Decepci¨®n
El domingo 13 de octubre, atra¨ªdo por un anuncio, me presento a las 17.00 en el mostrador de informaci¨®n de Fnac con ocho pel¨ªculas originales, aunque sin el estuche con el que me las vendieron, ya que, como, por otra parte, hacen muchos coleccionistas a fin de ahorrar espacio, las guardaba en cajas de cart¨®n en las que pegaba el programa de mano o una car¨¢tula.
Mi decepci¨®n fue enorme cuando la se?orita que me atendi¨® no quiso admitirme las pel¨ªculas con el pretexto de que, si bien no dudaba de que fuesen originales (que lo son), los ni?os de la ONG a los que van destinadas se merecen que las pel¨ªculas vayan en sus carcasas de pl¨¢stico.
Me hubiera parecido una raz¨®n suficiente si no fuera porque a su lado otra se?orita recog¨ªa tranquilamente varias pel¨ªculas de la colecci¨®n de un peri¨®dico que iban en estuches de cart¨®n y si no fuera porque en otras dos ocasiones anteriores han admitido mis pel¨ªculas originales sin ning¨²n problema.
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