Un tribunal de Par¨ªs declara inocente a Michel Houellebecq

El escritor Michel Houellebecq fue declarado inocente ayer por un tribunal de Par¨ªs. Las mezquitas de Ly¨®n y Par¨ªs, la Liga Isl¨¢mica Mundial y la de los Derechos Humanos se hab¨ªan querellado contra el novelista franc¨¦s al considerarle culpable de 'incitaci¨®n al odio racial' y de 'injuria racial' por haber dicho en unas declaraciones que 'el islam es sin duda la religi¨®n m¨¢s est¨²pida'.

Durante la vista, el pasado 17 de septiembre, la acusaci¨®n p¨²blica se neg¨® a seguir a los cuatro demandantes y ya estim¨® que Houellebecq no hab¨ªa infringido la ley. Ahora los jueces ratifican la opini¨®n del fiscal. 'Escribir que el islam es la religi¨®n m¨¢s est¨²pida no significa en modo alguno afirmar o dar por supuesto que el calificativo deba hacerse extensivo a todos los musulmanes', dice la sentencia. Para el tribunal, es cierto que las palabras de Houellebecq 'no se caracterizan por su generosidad o por la sutileza de su formulaci¨®n', de la misma manera que los jueces admiten ver en las declaraciones 'una voluntad de menosprecio', pero 'son palabras que pueden ser desaprobadas, discutidas y refutadas'.

Houellebecq indign¨® a algunos musulmanes franceses al ser entrevistado a ra¨ªz de la publicaci¨®n de Plataforma, una novela en la que insiste en su descripci¨®n de la miseria sexual y afectiva del Occidente rico. Sus protagonistas, al final, son v¨ªctimas de un atentado, obra de integristas isl¨¢micos, cuando descansan en un centro tur¨ªstico de una isla vecina a Tailandia.

El abogado de la mezquita de Par¨ªs ha anunciado que presentar¨¢ recurso porque 'la sentencia demuestra un mal conocimiento del islam desde el momento en que dice que injuriar al Cor¨¢n no equivale a denigrar la comunidad musulmana en su totalidad. En una sociedad que no distingue entre lo privado y lo p¨²blico, ultrajar el Cor¨¢n es ultrajar el islam'. Para el defensor de Houellebcq, lo mejor es que 'el tribunal no ha querido restablecer la blasfemia como delito y ha reconocido el derecho a la libertad de expresi¨®n'. El escritor, de haber sido aceptados los argumentos de los querellantes, hubiera debido pagar 45.000 euros de multa y permanecer un a?o en la c¨¢rcel.