Con los pies en el suelo
En la conferencia laborista de oto?o pasado Tony Blair pronunci¨® uno de sus discursos m¨¢s visionarios: su visi¨®n del nuevo orden internacional tras el 11 de septiembre. Un mundo marcado por la necesidad de actuar en comunidad, en el que defendi¨® la necesidad de luchar por 'los necesitados, los miserables, los despose¨ªdos, todos aquellos que viven en la necesidad y la escualidez'. Un a?o despu¨¦s, a Blair le ha abandonado ya la aureola que le convirti¨® en la voz de Europa y que le dispar¨® a la cima de la popularidad y respeto mundial.
Ahora, cuando le acusan de ser la mascota del presidente de EE UU, los congresistas laboristas esperan que su l¨ªder deje de lado las visiones milenaristas y empiece a tocar con los pies en el suelo. Esta vez Blair deber¨¢ lidiar con la crisis de Irak, la reforma de los servicios p¨²blicos brit¨¢nicos, el mal estado de las escuelas, de los hospitales, de los transportes p¨²blicos, el euro, etc¨¦tera.
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