La f¨¢brica del arte, en ocho calles
200 galer¨ªas se concentran en el barrio neoyorquino de Chelsea
Cuidado con el cami¨®n que sale del almac¨¦n de suministros, con los taxis que llegan para ser reparados, con esos hombres que ruedan gigantescos neum¨¢ticos...! En un d¨ªa cualquiera de Nueva York, soleado, laborable y oto?al, centenares de aficionados al arte -en su atuendo domina el negro, y en su juventud, una estimulante mezcla de razas- disfrutan de un viaje fant¨¢stico y gratuito desde la calle 19 hasta la 26 del oeste de Manhattan, entre las avenidas 10 y 11. Un distrito industrial que, tomando el relevo al prohibitivo SoHo, ha sido reconvertido progresivamente en los ¨²ltimos ocho a?os en la mayor barriada de galer¨ªas de arte contempor¨¢neo del mundo: casi 200.
En una jornada, los paseantes pueden ver lo que en otras metr¨®polis les llevar¨ªa un fin de semana largo. La experiencia se llama gallery-hopping y consiste en ir saltando de una galer¨ªa a otra -a veces, pasando de largo; otras, s¨®lo asom¨¢ndose, pues lo que se atisba no parece lo suficientemente bueno; en ocasiones, deteni¨¦ndose con sorpresa y entusiasmo ante alg¨²n estallido de creatividad-. En una puerta hay un cartel que dice: 'Esto no es una galer¨ªa'.
El 'gallery-hopping' es un deporte en alza en Manhattan: saltar de galer¨ªa en galer¨ªa en un distrito industrial donde las viejas naves son hoy los espacios art¨ªsticos m¨¢s fascinantes del mundo.
Todo empez¨® en 1985, cuando se abri¨® un espacio de arte alternativo, The Kitchen. A ¨¦ste le sigui¨® en 1987 el Centro de Arte Dia, que recuper¨® dos edificios industriales y donde el artista cubano Jorge Pardo cre¨® en la planta baja un espl¨¦ndido escenario de azulejos de colores tropicales que alberga una de las mejores librer¨ªas de arte de la ciudad. El boom inmobiliario hizo el resto: los galeristas se lanzaron en avalancha sobre esta zona de almacenaje en busca de espacios baratos y di¨¢fanos.
El resultado se ha convertido en una experiencia insustituible de Nueva York: recorrer Chelsea e ir abriendo y cerrando las puertas de las galer¨ªas, unas puertas met¨¢licas con paneles de cristal que respetan el estilo de las naves y de los garajes rehabilitados.
En los interiores destacan las paredes blancas, los techos soportados por complejas estructuras de vigas de madera y los suelos de cemento lavado. Los amantes del minimalismo obtendr¨¢n una experiencia art¨ªstica s¨®lo con observar los diferentes dise?os de los suelos de cemento. Y los espacios son en algunos casos enormes, como el de la galer¨ªa Gagosian de la calle 24 con la avenida 11, que en estos d¨ªas expone una envolvente serie de pinturas de Richard Serra.
Grandes y peque?os
No todas las galer¨ªas son as¨ª de poderosas. Justo enfrente de la Gagosian se encaraman sobre un garaje de taxis dos muy peque?as: Liebman Magnan y Jossi Milo. La galer¨ªa Paula Cooper, por ejemplo, cuenta con un par de espacios en la calle 21: uno amplio donde se exponen hasta el 12 de octubre obras de Jo Baer, Dan Flavin, Sol Lewitt y Tony Smith, y otro reducido, cruzando de acera, que permite descubrir accediendo por unas empinadas escaleras los delicados dibujos de Michael Hurson basados en la obra maestra de Seurat, Un domingo por la tarde en la isla de la Grande Jatte. Grandes o peque?os, adem¨¢s de los espacios a pie de calle, algunos edificios industriales albergan hasta una veintena de galer¨ªas distribuidas en un laberinto de pasillos y plantas.
Para no perderse en esta vivificante locura del arte, lo mejor es seguir el plano-gu¨ªa ChelseArt, que se consigue en cualquiera de las galer¨ªas.
Y el recorrido termina en los bares y restaurantes que van surgiendo y poni¨¦ndose de moda en esta zona y en la zona lim¨ªtrofe, la del distrito de los mataderos (meat-packing district), todav¨ªa albergue de legendarios antros de perdici¨®n. Con la reforma peatonal de los cercanos muelles del r¨ªo Hudson y de la v¨ªa de tren elevada que une los distritos, ambas ¨¢reas se consagrar¨¢n como indispensables en la ciudad. Los neoyorquinos ya barajan acr¨®nimos como el del barrio del arte de anteriores d¨¦cadas, el SoHo (South of Houston). ?ChelPack? ?MeaChel? ?MeatSea?
PISTAS B?SICAS
- Dia Center for the Arts (00 1212 989 55 66). 548, West 22th Street.
- The Kitchen (00 1212 255 57 93). 512, West 19th Street.
- Plano-gu¨ªa ChelseArt. Se obtiene gratis en las galer¨ªas. Una peque?a selecci¨®n: Gagosian, Barbara Gladstone, Sean Kelly, Matthew Marks, Cheim&Read, Paula Cooper, PaceWildenstein, Max Protetch, Marlborough, 303, Rare, Paul Kasmin.
- Empire Diner (00 1212 243 27 36). 210, 10th Avenue. Un cl¨¢sico de la ciudad, estilo Batman.
- Bottino (00 1212 206 67 66). 246, 10th Avenue. Con jard¨ªn.
- La Luncheonette (00 1212 675 03 42). 130, 10th Avenue. Especialidades del suroeste de Francia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.