Tango grande
Un espect¨¢culo, El ayer, el hoy y el todav¨ªa, que toma su t¨ªtulo de Borges y quiere ser charla ilustrada. Con perchero, mecedora, taburete, atril y pianista. Pianista y tambi¨¦n sobrino, con los treinta por cumplir, al que Susana Rinaldi agradece su compromiso y su complicidad en un repertorio que, dice ella, los sabiondos consideran anacr¨®nico para su edad.
La cantante y actriz argentina se despoja del abrigo antes de afirmar que las canciones populares reflejan estados de la sociedad, y que cuentan historias y expresan demandas que hasta hoy no han encontrado soluci¨®n. Susana Rinaldi reivindica de forma apasionada la fuerza de denuncia social que tiene el tango canci¨®n. Nos habla de boliches de cuarta donde se cantaban tangos que bien podr¨ªan escribirse ma?ana, y de c¨®mo el tango canci¨®n lleg¨® a los teatros por primera vez y se propag¨® por el mundo. Y se pregunta qu¨¦ pensar¨ªa Disc¨¦polo si, como le ocurre a ella, oyera a alg¨²n joven m¨²sico tocando Uno en la calle.
Susana Rinaldi
Susana Rinaldi (voz) y Juan Esteban Cuacci (piano). C¨ªrculo de Bellas Artes. Madrid, 16 de octubre.
La Argentina que ella representa es muy superior a la de sus gobernantes. Es la de S¨¢bato y Cort¨¢zar, la de Horacio Ferrer y H¨¦ctor Negro, la de Homero Manzi y C¨¢tulo Castillo, la de Piazzolla o mujeres como Eladia Bl¨¢zquez, que pugnaron por entrar con sus composiciones en un mundo varonil. Con esos fraseos y silencios, que apoya en ademanes teatrales, Rinaldi se enfrenta a la miseria de los poderosos y el dolor de los desheredados. Aport¨® al tango una mirada diferente y su bendita rebeld¨ªa y, aunque todo parezca perdido, sabe que queda mucho por vivir.
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