'S¨®lo el 10% de los estudios es v¨¢lido para el m¨¦dico'
Richard Smith dirige desde 1991 el Bri- tish Medical Journal (BMJ), una de las cinco revistas generales de medicina de m¨¢s prestigio. Entre ellas, el British destaca por ser la ¨²nica que es gratis en Internet, tiene una versi¨®n para estudiantes y se edita incluso en mandar¨ªn. Su enorme difusi¨®n y su toque period¨ªstico son algunos logros de la era Smith, que fue profesor de periodismo m¨¦dico en la Universidad de Nottingham hasta que dimiti¨® en 2001 porque la universidad acept¨® dinero de una compa?¨ªa tabacalera para crear un centro para el estudio de la responsabilidad corporativa. Consciente de que 'la informaci¨®n por s¨ª misma raramente cambia la pr¨¢ctica m¨¦dica' y de que 'no tiene sentido ofrecer tanta literatura cient¨ªfica a los m¨¦dicos', su empe?o es publicar art¨ªculos rigurosos y amenos y abanderar el debate. Un ejemplo: el s¨¢bado pasado BMJ public¨® el n¨²mero especial ?Qu¨¦ es un buen m¨¦dico y c¨®mo podemos hacer uno? Smith, que es el primer ejecutivo del grupo editorial BMJ, realiz¨® esta entrevista por correo electr¨®nico, en dos sesiones, la primera desde Noruega y la segunda, desde Singapur.
'No tiene sentido seguir ofreciendo una enorme cantidad de art¨ªculos de investigaci¨®n al m¨¦dico'
'Los laboratorios gastan mucho dinero en productos que aportan muy poco'
Pregunta. Algunas estad¨ªsticas indican que en Espa?a hay 1.200.000 personas con fobia social, tres millones con osteoporosis, seis con s¨ªndrome de colon irritable y millones de impotentes. ?Cree que hay tantos pacientes necesitados de tratamiento?
Respuesta. Hay una tendencia creciente a considerar los problemas de la vida como problemas m¨¦dicos. Y esto no es sano. La salud no es un estado de completo bienestar f¨ªsico, mental y social (la definici¨®n de la OMS que s¨®lo se lograr¨ªa en el orgasmo simult¨¢neo), sino la capacidad de adaptarse a las dificultades de la vida. Un amigo m¨ªo, Ian Morrison, dice en una canci¨®n: 'En Escocia, donde nac¨ª, la muerte era algo inminente. En Canad¨¢, donde me form¨¦, algo inevitable. En California, donde vivo, algo optativo'. Todo el mundo parece ir en la direcci¨®n de California. En las condiciones mencionadas, la l¨ªnea que separa los enfermos de los normales es arbitraria. Los laboratorios tienen un leg¨ªtimo inter¨¦s en situar la l¨ªnea que separa lo normal de lo patol¨®gico lo m¨¢s pr¨®xima a la normalidad, pues un peque?o desplazamiento significa millones m¨¢s de pacientes.
P. Seg¨²n el Nobel Amartya Sen, cuanto m¨¢s gasta una sociedad en salud m¨¢s gente se considera enferma. ?Estamos ahora m¨¢s enfermos que hace d¨¦cadas?
R. Es dif¨ªcil saberlo. Ahora hay m¨¢s problemas de salud mental. Pero la gente es m¨¢s proclive a considerarse enferma. En parte se debe a que las pruebas de cribado permiten identificar nuevas enfermedades, como el colesterol alto. Adem¨¢s, se consideran problemas m¨¦dicos cosas que antes no lo eran, como la hiperactividad, la tristeza, el insomnio, la obesidad.
P. ?Hay alguna manera de defenderse de esta medicalizaci¨®n?
R. Los laboratorios, por imposiciones del mercado, gastan mucho dinero en productos que aportan muy poco a los ricos, pero no logran producir ning¨²n nuevo f¨¢rmaco para las enfermedades de los pobres. La industria no puede ser culpada de esto, pues su obligaci¨®n es maximizar las inversiones. Los gobiernos tienen que estimular el desarrollo de tratamientos para las enfermedades olvidadas y desincentivar la medicalizaci¨®n de dolencias menores. Las revistas m¨¦dicas, los m¨¦dicos y los medios de comunicaci¨®n pueden ayudar promoviendo el conocimiento de la medicalizaci¨®n y sus problemas.
P. ?Cu¨¢l es la funci¨®n de una revista como BMJ?
R. La misi¨®n de BMJ es publicar material riguroso, accesible y ameno que ayude a los m¨¦dicos y estudiantes. Adem¨¢s, debe estar en la vanguardia del debate internacional sobre la salud y agitar este debate. Se ha demostrado que la idea de que las revistas podr¨ªan conducir a cambios inmediatos en la pr¨¢ctica m¨¦dica es err¨®nea. La informaci¨®n por s¨ª misma raramente cambia la pr¨¢ctica m¨¦dica.
P. Muchos estudios que publican en las revistas son confusos, irrelevantes o poco consistentes.
R. La revista Evidence Based Medicine ha detectado que s¨®lo entre el 5% y el 10% de los art¨ªculos originales que se publican en las mejores revistas m¨¦dicas tienen validez y, adem¨¢s, contienen un mensaje importante para los m¨¦dicos cl¨ªnicos; en las revistas m¨¢s especializadas este porcentaje no llega al 1%. Son muchos los art¨ªculos que no superan un test riguroso de validaci¨®n, pero todav¨ªa m¨¢s los que carecen de un mensaje que tenga inter¨¦s para los m¨¦dicos cl¨ªnicos. Lo que interesa a los investigadores no es a menudo lo que interesa a m¨¦dicos y pacientes.
P. ?Por qu¨¦ se publican tantos trabajos de tan poca calidad?
R. Porque aportan algo, porque los lectores los esperan (aunque no los lean demasiado) y porque buena parte del prestigio y del presupuesto de una revista procede de la investigaci¨®n publicada. Pero creo que este modelo de ofrecer enormes cantidades de investigaci¨®n a los cl¨ªnicos bien podr¨ªa romperse. Se basa en la err¨®nea creencia de que los m¨¦dicos son cient¨ªficos. Y aunque los m¨¦dicos hayan estudiado bioqu¨ªmica, fisiolog¨ªa y otras ciencias, la mayor¨ªa no se consideran cient¨ªficos. Los abogados, arquitectos y otros profesionales no reciben tal cantidad de literatura cient¨ªfica, y no creo que tenga sentido seguir haciendo esto con los m¨¦dicos.
P. ?Por qu¨¦ hay tantos m¨¦dicos estresados y descontentos?
R. M¨¢s que la sobrecarga de trabajo o el sueldo, el problema es que los m¨¦dicos estaban acostumbrados a tener un gran margen de libertad para hacer lo mejor por sus pacientes, y ahora est¨¢n mucho m¨¢s controlados. Est¨¢n descontentos porque tienen un contrato enga?oso con los pacientes. A los enfermos les impresiona todo lo que la medicina puede hacer, mientras que a los m¨¦dicos lo que no puede hacer. Pero no quieren explicar a los pacientes todas las limitaciones de la medicina porque temen que se rompa el hechizo y pierdan estatus y sueldo.
P. ?Qu¨¦ es un buen m¨¦dico?
R. No basta con ser competente en el diagn¨®stico o en la cirug¨ªa. Es muy importante que escuche a sus pacientes, que ponga mucho ¨¦nfasis en la comunicaci¨®n, que se mantenga al d¨ªa y que ejerza de forma ¨¦tica y respetuosa. Pero hacen falta distintos tipos de m¨¦dicos para las distintas circunstancias, y la gente tiene muy diversas ideas sobre qu¨¦ prefieren: ?un cient¨ªfico, un t¨¦cnico, un fil¨®sofo, un cura o un actor? Voltaire bromeaba con que el trabajo de un m¨¦dico era entretener al paciente mientras actuaba la naturaleza. Esto era cierto hace 50 a?os, pero ahora la medicina es m¨¢s complicada.
P. ?C¨®mo ha cambiado la medicina con Internet?
R. Ha cambiado y a¨²n lo har¨¢ m¨¢s, entre otras cosas porque, con Internet, el paciente tiene acceso a exactamente la misma informaci¨®n que el m¨¦dico.
Bombardeo de noticias
Pregunta. ?Qu¨¦ opina de la informaci¨®n de salud en la prensa? Respuesta. En general, los medios hacen un buen trabajo. A veces cometen errores graves, pero raramente. Los medios est¨¢n, obviamente, m¨¢s interesados en temas relacionados con el estilo de vida que con lo que m¨¢s interesa a los m¨¦dicos. Y de vez en cuando se obsesionan con algo que carece de importancia. A veces lo hacen bastante mal al difundir est¨²pidas curaciones del c¨¢ncer, y son, en general, muy poco cr¨ªticos con las terapias alternativas; a menudo caen en la trampa de creer que no pueden ser peligrosas. Pero en lo que se equivocan m¨¢s habitualmente es en explicar la complejidad e incertidumbre de buena parte de la medicina moderna. P. ?Las revistas cient¨ªficas seleccionan sus contenidos en funci¨®n del eco que puedan tener en los medios? R. Seleccionamos los trabajos que suponemos que gustar¨¢n m¨¢s a los lectores. Tambi¨¦n queremos publicar art¨ªculos que interesen a todo el mundo y, por tanto, a los periodistas. Este inter¨¦s general es un factor entre otros muchos, pero menos importante que la originalidad, la validez cient¨ªfica y la trascendencia m¨¦dica. P. Las notas de prensa que env¨ªan las revistas m¨¦dicas a veces son confusas y exageran la importancia de los hallazgos. R. Intentamos no exagerar la importancia de los hallazgos, pero la simplificaci¨®n a menudo conduce a exageraciones. Al dejar de lado los si... y los peros, las conclusiones pueden parecer m¨¢s dram¨¢ticas de lo que son. En BMJ hemos cometido este error y estamos corrigi¨¦ndolo. P. ?El p¨²blico necesita m¨¢s, menos o diferente informaci¨®n m¨¦dica? R. Ahora est¨¢ sometido a un bombardeo de noticias sobre estudios m¨¦dicos, muchas de los cuales se contradicen entre s¨ª. Esto conduce a la confusi¨®n, e incluso al cinismo. Los medios deber¨ªan contextualizar los estudios, explicar las dificultades de la informaci¨®n m¨¦dica y ayudar a la gente a ser consumidores exigentes de noticias.
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