Private quiere crecer con Napster
Elproveedor de contenidos porno lidera un mercado de m¨¢s de 40 millones de d¨®lares
La revista Forbes la incluy¨® en su lista selecta de peque?as compa?¨ªas a rastrear por sus perspectivas de crecimiento. Cotiza en los mercados de la nueva econom¨ªa, como el Nasdaq y el Neuer Markt alem¨¢n, hoy con meses de vida. Pero lo suyo no son los chips o el software, sino el porno. Para ampliar su negocio, el Grupo Private ha pujado por los activos de la malograda Napster.
La divisi¨®n de Internet, DVD y TV por cable y sat¨¦lite tira de las ventas de Private, que hasta julio alcanzaron los 20,3 millones de euros
Con la marca y el dominio de Napster, el grupo desea desarrollar una plataforma para el intercambio de contenidos para adultos
Private es una vieja editora de revistas con 37 a?os de vida que, hace 11, estuvo al borde de la quiebra hasta que el sueco Berth Milton, hijo del fundador, se enfad¨® con su padre, le compr¨® el invento y lo reconvirti¨® en proveedor de contenidos, productos y servicios relacionados con la pornograf¨ªa aprovechando las nuevas posibilidades para llegar al consumidor en que han ido derivando los progresos de la tecnolog¨ªa. Hoy lidera el fragmentado mercado de lo que Milton, principal accionista del grupo medi¨¢tico, describe como 'entretenimiento para adultos'. Las dimensiones de este mercado en todo el mundo oscilan entre los 40.000 y los 60.000 millones de d¨®lares.
Sexo por el m¨®vil
El tir¨®n de la divisi¨®n de nuevos medios, que incluye Internet, el DVD (vende 4.000 por d¨ªa) y la televisi¨®n por cable y por sat¨¦lite, ha conseguido acaparar cerca de la mitad de los ingresos de Private, que en 2001 rozaron los 35 millones de euros, con un beneficio de 7,14 millones.
En este sentido, y como cualquier proveedor de contenidos, Private es una de las empresas que se han encontrado con las alas de su expansi¨®n cortadas por el retraso en la llegada de la telefon¨ªa de tercera generaci¨®n, que permitir¨ªa a sus suscriptores ver breves v¨ªdeos e im¨¢genes sexy a trav¨¦s de la pantalla del tel¨¦fono m¨®vil, una herramienta que Private no considera particularmente exitosa para su negocio si la imagen que se transmite no es de elevada calidad.
En alianza con empresas de la econom¨ªa tradicional y de la tecnol¨®gica dispuestas a sacar tajada de la elevada demanda y rentabilidad del negocio del porno, el grupo ha ido infiltrando su producto por todos los canales posibles. Y lo hace alardeando de algunas bazas que escasean en el sector, como la transparencia financiera, su ubicaci¨®n dentro de los m¨¢rgenes de la legalidad y ciertos est¨¢ndares ¨¦ticos, unos conocimientos tecnol¨®gicos fuertes, unos precios relativamente accesibles y, sobre todo, la propiedad del material y los derechos globales sobre su archivo de contenidos. Este archivo pasa por ser el mayor del mundo en contenidos para adultos, y entre el material del que dispone figura un archivo de 500 pel¨ªculas y un par de millones de fotograf¨ªas.
Es cierto que en la evoluci¨®n de las ventas de Private parece resentirse de la aton¨ªa econ¨®mica generalizada: el crecimiento de un 5% de la facturaci¨®n en el primer semestre de 2002 (alcanz¨® los 20,3 millones de euros) tiene poco que ver con los crecimientos de dos holgados d¨ªgitos en los dos a?os anteriores. Tampoco el valor de la acci¨®n ha escapado a la debacle del Nasdaq. El pasado viernes, sus t¨ªtulos cerraron a 2,44 d¨®lares por acci¨®n, muy cerca de su m¨ªnimo anual de 2,02 y en torno a un 75% por debajo del inicio de a?o.
En este entorno, Private anunci¨® el pasado 12 de septiembre que pujaba por Napster, la exitosa herramienta de intercambio de canciones entre usuarios que cerr¨® tras su pulso con las discogr¨¢ficas y despu¨¦s de haber llegado a alcanzar m¨¢s de 80 millones de usuarios en todo el mundo. No part¨ªa como favorito como candidato entre los nombres, una docena, de empresas que tambi¨¦n pusieron su oferta sobre la mesa. La de Private ha ido desinflando su valor en la medida en la que lo ha hecho el valor de sus acciones, ya que, como precio, propon¨ªa un mill¨®n de sus propios t¨ªtulos: desde el anuncio de su oferta, el valor de ¨¦stas ha bajado hasta los 2,4 millones de euros.
Hay quien ha visto en esta oferta un gesto m¨¢s para estar en el candelero, cosa que, por supuesto, el grupo de pornograf¨ªa, con sede en Sant Cugat del Vall¨¨s (Barcelona), ha negado con rotundidad. Desde un punto de vista estrat¨¦gico, la oferta ten¨ªa su l¨®gica: hacer de Napster un instrumento para intercambiar, comerciar, descargar contenidos (textos, fotos, v¨ªdeos) porno para adultos, con el doble trampol¨ªn que supone tanto la marca Private como la marca Napster, aunque el consejero delegado del grupo, Charles Prast, plante¨® la idea de hacer esta ¨²ltima 'm¨¢s sexy'.
Cibercomunidad porno
Los ¨²nicos detalles sobre sus planes con Napster desvelados por Private -cuyos altos directivos declinan hacer declaraciones desde el anuncio de la oferta- son los dos grupos de usuarios que tendr¨ªa esta cibercomunidad porno: por una parte, los usuarios registrados tendr¨ªan acceso gratuito al portal. Por contra, otro grupo podr¨ªa acceder a los contenidos m¨¢s nuevos y de mayor calidad a trav¨¦s de distintas f¨®rmulas de pago, como descuentos en la tienda on line de Private. En todo caso, har¨ªa un filtro claro que cribar¨ªa a los menores de 18 a?os.
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