El PSC propone crear un registro de seguros de vida que pueda ser consultado por los beneficiarios

Cada vez son m¨¢s los ciudadanos que contratan un seguro de vida, pero pocos saben que las compa?¨ªas aseguradoras no est¨¢n obligadas a comunicar a los beneficiarios la existencia de esa p¨®liza cuando el titular fallece. Para corregir este d¨¦ficit de informaci¨®n, el grupo parlamentario PSC-CpC ha presentado una proposici¨®n no de ley en el Parlament, que se votar¨¢ ma?ana, que insta a la creaci¨®n de un registro de los contratos de seguros de vida para que pueda ser consultado por los posibles beneficiarios.

La contrataci¨®n de seguros de vida est¨¢ creciendo a buen ritmo. En el primer trimestre de este a?o se contabilizaron en toda Espa?a algo m¨¢s de 16 millones de p¨®lizas de este ramo, lo que representa un incremento del 9,49% si se compara con el mismo periodo de 2001, seg¨²n datos de la patronal de las compa?¨ªas aseguradoras, Unespa. En total, se han pagado primas de seguros por valor de m¨¢s de 92.000 millones de euros y casi el 28% corresponde a ciudadanos catalanes.

El seguro de vida m¨¢s contratado es el que tiene cobertura por fallecimiento; seis de cada 10 p¨®lizas suscritas corresponden a esta modalidad. Los beneficiarios de estos seguros suelen ser los familiares m¨¢s pr¨®ximos del titular que, una vez fallecido, deben percibir el capital que se ha asegurado. Sin embargo, en muchos casos s¨®lo la persona que ha suscrito la p¨®liza conoce su existencia; en otros, el beneficiario es una persona que no se imagina que es la que debe recibir el dinero. En ambas circunstancias, es probable que los fondos depositados por el titular no lleguen a sus manos. Adem¨¢s, si no lo descubren en un plazo m¨¢ximo de cinco a?os, habr¨¢n perdido el derecho a reclamar esa cantidad.

'Armarse de paciencia'

'Hay que armarse de paciencia'. ?se el consejo que da Carme Benet, cuyo ex marido falleci¨® hace dos a?os. Desde entonces, ha batallado para averiguar si en vida hab¨ªa contratado un seguro de vida a nombre de alguno de sus tres hijos. Y todav¨ªa est¨¢ en ello. La entonces esposa del fallecido se ha negado en rotundo a facilitarle la informaci¨®n y Carme ha ido 'banco por banco' y ha recorrido 'todas las compa?¨ªas aseguradoras'. Benet no entiende por qu¨¦ existe un registro ¨²nico centralizado para los seguros de veh¨ªculos y, en cambio, no ocurre lo mismo con los de vida. 'Me habr¨ªa ahorrado este calvario', lamenta.

Situaciones como ¨¦sta llevaron al diputado socialista ?lex Masllorens a presentar hace unos meses una proposici¨®n no de ley en el Parlament que se votar¨¢ ma?ana y que insta al Gobierno catal¨¢n a proponer al Ejecutivo central la creaci¨®n de este registro para los seguros de vida en el ¨¢mbito estatal. De este modo, cuenta Masllorens, los afectados podr¨¢n certificar si son o no beneficiarios de la p¨®liza y, adem¨¢s, podr¨¢n realizar la gesti¨®n de inmediato, con lo que no prescribir¨¢ su derecho a percibir el dinero.

En el registro, que se actualizar¨ªa peri¨®dicamente, deber¨ªan constar los datos del titular de la p¨®liza, el beneficiario y el montante asegurado, y se deber¨ªa garantizar su acceso a cualquier ciudadano interesado -o a sus abogados o notarios- tras el fallecimiento de una persona.

La patronal de las compa?¨ªas aseguradoras, Unespa, est¨¢ de acuerdo con esta iniciativa e incluso propone extenderla a otros instrumentos de dep¨®sito como cuentas corrientes o participaciones en fondos de inversi¨®n. Pero con algunos matices. Dado que cualquier persona puede ser beneficiaria de un seguro de vida, no hay forma de limitar el acceso al registro y ello, seg¨²n Unespa, puede traducirse en una supuesta violaci¨®n del derecho a la intimidad de los titulares de la p¨®liza. La patronal esgrime tambi¨¦n posibles errores y confusiones en el caso de que el titular cambie al beneficiario del seguro en su testamento sin comunicarlo a la compa?¨ªa aseguradora, ya que, en este supuesto, el testamento es el documento que prevalece.