Copa Am¨¦rica virtual

Subirse a un velero de varios centenares de miles de euros no est¨¢ al alcance de todo el mundo. Hacerlo formando parte de una tripulaci¨®n de una regata, menos. Para quienes sue?an con empaparse de mar y viento, Duran lanza la segunda parte de su simulador de vela que ampl¨ªa y mejora la versi¨®n original. Si usted no sabe qu¨¦ significa babor, trasluchada, bordo o spinnaker, debe desembarcar de inmediato porque este juego es para regatistas vocacionales y no para marineros de agua dulce. Aprovechando la potencia de c¨¢lculo de los actuales ordenadores y tirando de la potencia gr¨¢fica de las tarjetas 3D, Duran trae a la pantalla una recreaci¨®n realista del mundo de las regatas usando cinco escenarios reconocibles a simple vista y las reglas internacionales de navegaci¨®n. La bah¨ªa de San Francisco, La Trinit¨¦ sur Mer, Porto Cervo, Cowes y la bah¨ªa de Auckland, en Nueva Zelanda, ver¨¢n desfilar los distintos tipos de embarcaciones disponibles para el jugador, desde las Copa Am¨¦rica y Melges 24 hasta las multicasco Open 60 y Spit fire. A golpe de rat¨®n o mediante las teclas es posible participar en cuatro modalidades de regatas que incluyen el duelo y la competici¨®n en compa?¨ªa a trav¨¦s de la red local o Internet. Tras elegir embarcaci¨®n y el tipo de carrera, el puesto del patr¨®n queda en manos del jugador. A ¨¦l corresponde elegir las velas que se debe izar, el rumbo que hay que seguir y el equilibrado del casco mediante el desplazamiento de la tripulaci¨®n.

Una flecha frente al barco indica la direcci¨®n del viento. ?sta var¨ªa de color seg¨²n el aprovechamiento del mismo; se vuelve de color verde cuando las condiciones son ¨®ptimas y, por tanto, se alcanza la mayor velocidad. Una barra indica el rumbo y la velocidad del viento, mientras que en la parte derecha se muestra el equilibrado. El desarrollo de la carrera puede observarse desde tres puntos de vista que van desde la cenital, menos espectacular pero muy pr¨¢ctica para desarrollar una t¨¢ctica ganadora, hasta la subjetiva desde el puesto del patr¨®n. En esta ¨²ltima se aprecian los tremendos sonidos que se oyen en una de estas embarcaciones, como el estruendo de las olas al chocar contra el casco, las fuertes rachas de viento o el estremecedor crujir de los m¨¢stiles soportando la presi¨®n a la que son sometidos.