Sonrisas y l¨¢grimas

Ya tenemos un motivo menos para llorar. Resulta que unos cient¨ªficos japoneses han descubierto la enzima que hac¨ªa que uno se pusiera a llorar a moco tendido cuando cortaba cebollas. Pero se acab¨®. En adelante, se les quitar¨¢ a las cebollas el gen correspondiente y, hala, a pelarlas como quien ve Gran Hermano. Ser¨¢ un aburrimiento, de acuerdo, pero todo eso que nos ahorramos en l¨¢grimas, como le dijo el cocodrilo a la hormiga que le dio calabazas. Y es que hay tanto por lo que llorar que a lo mejor no nos llegan. Tomemos por ejemplo el Pi. No, no se trata ni del apellido catal¨¢n ni del n¨²mero 3,1416, aunque podr¨ªa, porque es un n¨²mero sin fin, sino del Plan Ibarretxe. Nuestro lehendakari se ha echado el Plan al hombro y ha estado pase¨¢ndolo por todos los foros con el resultado previsible: lo aplauden quienes estaban dispuestos a aplaudirlo y lo critican quienes no pueden aceptarlo aunque sea por la obviedad de que no son nacionalistas ni est¨¢n dispuestos a ser nacionalistas al cubo porque Ibarretxe haya tenido un plan.

Pues bien, por obvio que parezca, los entusiastas del plan no pueden entender que haya quienes no se caigan desmayados de gusto al verlo lucir la cacha en el escenario pol¨ªtico, que es como el de Operaci¨®n Triunfo s¨®lo que con menos bustamantes. Lo malo no es que no lo entiendan, sino que encima ponen por los suelos a quienes se atrevan a manifestar su disgusto. Claro que, como no ofende quien quiere, sino quien puede, se han sentido particularmente ofendidos cuando la patronal vasca representada por Confebask les ha dicho que s¨ª, que Ibarretxe ser¨¢ un buen plan, pero que prefieren bailar a su aire. ?Cre¨ªan que les iba a jalear un colectivo que ha de hacer frente no s¨®lo a las distorsiones del mercado que produce el terrorismo, sino a las extorsiones a las que les someten los terroristas? Con Ibarretxe quedan un d¨ªa, pero con ETA tienen cita diaria, y si se niegan a pagar, que es lo que los m¨¢s l¨²cidos de ellos hacen y aconsejan hacer, saben que les espera vivir escoltados o largarse, porque Ibarretxe, menudo plan, ni siquiera ha empezado por contarles las medidas que est¨¢ tomando para que ETA desaparezca antes hoy que ma?ana.

Y, claro, est¨¢n que trinan; digo los que pensaban que iban a convencer al empresariado con algo que no se asemeja ni siquiera a un caramelo. Ni a un caramelo ni a una cebolla de las de sin l¨¢grimas. Est¨¢n que trinan y que lo tiran. El eje de la justicia, Azkarraga, pese a estar ciego -?no debe llevar la Justicia los ojos tapados?-, hace gala siempre de un aut¨¦ntico ojo de lince para descubrir las afrentas a la patria y as¨ª cree sospechar que Confebask no representa a los patrones. Pero, ?en qu¨¦ quedamos? ?No les cit¨® Ibarretxe para darles el plan porque eran representativos? Aunque lo del se?or Justiciero se queda corto en comparaci¨®n a lo que ha dicho el se?or Ajusticiador que niega legitimidad a Confebask y le acusa de tomarse el Pi por el pito de un sereno. La incontinencia verbal del Azote de Azkoitia le ha llevado a decir que las direcciones empresariales est¨¢n compuestas por funcionarios antes que por hombres de empresa, demostrando con ello en qu¨¦ tiene a un colectivo que, lo que son las cosas, les vota a ¨¦l y a los suyos en su inmensa mayor¨ªa, porque la mejor forma de conseguirse una clientela es hacerla funcionaria.

Ibarretxe se ha mostrado m¨¢s escueto con los empresarios que se le han subido a la chepa, digo, al plan. M¨¢s escueto, pero no menos duro, porque ha dicho que seguir¨¢ adelante con su plan o con su chepa pese a las cr¨ªticas de los empresarios, que era con las que no contaba, y, por extensi¨®n, con las de cualquiera, porque con esas s¨ª contaba. Y esto no hace sino colmar el vaso y hacer que debamos temernos lo peor. Si la consulta previa a la Gran Consulta no sirve de nada, porque la decisi¨®n est¨¢ tomada pese a lo que digan los consultados, ?qu¨¦ cabe esperar del dichoso -y supuesto- refer¨¦ndum? Seguro que como al lehendakari no le cuadren las cuentas, seguir¨¢ adelante erre que erre con lo suyo, porque para eso tiene al lado quienes saben que quien no est¨¦ de acuerdo con ¨¦l carece de legitimidad. Y si no la tiene, ?para qu¨¦ echarse a llorar? Para llorar habr¨ªa que ser no cebolla sino... cebollo.