El regreso de 'la negra sombra'
La enfermedad de Molina, la ¨²ltima calamidad que ha golpeado en los ¨²ltimos tiempos al Deportivo
El Deportivo volvi¨® ayer a suministrar carnaza a los supersticiosos. Con Molina ya en Valencia, a punto de iniciar su tratamiento m¨¦dico contra su c¨¢ncer testicular, el entrenador del equipo gallego, Javier Irureta, incorpor¨® a un tercer portero a la plantilla, David Y¨¢?ez, un chico del filial. A los pocos minutos de empezar el entrenamiento con el primer conjunto, David se torci¨® un dedo y tuvo que retirarse. Se trata de un esguince sin demasiada gravedad, pero en las circunstancias actuales la cosa m¨¢s nimia se vive con inequ¨ªvoca aprensi¨®n en A Coru?a. El tumor de Molina ha sido la ¨²ltima de una larga serie de calamidades padecidas en el ¨²ltimo a?o por el Depor, un club que siempre arrastr¨® consigo cierta leyenda negra.
Si se hiciese una selecci¨®n de las im¨¢genes m¨¢s dram¨¢ticas del f¨²tbol espa?ol en los ¨²ltimos meses, el Deportivo acaparar¨ªa el protagonismo. En esa triste antolog¨ªa deber¨ªan figurar por fuerza la espeluznante escena del choque entre Manuel Pablo y Giovanella, en septiembre de 2001; la brutal entrada de Pe?a a Valer¨®n, y la rueda de prensa de Molina anunciando su retirada temporal. No fue de extra?ar, pues, que Mauro Silva exclamase al conocer el grave problema de su compa?ero: 'Nos pasan muchas cosas raras'. Irureta tambi¨¦n estaba abatido -'esto es un golpe moral muy fuerte'-, aunque no quiso profundizar en la sucesi¨®n de desgracias. Prefiri¨® despacharlo todo como 'gajes del oficio'.
Pero el entrenador conoce mejor que nadie el memorial de agravios que podr¨ªa presentar el Depor contra la fortuna. En las dos ¨²ltimas temporadas, rara ha sido la semana que Irureta no ha tenido que enfrentarse a tres o cuatro bajas de seria importancia. Las desgracias se han concentrado en los puntos vitales del equipo y en futbolistas que estaban en la cima. Cuando se rompi¨® la tibia y el peron¨¦, Manuel Pablo era el mejor lateral derecho de Espa?a y uno de los pocos jugadores con puesto fijo en la selecci¨®n. Un a?o despu¨¦s s¨®lo ha disputado un partido, de la Copa del Rey, y cinco minutos del ¨²ltimo choque de Liga. Otro tanto le ocurri¨® a Valer¨®n, aunque su fractura de peron¨¦ sea mucho menos grave: la entrada de Pe?a trunc¨® el mejor momento de su carrera.
El infortunio deportivista tambi¨¦n ha mostrado una sa?a especial con los reci¨¦n llegados. Djorovic fue el curso pasado el gran refuerzo para la defensa, pero se lesion¨® muy pronto y apenas pudo jugar en toda la temporada. Luego, recay¨® en el verano y tampoco empez¨® el actual. No hay problema, pens¨® el deportivismo. All¨ª estaba la flamante adquisici¨®n para la defensa, el central portugu¨¦s Andrade, uno de los fichajes m¨¢s caros del mercado. No pas¨® del primer partido de la Liga contra el Betis, en el que se rompi¨® un dedo del pie. En la defensa, Irureta ya hab¨ªa sufrido en las dos ¨²ltimas campa?as las largas lesiones de C¨¦sar y Donato, que ha vuelto recientemente al equipo tras una ausencia de casi medio a?o.
Tampoco Trist¨¢n pudo empezar la temporada por una lesi¨®n de tobillo que padeci¨® en el Mundial. El a?o pasado ya se hab¨ªa lastimado en un entrenamiento de la selecci¨®n y no pudo jugar un partido decisivo contra el Valencia con el t¨ªtulo en juego. V¨ªctor, Makaay y Amavisca engordan la lista de jugadores que han sufrido lesiones de cierta consideraci¨®n.
Por cosas parecidas a ¨¦stas, el lenguaje castizo bautiz¨® al Atl¨¦tico como El Pupas. El deportivismo, m¨¢s propenso a la iron¨ªa l¨ªrica, se inspir¨® en un c¨¦lebre y t¨¦trico poema de Rosal¨ªa de Castro para concluir que a su equipo lo persegu¨ªa una 'negra sombra'. La leyenda se aliment¨® durante la interminable traves¨ªa del desierto de Segunda -18 a?os de penalidades- y alcanz¨® resonancia internacional con el penalti fallado por Djukic en el ¨²ltimo minuto de la Liga 1993-94, el desenlace m¨¢s tr¨¢gico de toda la historia del campeonato y que cost¨® el t¨ªtulo.
Y, con todo, el Depor ha sido capaz de sobreponerse a toda esa carga de fatalismo. Entre desgracia y desgracia, el equipo no ha perdido el vuelo. Puede que lleve raz¨®n Irureta cuando pregona que en el Depor 'nadie es imprescindible'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.