Asuntos Sociales pide las c¨¢rceles de Algeciras y Huelva para convertirlas en centros de reforma de menores

'Necesitamos 1.000 plazas en centros de reforma de menores para trabajar en condiciones', declar¨® ayer en C¨®rdoba Mar¨ªa del Carmen Belinch¨®n, directora general de Reforma Juvenil de la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales. El n¨²mero actual de plazas para menores infractores de la ley en la comunidad andaluza est¨¢ en torno a 350, de modo que la diferencia es de 650; Belinch¨®n se?al¨® que, a pesar de que se han abierto seis centros ¨²ltimamente, 'no tienen capacidad suficiente'. Para paliar estas carencias, la directora general sugiri¨® que se pusiesen a disposici¨®n de Asuntos Sociales centros penitenciarios en desuso, como las antiguas prisiones de Algeciras y Huelva. En esta ¨²ltima provincia, concret¨®, ser¨ªa especialmente conveniente, porque es la ¨²nica que no cuenta con recursos para medidas de privaci¨®n de libertad.

Belinch¨®n record¨® que Andaluc¨ªa es la comunidad en la que m¨¢s incidencia ha tenido la Ley del Menor, que entr¨® en vigor hace poco menos de dos a?os, no s¨®lo porque la poblaci¨®n joven es mayor que en ninguna otra regi¨®n, sino porque existe un flujo constante de menores provenientes de otros pa¨ªses. 'Pero el porcentaje de inmigrantes en centros de reforma es bajo', advirti¨®, 'son m¨¢s los que requieren protecci¨®n'.

La directora general explic¨® que las medidas de privaci¨®n de libertad se cumplen ¨ªntegramente en el caso de los menores. Desde que comenz¨® a aplicarse la nueva ley, por los centros andaluces han pasado unos 800 j¨®venes; y de los 350 que est¨¢n actualmente privados de libertad, 144 se encuentran entre los 18 y los 22 a?os.

?stos, aclar¨®, suelen ser los m¨¢s problem¨¢ticos: 'Vienen de prisi¨®n y no se adaptan al trabajo individualizado ni a tener un educador encima, no quieren este programa, tardan en asumir las nuevas pautas de conducta y generan conflictos'.

Belinch¨®n indic¨® que en estos centros 'se trabaja para que los menores asuman su responsabilidad penal'. Aclar¨® que estos j¨®venes 'tienen un sentimiento de impunidad impresionante' y 'son una poblaci¨®n inteligente, con una enorme capacidad de adaptaci¨®n'. A su juicio, entra dentro de la normalidad que se produzcan fugas y enfrentamientos, como el altercado de la semana pasada en el centro de reforma semiabierto de Sierra Morena en C¨®rdoba, en el que cuatro j¨®venes destrozaron los techos, las paredes y el mobiliario de sus habitaciones. 'Para responder a eso est¨¢n los equipos especializados', resalt¨®.