Comienza el juicio por las bombas en el metro y los trenes de Par¨ªs

La fragilidad de la cooperaci¨®n judicial europea qued¨® ayer brutalmente en evidencia, al iniciarse en Par¨ªs el juicio por los atentados que costaron la vida a ocho personas y en los que resultaron heridas otras doscientas, cometidos en el metro y en dos estaciones ferroviarias de Par¨ªs en 1995. Uno de los principales sospechosos, Rachid Ramda, no estaba en el banquillo porque el Reino Unido se ha negado a entregarle, alegando la posibilidad de que sufra tratos inhumanos o degradantes en caso de pasar a manos de la polic¨ªa francesa. Los hechos de sangre fueron reivindicados en su d¨ªa por el Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA) argelino.

Ramda se encuentra perfectamente localizado: fue detenido y encarcelado en el Reino Unido en noviembre de 1995 y desde entonces sigue en la misma situaci¨®n. 'Los brit¨¢nicos han mantenido a este hombre en prisi¨®n durante siete a?os, sin proceso, y pretenden actuar en nombre de los derechos humanos', protesta la ex jefa de la fiscal¨ªa antiterrorista de Par¨ªs, Ir¨¨ne Stoller, conocida en Espa?a por su intervenci¨®n en procesos contra ETA y profundamente lacerada por los argumentos formales con que las autoridades brit¨¢nicas han impedido la entrega del sospechoso.

M¨¢s indignada a¨²n, Fran?oise Rudetzki, presidenta de la asociaci¨®n SOS-Atentados, afirma que 'Gran Breta?a protege a los terroristas'. Entre los abogados que representan a las acusaciones privadas constituidas para este juicio es moneda corriente la explicaci¨®n de que Londres ha preferido no arriesgarse a una entrega que podr¨ªa ser pol¨¦mica en un pa¨ªs con fuerte presencia de militantes islamistas.

La justicia francesa supone que Rachid Ramda financi¨® la campa?a de terrorismo de 1995. El 25 de julio, a media tarde, los caf¨¦s de la plaza de Saint-Michel se llenaron de personas ensangrentadas que emerg¨ªan de la estaci¨®n subterr¨¢nea de cercan¨ªas, donde acababa de estallar una bomba. El 6 de octubre siguiente explot¨® otra en las proximidades de la estaci¨®n de metro de Maison-Blanche, y el 17 de octubre una tercera en la estaci¨®n ferroviaria del Museo de Orsay. Estos hechos provocaron una emoci¨®n intensa y abrieron paso a un clima de desconfianza y miedo cuyos efectos se renovaron a partir de los atentados del 11-S.

Dos en el banquillo

Las bombas de la capital francesa dieron origen a la detenci¨®n de Boualem Bensa?d y Sma?n A?t Al¨ª Belkacem, los ¨²nicos que se sentaron ayer en el banquillo de los acusados. Investigaciones posteriores permitieron descubrir las huellas de Rachid Ramda en documentos sobre env¨ªos de fondos a Bensa?d, entre otros indicios. Un tribunal brit¨¢nico autoriz¨® la extradici¨®n del reclamado por Francia en 1996, pero el Gobierno de Londres retras¨® el visto bueno. El ministro brit¨¢nico de Interior acept¨® hace un a?o la entrega de Ramda, pero un alto tribunal lo impidi¨® en junio pasado.