'Ni me ha pesado el Madrid ni me siento un fracasado'
'Cuando vuelva por aqu¨ª, os la voy a liar'. As¨ª se despidi¨® Pedro Munitis de Jorge Valdano, el director general deportivo del Real Madrid, cuando a finales de agosto dej¨® el estadio Bernab¨¦u para regresar a Cantabria, a su Racing. Mitad broma, mitad picard¨ªa, el c¨¢ntabro dejaba entrever que no hab¨ªa dicho a¨²n su ¨²ltima palabra en el club blanco, al que sigue perteneciendo, que paga el 65% de su ficha anual y al que se enfrentar¨¢ hoy (20.30, Teletaquilla).
Hace dos a?os, Munitis (Santander, 1975; 136 partidos en la Primera Divisi¨®n, 18 goles marcados en ella y 21 veces internacional absoluto) sigui¨®, como otrora sus paisanos Gento, Marquitos, Miera, Pach¨ªn, Aguilar, Santillana, Amavisca o Helguera, el camino del paseo de la Castellana. Pero no triunf¨® como la mayor¨ªa de ellos. As¨ª, hubo de volverse, en calidad de cedido, a su Barrio Pesquero santanderino, junto a su entra?able abuela; casado con Ana, su novia de los ¨²ltimos ocho a?os, y con una Copa de Europa, una Supercopa y una Liga ganadas, pero tambi¨¦n con una sensaci¨®n agridulce.
'No soy un jugador de entre 15 y 20 minutos. Necesito tiempo, tranquilidad y confianza'
'En el Bernab¨¦u llor¨¦ de alegr¨ªa por los t¨ªtulos y de rabia por lo que me pas¨® al final'
Pregunta. ?De verdad se la quiere liar al Madrid?
Respuesta. Ya se la li¨¦ cuando a finales de la temporada 1999- 2000 le marqu¨¦ dos goles en su campo y el Racing le gan¨® por 2-4. Pero, si alguna vez vuelvo a acertar con la porter¨ªa madridista, no habr¨¢ en m¨ª un ¨¢pice de rencor.
P. ?Va a jugar con toda seguridad?
R. En mi contrato de cesi¨®n no figura nada al respecto y el Madrid tampoco me ha notificado nada. As¨ª que jugar¨¦ si [Manuel] Preciado [el t¨¦cnico] me considera titular.
P. Pero tiene contrato con el Madrid hasta junio de 2004 y es el club que paga la mayor parte de sus emolumentos.
R. Insisto, nadie me ha dicho que no pueda jugar. En esta campa?a, al menos para m¨ª, es tan importante que el Racing se quede en Primera, en la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol, que es la que le corresponde, como que el Madrid gane la Liga y la Copa de Europa.
P. ?Tiene el equipo de Ronaldo y Zidane que temer al Racing?
R. Por supuesto. Si no, que se lo pregunten al Deportivo o al Alav¨¦s. El Racing forma un bloque joven, agresivo y descarado y nadie gana actuando a la defensiva. Somos tan peligrosos como el que m¨¢s y ya lo hemos demostrado.
P. No se fue contento del Bernab¨¦u.
R. S¨®lo estaba inc¨®modo. All¨ª he pasado dos cursos muy intensos. Llor¨¦ de alegr¨ªa y de rabia. De alegr¨ªa, por los t¨ªtulos. De rabia, por lo que pas¨® en la parte final de la ¨²ltima temporada.
P. Del favor y el cari?o de la grada pas¨® a los silbidos...
R. De pronto, todo me pareci¨® incomprensible. Estoy convencido de que los pitos llegaron propiciados por la prensa.
P. ?Tan mal le trataron los periodistas?
R. La verdad es que no me sent¨ª bien tratado. Quiz¨¢ todo se debiera a mi forma de ser. M¨¢s de un informador no escribi¨® o habl¨® sobre m¨ª con objetividad. No soy una persona abierta. Me lo trago casi todo. Eso se traduce en momentos muy duros enfundado en una camiseta de tanto prestigio.
P. ?No se entendi¨® su juego, su personalidad?
R. Al ser introvertido, quiz¨¢ no tuve la habilidad de otros compa?eros. Hay quien sabe bailar el agua a los periodistas y le va mucho mejor.
P. Luego la conclusi¨®n es negativa.
R. Nada de eso. Sigo siendo jugador madridista hasta 2004 y no he dicho mi ¨²ltima palabra. En lo profesional, el balance ha resultado muy favorable a pesar de no ser titular.
P. Lo positivo...
R. En una plantilla de tanto nivel como la del Madrid, me fij¨¦ mucho en los compa?eros y progres¨¦ t¨¦cnicamente. Pero, sobre todo, madur¨¦ como futbolista. Me he hecho muy fuerte y he demostrado que soy capaz de soportar una presi¨®n como la del Bernab¨¦u.
P. Lo negativo...
R. No haber alcanzado la titularidad indiscutible. No ser capaz de desarrollar el juego que me exig¨ªan, quiz¨¢ porque no respond¨ªa a mis caracter¨ªsticas. Adem¨¢s, me qued¨¦ con la sensaci¨®n de no haber tenido las oportunidades y la confianza necesarias.
P. Aprendida la lecci¨®n, ?cambiar¨¢ su forma de ser?
R. Ni me ha pesado el Madrid ni me siento un fracasado. Lo baso todo en el trabajo y me limito a demostrar dentro de la cancha c¨®mo soy. Voy de cara y no puedo cambiar.
P. Le quer¨ªan muchos clubes, pero, al final, se conform¨® con el Racing.
R. No fue conformismo, sino que lo deseaba con ansiedad. Me pretendieron el Liverpool, el Alav¨¦s, el Espanyol y otros. Pero prefer¨ª volver a donde s¨¦ que me quieren y me tratan con cari?o. Retornar al Racing es todo un reto.
P. S¨ª, pero nada m¨¢s llegar dijo que el club c¨¢ntabro se hab¨ªa aprovechado de su situaci¨®n y que, en el fondo, no se interes¨® lo suficiente por sus servicios.
R. Porque nunca ocult¨¦ mis deseos. A trav¨¦s de mi representante, dej¨¦ ver claramente que quer¨ªa venir. El Racing, primero, no respond¨ªa, lo que demostraba poco inter¨¦s, y despu¨¦s se aprovech¨® en las negociaciones porque yo jugaba con las cartas marcadas.
P. La afici¨®n, a sus pies.
R. Por eso he vuelto. Por el cari?o del p¨²blico y porque ¨¦ste es un reto muy atractivo. No se olvide de que estoy acostumbrado a sufrir. No s¨®lo ha sido dif¨ªcil para m¨ª en el Madrid, pues en el Racing ya estuve, antes de ascender al primer equipo, cinco temporadas en la Tercera Divisi¨®n y tuve que emigrar a Badajoz.
P. ?Qu¨¦ le queda por demostrar?
R. Por ejemplo, que no soy s¨®lo un jugador explosivo, que he mejorado mi regate, que soy capaz de desequilibrar a cualquier defensa y, sobre todo, que ayudar¨¦ decisivamente a la permanencia del Racing. Tampoco soy futbolista para jugar tan s¨®lo entre 15 y 20 minutos. Necesito tiempo, tranquilidad y confianza y en El Sardinero la he encontrado.
P. ?Ha dicho adi¨®s a la selecci¨®n espa?ola?
R. No. Llegu¨¦ a ella cuando estaba en el Racing, no en el Madrid. Ahora puede ocurrir lo mismo. No guardo rencor alguno al seleccionador, lo mismo que antes tampoco preguntaba por qu¨¦ me convocaban. La vuelta es posible.
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