Ramon Bastardes y Edicions 62, 40 a?os despu¨¦s
La muerte le lleg¨® a Ramon Bastardes cuando estaba preparando la exposici¨®n conmemorativa de los primeros 40 a?os de vida de Edicions 62, una de las empresas que fund¨® y a la que permaneci¨® ligado incluso despu¨¦s de su jubilaci¨®n. Porque Ramon Bastardes ha sido siempre, y por encima de todo, un editor. Lo ha sido a pesar de haber cursado sus estudios de Qu¨ªmicas, una profesi¨®n que nunca lleg¨® a ejercer porque, al igual que otros de sus coet¨¢neos, opt¨® por un compromiso c¨ªvico con su pa¨ªs en plena dictadura franquista, con la consiguiente renuncia al ejercicio de la profesi¨®n de qu¨ªmico y la asunci¨®n de sus labores editoriales.
En 1962, cuando, junto con Max Cahner, Ramon Bastardes puso en marcha Edicions 62, se publicaron 122 libros en lengua catalana, m¨¢s del doble de los apenas 57 de 1961. En la actualidad son unos 8.000 los t¨ªtulos que se publican anualmente en catal¨¢n, a los que Edicions 62 contribuye con un muy alto porcentaje, con 4.000 t¨ªtulos publicados en sus 40 a?os de historia. Quienes vivimos casi el nacimiento de Edicions 62, con sus precarios primeros locales de la Gran Via barcelonesa, no pod¨ªamos llegar a sospechar que aquella peque?a editorial llegar¨ªa a convertirse en lo que es en la actualidad, con una facturaci¨®n de m¨¢s de siete millones de euros en 2001 y buque insignia del Grup 62, que factur¨® el a?o pasado m¨¢s de 39 millones de euros no s¨®lo a trav¨¦s de Edicions 62, sino tambi¨¦n de Emp¨²ries, Racc 62, Pen¨ªnsula, Libros del Aleph, Diagonal, Luci¨¦rnaga, su divisi¨®n de venta a plazos, otra divisi¨®n de publicaciones peri¨®dicas y la distribuidora Enlace.
Nieto de Albert Bastardas, alcalde accidental de Barcelona a principios del siglo XX y vicepresidente de la Mancomunitat de Catalunya, y sobrino del latinista Joan Bastardas, Ramon Bastardes vivi¨® la m¨¢s inmediata posguerra como tantos hijos de los vencidos en la guerra civil. Fue en la Universidad donde su toma de conciencia c¨ªvica y pol¨ªtica le llev¨® a iniciar su colaboraci¨®n con la abad¨ªa de Montserrat, de cuyo bolet¨ªn interno Germin¨¤bit asumi¨® junto con Max Cahner labores de redacci¨®n, que en 1959 condujeron a la aparici¨®n de lo que es Serra d'Or, durante tantos a?os la revista de referencia obligada para la cultura catalana y para el conjunto de la catalanidad democr¨¢tica.
M¨¢s de cuatro d¨¦cadas despu¨¦s puede parecer de escasa trascendencia que en Serra d'Or se dieran cita entonces las voces m¨¢s diversas de la catalanidad democr¨¢tica, sin exclusiones de ning¨²n tipo, pero aquello tuvo una importancia enorme entonces y contribuy¨® de modo decisivo a forjar la unidad que defini¨® al catalanismo pol¨ªtico durante toda su lucha contra el franquismo. Aquel esp¨ªritu unitario, plural y progresista, hizo que una publicaci¨®n montserratina como Serra d'Or se convirtiera en el portavoz permanente de la pr¨¢ctica totalidad de la intelectualidad catalana de aquellos tiempos, con una gran amplitud de miras.
El referente de Serra d'Or fue tomado como ejemplo por Ramon Bastardes y Max Cahner para la creaci¨®n de Edicions 62, que el d¨ªa de Sant Jordi de 1962 public¨® su primer libro, Nosaltres els valencians, de Joan Fuster. Aquel fue el ¨²nico libro publicado por Edicions 62 en su primer a?o de vida, en una ¨¦poca en que tanto Cahner como Bastardes, al igual que el primo de ¨¦ste, Llu¨ªs Porcel, recib¨ªan como ¨²nico ingreso la modesta asignaci¨®n que desde la abad¨ªa de Montserrat les daban por su trabajo al frente de Serra d'Or. Tan s¨®lo un par de a?os despu¨¦s, ya con Josep Maria Castellet como director literario, Edicions 62 pas¨® a convertirse en el l¨ªder indiscutible de la
edici¨®n en catal¨¢n. Ello fue posible no s¨®lo por la rigurosa selecci¨®n de los libros publicados, sino por su conexi¨®n con las nuevas generaciones lectoras.
Llibres a l'abast, La cua de palla, Antologia catalana, El balanc¨ª, El cangur, El trapezi, Cl¨¤ssics del pensament modern, C¨°mics, L'escorp¨ª, L'escorp¨ª de teatre, Les millors obres de la literatura catalana, Hist¨°ria gr¨¤fica de Catalunya, Hist¨°ria de l'art catal¨¤, Les millors obres de la literatura contempor¨¤nia y muchas otras colecciones han llegado a crear un fondo de 4.000 t¨ªtulos. Menci¨®n aparte merece la Enciclop¨¨dia Catalana, iniciada en 1966 tambi¨¦n por iniciativa personal de Ramon Bastardes y Max Cahner y que tras su grave crisis entre 1968 y 1971 qued¨® desgajada definitivamente de Edicions 62, lo cual motiv¨® que Cahner montase por su propia cuenta Curial. Esto explica que Castellet haya dicho ahora, refiri¨¦ndose a Ramon Bastardes, que 'es el ¨²nico de los dirigentes hist¨®ricos de Edicions 62 que ha vivido enteros sus 40 a?os de historia', y ha a?adido que 'ha sido su hilo conductor con gran perseverancia y sin hacer ninguna ostentaci¨®n'.
Sin ning¨²n af¨¢n de protagonismo personal, con un talante siempre muy cr¨ªtico e incluso en algunas ocasiones un tanto corrosivo, Ramon Bastardes ha sido siempre un hombre de muy profundas convicciones, un trabajador infatigable y austero, ingenuo a veces, siempre inconformista y con voluntad integradora y plural. Como algunos de sus coet¨¢neos tambi¨¦n ya desaparecidos -Alexandre Cirici, Xavier F¨¤bregas, Maria Aur¨¨lia Capmany, Ernest Lluch ...-, su talante progresista cas¨® muy poco con el nacionalismo dominante en Catalu?a durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, pero su obra -de modo muy especial, sin duda, Edicions 62, pero tambi¨¦n Serra d'Or- permanecer¨¢ como un referente obligado para la cultura catalana contempor¨¢nea.
Jordi Garc¨ªa-Soler es periodista.
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