Una confusa amalgama de organizaciones de Irlanda luchan para lograr el 'no' a Niza
Los irlandeses votar¨¢n de nuevo el s¨¢bado sobre el ¨²ltimo tratado de la Uni¨®n Europea
Como hace 16 meses, una confusa amalgama de formaciones pol¨ªticas y ciudadanas pide a los irlandeses que se opongan de nuevo al Tratado de Niza, por considerar que menoscaba la soberan¨ªa del pa¨ªs. Nacionalistas, pacifistas, europe¨ªstas, xen¨®fobos, enemigos de la construcci¨®n europea e incluso nazis coinciden, otra vez, en la defensa del no a Niza. Como hace 16 meses, las encuestas pronostican su derrota en la consulta del s¨¢bado, aunque el n¨²mero de indecisos no permite un pron¨®stico seguro. Ellos esperan que, como sucedi¨® en junio de 2001, salte la sorpresa.
Aunque entre los partidarios del no los extremos siempre se han tocado, la confirmaci¨®n de que uno de sus l¨ªderes, Justin Barret, tiene v¨ªnculos con organizaciones nazis y fascistas parece haber dejado demasiado ¨¢cida la vinagreta contestataria. Aunque Barret, l¨ªder de la potente Plataforma por el no a Niza, siempre ha estado en el mismo fiel de la balanza pol¨ªtica. Antes era conocido s¨®lo por sus campa?as antiabortistas y ahora por su tirria a la inmigraci¨®n, uno de sus puntos fuertes en su oposici¨®n al Tratado de Niza.
Otros partidarios del no est¨¢n menos escorados a la derecha. PANA (Alianza por la Paz y la Neutralidad) y AFRI (Acci¨®n desde Irlanda) se oponen porque ese acuerdo supone 'la militarizaci¨®n de Europa', explica Andy Storey, presidente de AFRI. Orgullosos del neutralismo de Irlanda y convencidos de que s¨®lo la ONU tiene legitimidad para declarar la guerra, reniegan de la pol¨ªtica europea de defensa. '?Por qu¨¦ no reconocen en el primer art¨ªculo sobre la defensa la supremac¨ªa de la ONU?', se pregunta el profesor John Maguire.
Para estos neutralistas, la declaraci¨®n realizada en el mes de junio por los Quince en Sevilla, en defensa del neutralismo irland¨¦s, no sirve 'porque no es una obligaci¨®n legal, s¨®lo es un compromiso pol¨ªtico'. Dicha declaraci¨®n, realizada a petici¨®n del primer ministro irland¨¦s, Bertie Ahern, es la ¨²nica concesi¨®n de los Quince -adem¨¢s de su prudente silencio sobre lo que de verdad piensan sobre el no irland¨¦s- para convencer a los votantes de que esta vez elijan la papeleta del s¨ª. Ese silencio es la coartada pol¨ªtica de algunos para dejar sola a Irlanda en el rechazo de un Tratado que no gusta a muchos de los firmantes.
'La defensa europea se va a basar en el poder nuclear de las dos potencias nucleares de la UE [Francia y Reino Unido]. Va a acabar siendo la ofensiva com¨²n europea', pronostica Carol Fox, de PANA.
Pero ?por qu¨¦ Niza es aceptable para los dem¨¢s pa¨ªses neutrales de la UE, pero no para Irlanda? Una pregunta tan sencilla saca de quicio a estos neutralistas. 'Porque no dejan votar a la gente', clama Fox. 'Si dejaran convocar referendos en esos pa¨ªses, tampoco se ratificar¨ªa', asegura, convencida de que ¨¦ste es el ¨²nico sistema democr¨¢tico. 'No respetan la democracia de esta isla', tercia de inmediato, casi a gritos, Roger Cole, presidente de la formaci¨®n.
Los verdes comparten todas esas inquietudes neutralistas y creen tambi¨¦n que Niza 'mina los valores democr¨¢ticos y las pr¨¢cticas de la UE', seg¨²n explica Dan Boyle, l¨ªder del Grupo Verde en el Parlamento irland¨¦s. Aqu¨ª los ecologistas son verdes en los dos sentidos: por su preocupaci¨®n por el medio ambiente y por su apego a la bandera. 'Vamos hacia un proceso de toma de decisiones que nos margina como pa¨ªs peque?o', denuncia.
'La calidad de la democracia se ha venido deteriorando y el Tratado de Niza acent¨²a el d¨¦ficit democr¨¢tico: la rotaci¨®n de los comisarios, la extensi¨®n del voto por mayor¨ªa cualificada y la p¨¦rdida del veto nacional en ¨¢reas en las que a¨²n es importante. El concepto mismo de las cooperaciones reforzadas cuestiona la idea de que la UE la forman un conjunto de Estados en plano de igualdad. Niza pone en marcha una Europa a dos velocidades', asegura.
Ampliaci¨®n sin Niza
Dan Boyle se despega de los grupos m¨¢s a la derecha que defienden el no e insiste en que la ampliaci¨®n de la UE es posible sin Niza. 'El mecanismo sobre ampliaci¨®n se puede poner en marcha con el actual Tratado de Amsterdam. Los candidatos pueden ingresar. Lo que hace el Tratado de Niza es aprovechar la ampliaci¨®n para poner en marcha una reforma institucional que nada tiene que ver con la ampliaci¨®n, para hacer unos cambios que no favorecen ni a los peque?os estados ni al ciudadano individual'.
El representante ecologista admite que puede haber un elemento ego¨ªsta en el no a Niza en un pa¨ªs que pasar¨¢ a ser un contribuyente neto despu¨¦s de recibir ayudas inmensas ('?sa puede ser la motivaci¨®n de alguna gente, pero no es la nuestra', puntualiza) y reconoce tambi¨¦n la extra?a amalgama de los enemigos del Tratado: 'S¨ª, hay bastantes diferencias. En la campa?a del no hay un elemento xen¨®fobo y odioso, basado en la ignorancia. No negamos eso. Pero nosotros no estamos en esa campa?a', concluye.
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