Palacio nombra nuevo representante en Irak y expedienta al encargado de negocios saliente

La ministra de Exteriores, Ana Palacio, se apresur¨® ayer a cerrar la crisis abierta en la embajada de Bagdad con el nombramiento de un nuevo encargado de negocios, Eduardo Fern¨¢ndez Quesada, y la apertura de expediente al representante dimisionario, Fernando Valderrama, por sus declaraciones a la prensa. Pero Palacio abri¨® un nuevo frente de pol¨¦mica al sugerir en la radio p¨²blica que 'el miedo' ha sido el verdadero y ¨²nico motivo de la dimisi¨®n de Valderrama. El comentario suscit¨® protestas de la oposici¨®n y un malestar extendido en la carrera diplom¨¢tica.

Pocos dudaban ayer en el Ministerio de Asuntos Exteriores de que el comportamiento del encargado de negocios, en funciones tras haber anunciado a los medios de comunicaci¨®n su renuncia al puesto, ha sido incorrecto. La raz¨®n es que ha aireado sus diferencias con la pol¨ªtica del Gobierno a trav¨¦s de la prensa.

En esto coinciden con el vicepresidente primero y ministro portavoz, Mariano Rajoy, que subray¨® ayer que todo funcionario debe mantener las posiciones del Gobierno al que representa 'independientemente de su ideolog¨ªa'; y con el secretario de Estado de Exteriores, Ram¨®n Gil-Casares, que insisti¨® en que primero conoci¨® la dimisi¨®n de Valderrama por los medios de comunicaci¨®n y luego recibi¨® su telegrama de renuncia.

Pero pocos diplom¨¢ticos acogieron con agrado que la ministra hablara claramente a primera hora de la ma?ana, en Radio Nacional de Espa?a, del 'miedo' de Valderrama como explicaci¨®n de la dimisi¨®n.

'Es un incidente menor que yo calificar¨ªa de triste', dijo la ministra, 'porque, en definitiva, se trata de una persona que no ha resistido un situaci¨®n de tensi¨®n y que, por otra parte, ha fabricada una coartada perfectamente desmontable'.

'Es un montaje para esconder en unas supuestas discrepancias', agreg¨® Ana Palacio, 'lo que en realidad ha venido planteando como una dificultad personal ante una situaci¨®n ante la que -en estos casos hay que ser as¨ª de claro- hay que decir que el miedo es libre'.

La ministra dijo tambi¨¦n que desde que regres¨® a Bagdad tras las ¨²ltimas vacaciones de verano, Valderrama hablaba obsesivamente de su seguridad en los telegramas. 'Hay que pensar', concluy¨®, 'que el estr¨¦s y los nervios pueden llevar a situaciones muy complicadas'.

Gil-Casares declar¨® ayer, por su parte: 'En tres ocasiones, durante este mes, le dije [a Valderrama] que si no se sent¨ªa con fuerzas para estar en Bagdad, que volviese, pero insisti¨® en que s¨ª y en que sus opiniones no eran discrepantes de las del Gobierno. Dijo que, salvo que se tomasen medidas m¨¢s graves, como el cierre de la representaci¨®n en Bagdad, pretend¨ªa quedarse'.

Valderrama declar¨® ayer en la capital iraqu¨ª que Palacio 'usa la t¨¦cnica sovi¨¦tica de poner en duda el equilibrio mental del disidente' y afirm¨® que las palabras de la ministra constituyen 'un acto de bajeza y de villan¨ªa poco compatible con sus profundas convicciones religiosas'.

En Madrid, la actitud 'poco elegante' de Ana Palacio que denunci¨® Manuel Mar¨ªn, portavoz de Exteriores socialista en el Congreso, fue calificada abiertamente de 'actitud lamentable' por el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, que expres¨® respeto por la decisi¨®n del encargado de negocios en Bagdad y dijo: 'Ning¨²n ministro se puede permitir ofender a un funcionario p¨²blico. El Gobierno de Espa?a y la ministra est¨¢n nerviosos porque se han quedado solos en su posici¨®n sobre la guerra de Irak'.

Izquierda Unida felicit¨® a Valderrama por su 'valerosa denuncia' y manifest¨® su 'indignaci¨®n' con la ministra, a la que pide formalmente que comparezca ante las Cortes para explicar lo ocurrido. Representantes de otros partidos, como CiU y el BNG, dijeron apoyar esta petici¨®n. Gil-Casares coment¨® que la comparecencia de la ministra le parece innecesaria.

Una opini¨®n significativa de la diplomacia espa?ola se?ala que este caso incide sobre 'un profundo malestar' debido a que 'el dedo pol¨ªtico de La Moncloa est¨¢ entrando a tales niveles en Exteriores que ya no parece reflejar s¨®lo un control del PP, sino un entramado de fidelidades personales a un grupo de personas en el poder'.

El nuevo encargado de negocios en Bagdad nombrado ayer carece de perfil pol¨ªtico relevante, a diferencia de Valderrama, que fue jefe de gabinete de Luis Y¨¢?ez en la Secretar¨ªa de Estado de Cooperaci¨®n, y es considerado filosocialista. Eduardo Quesada Fern¨¢ndez, de 56 a?os, ha tenido numerosos empleos, aunque ninguno de embajador, en Berl¨ªn, Pek¨ªn y varias capitales centroamericanas, pero es un ne¨®fito en el mundo ¨¢rabe, donde trabajar¨¢ desde ahora.