El II Encuentro Euromagreb¨ª re¨²ne a cineastas de las dos orillas
Madrid y Sevilla albergan la cita, que llama a la paz y al di¨¢logo
Bajo el lema Empecemos a mirarnos, el II Encuentro Euromagreb¨ª muestra estos d¨ªas en Madrid y Sevilla un ciclo de cine magreb¨ª y espa?ol al que asisten cineastas de las dos orillas. Ayer, la diputada socialista Carmen Romero, que coordina la cita, pidi¨® en el C¨ªrculo de Bellas Artes que este 'artesanal intento de puente cultural' sirva para 'dialogar, conocer y olvidar recelos en estos tiempos de mafias y agresi¨®n'.
Los espa?oles Imanol Uribe, Diego Gal¨¢n, Carmen Alborch, Javier Rioyo y Bernardino Le¨®n (director de la Fundaci¨®n Tres Culturas, sede de los encuentros sevillanos), la marroqu¨ª Farida Benlyazid y el tunecino Ferid Boughedir presentaron ayer, junto a la presidenta del C¨ªrculo Mediterr¨¢neo, Carmen Romero,este segundo Encuentro Euromagreb¨ª. El primero se abri¨® el a?o pasado con una reuni¨®n de escritores e intelectuales titulada Empecemos a hablar. Esta vez, el cine es el protagonista. Habr¨¢ proyecciones hasta el viernes (Sevilla) y el s¨¢bado (Madrid), y mesas redondas en las dos ciudades entre los cineastas participantes.
Diego Gal¨¢n ha seleccionado tres pel¨ªculas espa?olas que tratan el tema del Magreb (Bwana, de Uribe; Las cartas de Alou, de Moncho Armend¨¢riz, y Sa?d, de Lorenzo Soler), mientras Ferid Boughedir, director de Halfaouine y de Un verano en La Goulette, ha elegido pel¨ªculas argelinas, tunecinas y marroqu¨ªes, con estos criterios: 'Que de cada pa¨ªs hubiera un filme de una mujer y otro de un hombre; y que todos los autores vivieran en su lugar de origen'.
La idea es que, en estos tiempos de miedo, rechazo y propaganda occidental contra el islam, el cine puede ayudar al acercamiento, 'tender puentes para conocer mejor al otro y lo otro', seg¨²n dijo Romero.
Para Ferid Boughedir, el cine es confraternizaci¨®n: 'Desde el 11-S, la incomprensi¨®n ha aumentado y han reaparecido estereotipos como el choque de culturas, que es s¨®lo un pretexto para hacer la guerra. El cine puede disminuir los conflictos y el racismo: te deja entrar en una casa del Magreb, sentarte en la mesa con una familia y saber c¨®mo son. Confraternizar as¨ª reduce el peligro de hacer la guerra'.
Benlyazid y Boughedir lamentaron 'la dominaci¨®n de las salas de todo el planeta por las distribuidoras de Hollywood, que impide la diversidad y un mayor desarrollo del cine magreb¨ª'. Seg¨²n Boughedir, es 'un cine sin industria, de autor, mucho m¨¢s cultural que comercial, hecho por resistentes'.
Babelia
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