'El 'kickboxing' me da velocidad'

'Supongo que gran parte de la culpa la tiene Michael Chang', dice con su sonrisa casi permanente Paradorn Srichaphan al repasar su historia. Este tenista tailand¨¦s de 23 a?os (Bangkok, 14 de junio de 1979) es una de las revelaciones de la temporada. Comenz¨® el a?o como el 126? de la clasificaci¨®n mundial y lo terminar¨¢ probablemente entre los 20 primeros, pues ya est¨¢ en el puesto 28?. Esta semana, en el Masters de Madrid, sigue dando unas sorpresas que cada vez lo son menos: ha eliminado sucesivamente al brasile?o Gustavo Kuerten, al brit¨¢nico Tim Henman, el quinto del mundo, y, ayer, al croata Ivan Ljubicic (6-4 y 6-2). Hoy se enfrentar¨¢ al checo Jiri Novak, vencedor de Carlos Moy¨¤.

?Y por qu¨¦ Chang? Este norteamericano de origen asi¨¢tico se convirti¨® en uno de los ni?os terribles del tenis en 1989 al ganar el torneo de Roland Garros con s¨®lo 17 a?os. Por entonces, Srichaphan ten¨ªa diez y hac¨ªa tres que su padre, Chanachai, trataba de inculcarle este deporte igual que a sus dos hijos mayores, Naratorn y Tanakorn. Pero al menor le tiraba demasiado el kickboxing, mezcla de boxeo y patadas de artes marciales. Demasiada violencia...

Su progenitor, y a¨²n hoy su entrenador, encontr¨® en el gran ¨¦xito de Chang una excusa perfecta para que eligiera definitivamente la raqueta. 'Cada vez que pod¨ªa, me grababa partidos de Chang y me los mostraba una y otra vez. Enseguida se convirti¨® en mi ¨ªdolo, en el modelo a seguir. Y todav¨ªa lo es. Encima, nos hicimos amigos', cuenta Srichaphan o Chorip¨¢n, como le han apodado los espectadores del Rock¨®dromo madrile?o.

Budista, dice que reza todas las noches, pero no se considera un gran practicante religioso. Sin embargo, cada vez que puede mantiene un rito previo a los partidos: agarrar un poco del c¨¦sped cercano a la pista y guardarlo en su bolso. 'Me dio suerte en mi debut en el circuito', explica. Aun cuando no pueda hacerlo, est¨¢ claro que su tenis funciona en base a una derecha explosiva y una gran movilidad y tenacidad antes que a cuestiones de c¨¢bala. Este a?o ha ganado a estrellas como Andre Agassi en Wimbledon o el australiano Lleyton Hewitt, el n¨²mero uno, en Tokio, adem¨¢s de haberse convertido en el primer tailand¨¦s en ganar un torneo de la ATP, el de Long Island, en el que venci¨® al argentino Juan Ignacio Chela. En esos casos siempre viste una camiseta roja: 'Cuando llega el set definitivo, me gusta ese color: en mi pa¨ªs significa victoria'. Y vuelve sobre el kickboxing: 'Ahora no es m¨¢s que un hobby. Lo uso b¨¢sicamente como parte de mi entrenamiento. Me da velocidad de piernas. Trabaj¨¦ muy duro f¨ªsicamente en 2001 y ah¨ª est¨¢n los resultados. Otra de las claves es que antes intentaba pegar golpes ganadores de continuo y ahora s¨¦ esperar el momento de definir el punto'.

Despu¨¦s de cada partido, Srichaphan sigue una de las tradiciones tailandesas: saludar por igual a los cuatro lados del estadio con una reverencia. Y el p¨²blico le va haciendo su favorito. 'No s¨¦ si es porque resulto ex¨®tico, al haber tan pocos asi¨¢ticos en el tenis. Pero la gente se alegra con mis triunfos'.

Si Agassi opt¨® por la comida tailandesa en Madrid, Srichaphan no tiene problemas: 'Si puedo, la tailandesa. Si no, la china, la japonesa o la que haya'.