adams) y el de una escuela s¨®lo para negros (Morgan). La segregaci¨®n es cosa del pasado. Hoy es el barrio m¨¢s divertido de Washington (no tiene demasiada competencia, por otra parte), y el mejor lugar para cenar, bailar o tomar copas. En el ¨²ltimo a?o se ha acentuado el tinte et¨ªope, pero tambi¨¦n hay churrer¨ªas, como en Madrid, y cientos de locales latinoamericanos. La intersecci¨®n de Columbia Road con 18th Street est¨¢ considerada como el centro de esta zona.

Imprescindible

La Biblioteca del Congreso (10 de 1st Street, SE. 001 202 707 80 00) es un para¨ªso para los bibli¨®filos, pero impresiona hasta al m¨¢s agn¨®stico en cuesti¨®n de papel encuadernado. No existe nada comparable. Ah¨ª est¨¢ todo, en m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de estanter¨ªas. Los tomos m¨¢s raros o hermosos, como una Biblia de Gutenberg, est¨¢n expuestos de forma permanente. El edificio m¨¢s antiguo de los tres de la biblioteca, el Jefferson, desentona, por elegancia, con la monta?a de merengue del Capitolio.

Un parque

Rock Creek Park es uno de los grandes placeres de los washingtonianos. Ninguna otra ciudad dispone de un parque tan hermoso y c¨¦ntrico (paralelo a la Calle 16), con r¨ªo, bosques espesos, miles de ciervos en libertad, alg¨²n que otro lobo. Resulta demasiado grande para recorrerlo a pie; es mejor alquilar una bicicleta o un caballo.