El Athletic enciende las alarmas

El Athletic parece un sem¨¢foro permanentemente en rojo. Todas las alarmas encendidas, descontrol absoluto, abulia ofensiva, inocencia defensiva, una cierta apat¨ªa colectiva, ausencia del uno contra uno como jugada futbol¨ªstica. En resumen, nada de nada. En conclusi¨®n: ayer le gan¨® nadie, el Mallorca, un equipo que envi¨® m¨¢s balones fuera que dentro del rect¨¢ngulo, que ten¨ªa en Nadal un aliado del Athletic, que encontraba en Lozano un futbolista que paraba a su equipo m¨¢s que le lanzaba. Y a¨²n as¨ª, perdi¨® el Athletic. Con justicia, sin verg¨¹enza (el primer gol fue un monumento a la desaplicaci¨®n defensiva) y sin aparentar en ning¨²n momento el m¨¢s m¨ªnimo detalle ofensivo.

Hoy por hoy, el Athletic no sabe jugar al f¨²tbol. Hace lo que prev¨¦ el defensa que va a hacer, tiene en el centro del campo futbolistas mediocres, sin tacto, ni pausa, ni criterio. Todo su f¨²tbol se asemeja a esas pel¨ªculas mil veces repuestas en cines de barrio. Da igual que tengan cortes: siempre ocurre lo mismo. En 90 minutos s¨®lo fue capaz de gestionar una ocasi¨®n de gol en una dejada de Urzaiz a Etxeberria en el minuto 63. La siguiente aparici¨®n de Urzaiz fue en el minuto 85 en una acci¨®n personal.

Fin. Nada m¨¢s. El resto fue cosa del Mallorca. Lo bueno y lo malo. Lo mejor lo hac¨ªa ?lvaro Novo, un chico aplicado que aprovech¨® la ineficiencia de Heynckes en el planteamiento para usar su carril. Ocurre que a Heynckes la ha entrado la vena vangaaliana: es decir, todos por el centro (o sea, jugamos con un extremo, Etxeberria, al que abrasamos siempre en desventaja y metemos a Yeste a jugar de nada). Conclusi¨®n: nadie tapa la banda izquierda y los problemas se acumulan para el Athletic, poco prodigioso en defensa. Por ah¨ª llegaron los dos goles e incluso un tercero, anulado a Pandiani por fuera de juego.

Tiene el Athletic el aspecto de un gui?apo, de un equipo fr¨¢gil, incapaz de aprovechar las carencias del Mallorca con el bal¨®n e insolvente en el juego. Es decir, hoy por hoy no es nada, ni un asomo. Al menos el Mallorca supo aprovechar las ocasiones que le concedieron. No las busc¨®, pero las encontr¨®. Ah¨ª est¨¢ su m¨¦rito. Algo s¨®lo comparable a la paciencia del p¨²blico para aguantar 90 minutos de aburrimiento.