Formaci¨®n deportiva

En su d¨ªa tratamos de encaminar a nuestros hijos hacia la pr¨¢ctica del deporte porque pensamos que as¨ª potenci¨¢bamos valores como ilusi¨®n, trabajo cooperativo, respeto a normas, talante democr¨¢tico... Pero en la escuela de f¨²tbol Aldaia Uni¨®n Deportiva, entidad subvencionada con dinero p¨²blico a trav¨¦s del Ayuntamiento, no parecen entender esos objetivos y valores. Nuestros hijos, ilusionados y motivados, se han visto privados de esa posibilidad con la reducci¨®n de equipos: sin previa aclaraci¨®n de criterios han sido eliminados de las listas de esta pr¨®xima temporada. Explicaciones arbitrarias y vacilantes no han podido evitar la enorme decepci¨®n y desasosiego de los chicos y de sus familias. Desprecio absoluto hacia unos muchachos, algunos de 10 a?os, que no pueden entender por qu¨¦ se les aparta. Nuestro desconcierto como padres procede del desconocimiento de esa gesti¨®n: ?Hay un proyecto deportivo? ?Tiene ¨¦ste el visto bueno de la concejal¨ªa de deportes? ?Por qu¨¦ no hay transparencia en los criterios utilizados para seleccionar a unos y a otros no? ?C¨®mo es posible que se mantengan con dinero e instalaciones p¨²blicas entidades que pretenden ser formativas, donde la falta de sensibilidad y las formas autoritarias son una constante en su actuaci¨®n, m¨¢xime cuando en el mismo municipio hay otra escuela, Aldaia Club de F¨²tbol, que s¨ª observa esta dimensi¨®n educativa?

Es nuestro inter¨¦s dar conocimiento de este tipo de actuaciones, para que se tome conciencia de la impotencia de unos chicos y de sus padres, que, como ciudadanos, pagan sus impuestos. Y no nos vale la respuesta de que es una entidad aut¨®noma que tiene sus propias normas: no con nuestro dinero p¨²blico.-