Una aventura intelectual del siglo XX

Hace un a?o se public¨® en Espa?a un libro muy sugerente y divertido: El atizador de Wittgenstein (Pen¨ªnsula). A trav¨¦s de m¨¢s de tres centenares de p¨¢ginas, sus autores, David J. Edmonds y John A. Eidinow, describ¨ªan un encuentro de apenas diez minutos entre dos figuras de la filosof¨ªa del siglo pasado, los vieneses Wittgenstein y Popper, que se tradujo en una discusi¨®n m¨ªtica sobre la cual se sigue hablando sesenta a?os despu¨¦s. Testigo de la misma fue otro de los grandes fil¨®sofos del periodo, Bertrand Russell.

Popper acudi¨® al Cambridge Moral Science Club para dar una conferencia titulada ?Existen realmente los problemas filos¨®ficos? y su intenci¨®n era, seg¨²n su propia confesi¨®n, 'provocar a Wittgentein'. A fe que lo consigui¨®. Lo cuenta con sus propias palabras en el libro que acaba de reeditarse. Popper defend¨ªa que existen genuinos problemas filos¨®ficos que no son meros rompecabezas que surjan del mal uso del lenguaje, tesis que m¨¢s o menos propon¨ªa su oponente. 'En este punto, Wittgenstein, que estaba sentado junto al fuego y hab¨ªa estado jugueteando nerviosamente con el atizador, que a veces usaba como batuta de director para recalcar sus afirmaciones, me desafi¨®: ?ponga un ejemplo de una regla moral!, y yo repliqu¨¦: no amenazar con atizadores a los profesores visitantes. Tras lo cual Wittgenstein, en un acceso de rabia, tir¨® el atizador y abandon¨® furioso la habitaci¨®n, dando un portazo'.

Hay algunas contradicciones importantes entre la versi¨®n de Popper y la de los testigos de aquel enfrentamiento entrevistados por Edmonds y Eidinow. Pero eso no es lo importante de la autobiograf¨ªa de Popper. Lo verdaderamente significativo es que en la misma se encuentran las claves de su filosof¨ªa y los criterios bajo los que se elaboraron dos de sus libros m¨¢s discutidos, centrales en la obra cient¨ªfica que desarroll¨®: La miseria del historicismo y La sociedad abierta y sus enemigos. La teor¨ªa de la falsaci¨®n, el m¨¦todo del ensayo y el error, la importancia que para la filosof¨ªa tienen las matem¨¢ticas y la f¨ªsica, su lucha contra el relativismo moral, las diferencias que establece entre las teor¨ªas cient¨ªficas (las desarrolladas por Einstein) y las seudocient¨ªficas (Marx y Freud), etc¨¦tera, est¨¢n contenidas en este libro tan pol¨¦mico como interesante.

En B¨²squeda sin t¨¦rmino se va siguiendo el desarrollo de este fil¨®sofo ligado al liberalismo durante su estancia en Nueva Zelanda y, sobre todo, en la London School of Economics, a la que lleg¨® en 1946 de la mano de otro gran pope como fue Hayek. Pero tambi¨¦n su peripecia vital e ideol¨®gica: desde el repudio a todo tipo de nacionalismos, incluido uno de los que m¨¢s le pod¨ªan afectar como protagonista ('todo nacionalismo o radicalismo es un mal y el nacionalismo jud¨ªo no es una excepci¨®n') a su cr¨ªtica al comunismo, al marxismo y al socialismo, a los que perteneci¨® durante alg¨²n tiempo en su juventud. Es menos conocido que Popper fue comunista y que rompi¨® con esta pr¨¢ctica por no compartir el hecho de que el fin justifica los medios, y con esa ideolog¨ªa porque el comunismo pretende estar basado en el conocimiento de las leyes del desarrollo hist¨®rico.

Popper se manifest¨® contra el dogmatismo y la arrogancia intelectual del marxismo. Cuando muri¨® todav¨ªa no hab¨ªa ca¨ªdo el socialismo real. Pero en sus obras tambi¨¦n hay abundantes ejemplos del dogmatismo y la arrogancia intelectual del liberalismo, de los que fue protagonista central callado. Ello no obsta para que sus libros y sus conferencias sean parte esencial del debate del siglo XX que todav¨ªa se extiende entre nosotros.