Kirguizist¨¢n, entre la apuesta por EE UU y el peligro isl¨¢mico
La alianza de Bush con Ak¨¢iev ha dado una nueva dimensi¨®n al juego de intereses de esta ex rep¨²blica sovi¨¦tica de Asia central
![Pilar Bonet](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F20305dc5-7626-4aae-ba59-6e4ab29f2aac.png?auth=637102860dc774e4edecc8d35394dc6e08d620e804b66b7dbdb83c18f1a37160&width=100&height=100&smart=true)
Estados Unidos se afianza en el coraz¨®n del Asia central ex sovi¨¦tica. Los 2.200 soldados de la coalici¨®n internacional acuartelados en la base de Ganci, en las cercan¨ªas de Bishkek, la capital de Kirguizist¨¢n, han dado una nueva dimensi¨®n al juego de intereses en esta ex colonia del imperio ruso, donde China aumenta su influencia y Rusia intenta no seguir perdiendo pie.
'No es f¨¢cil ser un pa¨ªs peque?o y con pocos recursos entre vecinos como los nuestros. La geograf¨ªa es un destino', dice el ministro de Exteriores de Kirguizist¨¢n, Askar Aitm¨¢tov, resumiendo la pol¨ªtica de un territorio monta?oso encajonado entre China, Tayikist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Kazajist¨¢n.
Los militares estadounidenses, que se instalaron en Ganci en diciembre tienen intenci¨®n de quedarse alg¨²n tiempo a juzgar por las obras de infraestructura y la ampliaci¨®n de pistas que llevan a cabo en el principal aeropuerto del pa¨ªs. En Kirguizist¨¢n, unos les ven como una fuente de ingresos que se reparte la ¨¦lite dirigente (el yerno del presidente Askar Ak¨¢iev es directivo de la empresa que abastece la base); otros consideran la coalici¨®n como un factor de seguridad, pero tambi¨¦n de riesgo por 'convertir a Kirguizist¨¢n en un posible blanco de los isl¨¢micos radicales'. Algunos, sintiendo la limitaci¨®n de Rusia, les imaginan como una garant¨ªa frente a los chinos.
Crecen las denuncias de nepotismo, corrupci¨®n, acoso a los medios y represi¨®n pol¨ªtica
Para mantener el inter¨¦s de Washington, los dirigentes kirguizos insisten en que el fundamentalismo isl¨¢mico es una amenaza para este pa¨ªs, que fue considerado el m¨¢s laico y el m¨¢s democr¨¢tico del Asia central ex sovi¨¦tica. La Administraci¨®n estadounidense ha anunciado que ayudar¨¢ a Kirguizist¨¢n con 90 millones de d¨®lares este a?o. En septiembre, George W. Bush recibi¨® a Ak¨¢iev, pero la fama de gobernante ilustrado, de doctor en F¨ªsica, se ha visto eclipsada por historias de nepotismo, corrupci¨®n, creciente acoso a los medios de comunicaci¨®n y represi¨®n de los opositores pol¨ªticos. Son muchos los decepcionados.
'Vamos por el camino de Uzbekist¨¢n', dice el diputado Tursunb¨¢i Bakir-ulu, ex jefe de la comisi¨®n de Derechos Humanos. En Uzbekist¨¢n se cuentan por miles los opositores que han ido a parar a la c¨¢rcel, han desaparecido o han tenido que exiliarse. En Kirguizist¨¢n hay cerca de 100 prisioneros pol¨ªticos, en su mayor¨ªa miembros de la secta musulmana Hizb-ut-Tajrir, seg¨²n calcula Ramaz¨¢n Dirild¨¢yev, un activista de derechos humanos. El preso m¨¢s conocido es el antiguo vicepresidente F¨¦lix K¨²lov, ex alcalde de la capital.
En lo que a libertad y democracia se refiere, la situaci¨®n ha empeorado. En marzo, seis personas murieron en la represi¨®n policial de una manifestaci¨®n en Aksy. Los manifestantes exig¨ªan la libertad del diputado Azimbek Beknaz¨¢rov, que acusaba al presidente de transgredir la Constituci¨®n por ceder a China 125.000 hect¨¢reas de terreno tras dos acuerdos bilaterales, ya ratificados. El general Isma¨ªl Is¨¢kov, presidente del comit¨¦ de Defensa del Parlamento, califica de 'traici¨®n' la entrega de territorio, que, seg¨²n ¨¦l, propiciar¨¢ m¨¢s reivindicaciones. 'Nunca hab¨ªamos tenido una relaci¨®n tan buena con China. El acuerdo cierra los problemas fronterizos y abre nuevas posibilidades de colaboraci¨®n', dice Aitm¨¢tov. Seg¨²n ¨¦l, de todas las fronteras de Kirguizist¨¢n, la china es la m¨¢s estable.
Pek¨ªn ha enviado su representante al centro antiterrorista del grupo de pa¨ªses de Shanghai, con sede en Bishkek, y estudia c¨®mo financiar un ferrocarril transcontinental que unir¨¢ China con Kirguizist¨¢n y Uzbekist¨¢n. El proyecto dar¨ªa una salida hacia Occidente independiente de Kazajist¨¢n, que dicta condiciones leoninas para el tr¨¢nsito hacia el norte.
Los dirigentes kirguizos se muestran obsequiosos y hasta serviles ante los chinos. En junio, un c¨®nsul chino y su conductor fueron asesinados en Bishkek. Las autoridades kirguizas dirigieron sus sospechas contra la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n del Turkest¨¢n Oriental, un grupo que propugna el separatismo de los uigures en la regi¨®n china de Xinjiang. A tenor de las informaciones kirguizas, EE UU incluy¨® esta organizaci¨®n en su lista de grupos terroristas.
El coronel Murat Seidim¨¢tov, del Servicio de Seguridad kirguizo, asegura que la secta Hizb-ut-Tajrir, el Movimiento Isl¨¢mico de Uzbekist¨¢n (MIU) y los separatistas uigures 'intentan coordinar sus flujos financieros'. 'Hay ciertos indicios para preocuparse', se?ala Seidim¨¢tov, que habla de 'escondrijos con armas' en diversas regiones y de intentos de los islamistas de aprovecharse de las tensiones en el sur, la zona m¨¢s pobre del pa¨ªs. Seidim¨¢tov lamenta que 'la legislaci¨®n sobre la libertad de conciencia sea muy liberal' y dificulte las detenciones de isl¨¢micos radicales. Con todo, las incursiones de bandas armadas desde Afganist¨¢n y Tayikist¨¢n, que Kirguizist¨¢n vivi¨® en los veranos de 1999 y de 2000, no han vuelto a producirse.
Seidim¨¢tov dice tener datos de combatientes que se desplazaban por Asia central al mando del uzbeko Jum¨¢ Namangan¨ª. 'Algunos intentan integrarse en la vida pac¨ªfica, pero hay gente que podr¨ªa volver a coger las armas'. Kirguizist¨¢n est¨¢ tan alerta con el separatismo de los uigures de la provincia de Xinjiang como con los brotes de fundamentalismo que surgen en las regiones fronterizas con Uzbekist¨¢n, que son la cuna del MIU.
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