Una frontera todav¨ªa permeable al terrorismo
Noventa y cinco etarras se encuentran detenidos en c¨¢rceles francesas, 31 de ellos condenados en firme, lo cual implica que la organizaci¨®n terrorista ya tiene aproximadamente a uno de cada cinco presos al norte de los Pirineos. La novedad no es que la muerte llegue desde Francia, como sostienen con frecuencia las autoridades espa?olas, sino la rapidez con que se producen los relevos de los jefes etarras a medida que son arrestados, sin que esto detenga la ola de atentados. En todo caso, nadie puede negar la tenacidad con la que la polic¨ªa francesa les persigue, buena prueba de una cooperaci¨®n que fue importante con el Gobierno de Lionel Jospin y contin¨²a si¨¦ndolo con el actual Ejecutivo conservador.
Stoller: 'Los 'comandos' de ETA siempre han pasado la frontera, pero no es lo mismo hacerlo a trav¨¦s de senderos que ir y venir tranquilamente como lo hacen ahora'
Por el contrario, no cabe esperar que Par¨ªs mande registrar las sedes de Batasuna, ni que practique redadas masivas; al menos, mientras sus militantes no se vuelquen sobre el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s y eso se traduzca en violencia. El problema grave para el Gobierno de Par¨ªs es que la presi¨®n espa?ola facilitar¨¢ el paso de militantes deseosos de buscar refugio en su territorio, no para pedir 'asilo pol¨ªtico' -un concepto sin sentido entre ciudadanos de los pa¨ªses regidos por el Tratado de Schengen-, sino con la intenci¨®n de proseguir unas actividades que siguen siendo legales en Francia.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, visit¨® Madrid a principios de agosto y fue informado de las intenciones espa?olas respecto a la ilegalizaci¨®n de Batasuna. Sin embargo, y tras la orden de cierre de las sedes del partido, dictada por el juez Garz¨®n, el Gabinete de Sarkozy desminti¨® haber recibido demanda espa?ola alguna para hacer lo propio en territorio franc¨¦s.
La frialdad de Perben
El ministro de Justicia, Dominique Perben, ha enfriado a¨²n m¨¢s el entusiasmo con el que se hab¨ªa anunciado una comisi¨®n rogatoria del juez Garz¨®n. 'Es preciso que el proceso espa?ol est¨¦ terminado', coment¨® Perben a la salida de un reciente Consejo de Ministros, pero fue m¨¢s lejos: 'Yo no estoy seguro de que sea la f¨®rmula adecuada', contest¨® a una pregunta sobre la demanda judicial para prohibir las actividades de Batasuna en Francia. Al cierre de esta informaci¨®n, el jueves pasado, la comisi¨®n rogatoria del juez Garz¨®n continuaba sin llegar a Par¨ªs.
La presi¨®n pol¨ªtica y judicial contra Batasuna en Espa?a se suma a la insistencia del Gobierno de Aznar sobre sus colegas franceses para que aumenten los medios dedicados a la lucha antiterrorista. Y no s¨®lo los policiales. Por ejemplo, las autoridades espa?olas consideran incomprensible que la juez antiterrorista Laurence Le Vert cuente s¨®lo con una secretaria, mientras cada juzgado de la Audiencia Nacional espa?ola dispone de decenas de funcionarios. Pero fuentes judiciales y pol¨ªticas de Francia rechazan con la m¨¢xima energ¨ªa la hip¨®tesis de que no acaban con ETA porque no ponen suficiente voluntad: 'En Francia existen terroristas corsos a los que el Estado querr¨ªa echar el guante, empezando por Yvan Colonna [el asesino del prefecto Claude Erignac], y ya han transcurrido cinco a?os sin que haya sido posible conseguirlo', alega una de esas personas, como demostraci¨®n de que a veces resulta imposible detener incluso a quien proporcionar¨ªa muchos m¨¢s votos y aplausos de los que suscita en Francia la detenci¨®n de etarras.
'El problema es la permeabilidad de la frontera', explica la ex jefa de la fiscal¨ªa antiterrorista Ir¨¨ne Stoller, quien se ampara en su jubilaci¨®n para lanzar debates a los que no se atreven otros colegas en activo. 'Se pueden mejorar los equipos policiales conjuntos todo lo que se quiera, pero nada puede sustituir al control que llevaba la Polic¨ªa del Aire y de las Fronteras (PAF), que anotaba las matr¨ªculas de cada veh¨ªculo que pasaba y manten¨ªa un filtro permanente del tr¨¢fico de personas y mercanc¨ªas'.
Stoller -13 a?os en la lucha contra ETA, 30 sumarios en sus manos- lamenta la constante acusaci¨®n espa?ola de que los coches bomba vienen de Francia. A su juicio, 'levantar los controles fronterizos ha permitido a los comandos moverse como quieren'. ?Acaso no hab¨ªa atentados en Espa?a cuando exist¨ªan tales controles? 'Los comandos de ETA siempre han pasado la frontera', reconoce Stoller, 'pero no es lo mismo hacerlo a trav¨¦s de senderos escondidos o arriesg¨¢ndose clandestinamente en camiones y trenes que ir y venir tranquilamente como lo hacen ahora'.
Y si la muerte viene de Francia tambi¨¦n es porque hay franceses seducidos por ETA, a pesar de la sangre vertida. Al menos una docena de los detenidos actuales son de esta nacionalidad, aunque su capacidad mort¨ªfera no haya alcanzado la del 'comando franc¨¦s' dirigido por Henri Parot, que fue desarticulado en Espa?a tras haber matado a 38 personas. Los actuales etarras franceses parecen dedicados m¨¢s bien a tareas de infraestructura y apoyo: como St¨¦phane Robidart, arrestado junto a Txapote, o Laurentxa Beyrie, detenida junto a un grupo dedicado, seg¨²n la polic¨ªa, a la formaci¨®n de terroristas.
La disoluci¨®n de partidos
La prioridad absoluta de las autoridades francesas es impedir la importaci¨®n del independentismo vasco en el territorio bajo su soberan¨ªa. Si esto ocurriera, ser¨ªa casus belli. Ni el Parlamento ni el poder judicial pueden intervenir en la creaci¨®n ni en la disoluci¨®n de partidos pol¨ªticos en Francia, que es competencia exclusiva del poder ejecutivo, pero el Gobierno de Jean-Pierre Raffarin ya ha demostrado que, llegado el caso, la ejerce: llevaba tres meses cuando declar¨® ilegal a Unidad Radical, el grupo de extrema derecha al que perteneci¨® el autor del atentado frustrado contra Jacques Chirac.
Adem¨¢s, el nuevo Gobierno de Par¨ªs se encuentra en plena revisi¨®n de su postura frente a los antiguos miembros de las Brigadas Rojas italianas, 'refugiados' en Francia con anterioridad al Tratado de Schengen, al amparo de una promesa hecha en 1985 por el entonces presidente, Fran?ois Mitterrand. El grupo en cuesti¨®n, que comprende un centenar de personas, se ha visto sorprendido por la entrega a Italia de uno de ellos, Paolo Persichetti, con 22 a?os de c¨¢rcel pendientes por el asesinato de un general. Los afectados han denunciado a Chirac la 'traici¨®n anunciada (...) moralmente injustificable', de la que se consideran v¨ªctimas.
La revisi¨®n de estos casos y la disoluci¨®n del partido Unidad Radical anuncian una actitud mucho m¨¢s dura por parte del Gobierno de Raffarin. En realidad es una vuelta a la actitud observada por Chirac cuando fue primer ministro, entre 1986 y 1988, el periodo en el que se decret¨® la disoluci¨®n de Iparretarrak por 'atentar a la integridad del territorio nacional, sustrayendo todo o parte del departamento de Pirineos Atl¨¢nticos a la soberan¨ªa francesa', adem¨¢s de 'provocar actos de terrorismo en Francia o en el extranjero'.
El argumento del ataque a la integridad territorial tambi¨¦n fue invocado en otros decretos de la misma ¨¦poca que disolvieron distintos grupos corsos. Con estos antecedentes en la mano, no habr¨¢ oportunidad en Francia para un grupo pol¨ªtico que reivindique o defienda la amputaci¨®n del territorio bajo su soberan¨ªa.
A corto plazo, todo depender¨¢ de c¨®mo act¨²e Batasuna. El pr¨®ximo fin de semana, sin ir m¨¢s lejos, este partido tiene anunciada una manifestaci¨®n en Bayona bajo el lema Euskaldunak ilegalak (Vascos ilegales). Democracia para el Pa¨ªs Vasco, precedida de un manifiesto en el que se afirma que prohibir Batasuna es 'una violaci¨®n de los derechos universales, como el de reunirse, expresarse o manifestarse'.
Las bases del nacionalismo
POR EL MOMENTO, BATASUNA impresiona poco a las fuerzas vivas de la capital francesa, ni siquiera preocupadas por el conjunto del nacionalismo en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. De las 240.000 personas incluidas en el censo electoral de las tres circunscripciones vascas, las opciones nacionalistas recibieron 9.640 sufragios. Ahora bien, la dimensi¨®n cambia cuando se observa lo que ocurre detr¨¢s de Bayona, Biarritz y dem¨¢s fachadas encantadoras del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, que viven principalmente de las pensiones de jubilaci¨®n y del sector servicios. Porque en esos apacibles lugares, a pocos minutos de los ardientes territorios al sur de la frontera, Batasuna recogi¨® 891 votos en la segunda vuelta de las ¨²ltimas elecciones legislativas, celebrada el 16 de junio: casi el doble de los obtenidos una semana antes, en la primera vuelta. Era la primera vez que Batasuna se presentaba como tal e hizo una campa?a enorme, con abundancia de dinero y despliegues de actos, coches y carteler¨ªa. Los candidatos no pidieron el voto para s¨ª mismos, sino que llamaron a entregar en la urna unas papeletas en las que estaba escrita la palabra 'Democracia': un voto nulo, desde el punto de vista de la legalidad francesa, que s¨®lo buscaba medir la simpat¨ªa que despierta su causa. Algo m¨¢s de 500 personas siguieron la consigna en la primera vuelta -frente a los 7.570 votos de Abertzaleen Batasuna (que no acepta el terrorismo ni los referendos de autodeterminaci¨®n) y los escasos 2.000 del PNV- y subieron a 891 en la segunda, cuando Batasuna insisti¨® en pedir a la gente que depositara su papeleta, cuando ya los dem¨¢s candidatos nacionalistas hab¨ªan sido elegidos o se hab¨ªan retirado en caso de no alcanzar el m¨ªnimo requerido para pasar a la segunda. De momento, Batasuna lleva en Francia una existencia p¨²blica normal. En la subprefectura de Bayona consta una primera declaraci¨®n, fechada el 25 de junio de 2001, en la que Batasuna describ¨ªa su objeto como el de 'promover y defender los derechos individuales y colectivos, as¨ª como la democracia en el Pa¨ªs Vasco'. En esa declaraci¨®n se?alaba como sede social el n¨²mero 38 de la calle de Cordeliers, en la Petite Bayonne (el casco viejo). Anticip¨¢ndose a la ilegalizaci¨®n, y quiz¨¢ para protegerse mejor frente a un registro policial, Batasuna transfiri¨® la sede desde Bayona al peque?o pueblo de Saint-Palais, cinco meses m¨¢s tarde. Y la implantaci¨®n contin¨²a: un alto cargo de la Administraci¨®n central afirma que se han observado proyectos para la compra de media docena de bares (?posibles herrikotabernas?) en suelo vasco franc¨¦s.
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