El 'tigre celta' se relaja
Los empresarios tem¨ªan el 'no' en un momento en que se enfr¨ªa la econom¨ªa mundial y decaen las inversiones
'Ampliaci¨®n=Negocios=Empleo', rezaba una gran pancarta en la sede de la patronal irlandesa en Dubl¨ªn. El triunfo del s¨ª ha tranquilizado al mundo de los negocios y ha espantado el peligro de que el tigre celta, aletargado por la ca¨ªda de la actividad mundial, afrontar¨¢ las consecuencias de un no, poniendo en peligro su esplendoroso desarrollo econ¨®mico.
En 10 a?os, Irlanda ha pasado de ser uno de los m¨¢s pobres a tener una renta por habitante del 120% de la media europea. Bastante m¨¢s que sus vecinos y rivales brit¨¢nicos. Una combinaci¨®n de ayudas europeas y pol¨ªtica fiscal rayana en la competencia desleal explican el milagro. Irlanda era una de las cenicientas de Europa en 1990 y es ahora el segundo productor mundial de software. Mientras los europeos pagaban la educaci¨®n de los irlandeses y el saneamiento de su medio ambiente, el Gobierno consigui¨® atraer una cantidad colosal de inversi¨®n extranjera con el se?uelo de bajos impuestos y mano de obra d¨®cil y barata. Este c¨®ctel atrajo a Microsoft, Oracle, Dell, IBM, Intel o Gateway, entre otros, cambiando el paisaje econ¨®mico de la isla.
La llegada de las empresas de alta tecnolog¨ªa dispar¨® el empleo. En 1990 hab¨ªa 1,1 millones de trabajadores a tiempo completo; hoy, 1,8 millones, casi la mitad de la poblaci¨®n. Entre 1996 y 2001, 250.000 personas migraron a Irlanda, la mitad extranjeros y la otra mitad irlandeses que volv¨ªan atra¨ªdos por el ¨¦xito. Hoy conviven gentes de 160 pa¨ªses.
Nada de eso hubiera sido posible sin las ayudas de Bruselas y sin el mercado interior europeo. Por eso, el mundo empresarial irland¨¦s (el 82% considera importante la victoria del s¨ª) se escandalizaba pensando en las consecuencias de una segunda victoria del no precisamente cuando el tigre celta parece sumido en el letargo.
'Atravesamos una crisis debido al enfriamiento en EU UU y en el sector de alta tecnolog¨ªa, que es vital para Irlanda', asegura Arthur Forbes, responsable de asuntos europeos de la patronal IBEC, la CEOE local. 'Por eso estamos en cifras de crecimiento del 3% y el 4% anual, lejos del 10% y 12% de hace unos a?os. Pero no creo que sea una crisis del modelo irland¨¦s, sino un enfriamiento pasajero'.
Con menos crecimiento y sin ayudas europeas desde 2006, el objetivo del Gobierno de aumentar el gasto p¨²blico a tasas del 8% y el 9% parece poco realista; algunos expertos creen que apenas podr¨¢ superar el 6%. El pa¨ªs tendr¨¢ m¨¢s problemas que en el pasado para mejorar sus infraestructuras. La educaci¨®n y el saneamiento de aguas han avanzado, pero las carreteras y las telecomunicaciones no est¨¢n a la altura de la demanda. 'Las infraestructuras que nos faltan, sobre todo autopistas, se van a financiar con dinero privado a cambio del derecho a cobrar peaje', asegura Forbes.
'Creo que el modelo se puede mantener, a pesar de que a partir de 2006 no vamos a recibir m¨¢s ayudas comunitarias y nos vamos a convertir en un contribuyente neto a la UE. Es l¨®gico. Ya no somos un pa¨ªs pobre. Es l¨®gico que contribuyamos', a?ade.
Pero la inversi¨®n extranjera tampoco va a llegar con la misma fluidez con que lo ha hecho en los a?os noventa en un pa¨ªs que ofrec¨ªa flexibilidad laboral y bajos salarios y ve ahora c¨®mo esas virtudes productivistas se han trasladado hacia el Este. Un motivo m¨¢s, defend¨ªan los m¨¢s cortoplacistas antes del refer¨¦ndum, para oponerse a la ampliaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.