El Depor contin¨²a en el laberinto
El equipo gallego desaprovecha un gol de ventaja en Lens y suma su tercera derrota consecutiva
Ni siquiera la ilusi¨®n europea fue capaz de reanimar al Deportivo, que sigue metido en ese laberinto de pesadilla en que qued¨® atrapado el d¨ªa en que le fracturaron el peron¨¦ a Valer¨®n. Tras tanto experimento infructuoso, anoche compareci¨® Fran para llenar el inmenso hueco, una soluci¨®n por la que suspiraba buena parte del deportivismo. Y ni as¨ª. El cuadro de Irureta hizo una primera parte decente, en la que apenas pas¨® apuros, caz¨® un golito y pareci¨® recuperar el estilo perdido. Pero el Depor dio el trabajo por terminado demasiado pronto, tal vez obnubilado por la debilidad que estaba mostrando su rival. En la segunda parte, el Lens convirti¨® el choque en una cuesti¨®n m¨¢s atl¨¦tica que futbol¨ªstica y el Depor se hundi¨® en esa refriega. Aunque la derrota del Bayern en Mil¨¢n aten¨²a la gravedad del tropiezo, las se?ales no pueden ser m¨¢s ominosas para el Depor, que anoche encaden¨® su tercer fracaso consecutivo.
LENS 3| DEPORTIVO 1
Lens: Warmuz; Coulibaly, Bak, Song, Rool; Bouba Diop (Coridon m. 72), Keita; Utaka, Sibierski (Bakari m. 72), Thomert (Fanni m. 85); y Moreira. Deportivo: Juanmi; H¨¦ctor, Donato, Naybet, Romero; Sergio, Mauro Silva; V¨ªctor (Scaloni m. 65), Fran, Capdevila (Luque m. 83); y Makaay (Trist¨¢n m. 69). Goles: 0-1. M. 14. Makaay, regatea al portero y marca casi sin ¨¢ngulo. 1-1. M. 60. Gran zurdazo de Coulibaly desde fuera del ¨¢rea que entra pegado al palo. 2-1. M. 78. Falta junto a la frontal del ¨¢rea que transforma Moreira con un fuerte disparo. 3-1. M. 84. Thomert resuelve un barullo dentro del ¨¢rea. ?rbitro: Ivanov, ruso. Amonest¨® a V¨ªctor, Bouba Diop, Naybet, Donato, Keita. 35.000 espectadores en el Felix Bollaert.
Tras darle vueltas y m¨¢s vueltas, Irureta entreg¨® anoche la br¨²jula a Fran para que hiciese de gu¨ªa en b¨²squeda de una salida al laberinto. No era una posici¨®n nueva para el veterano capit¨¢n, que ya jug¨® muchas veces en la media punta durante las ¨¦pocas de Toshack y Arsenio. De hecho, hace tiempo que Fran da muestras de sentirse inc¨®modo en la banda izquierda, porque sus reservas f¨ªsicas se van agotando y no encuentra la velocidad necesaria para desbordar a los laterales o alcanzar la l¨ªnea de fondo. ?l mismo se refugiaba cada vez m¨¢s en el centro, donde todav¨ªa puede explotar su toque y su visi¨®n de juego, esas cualidades que ni siquiera los a?os pueden minar. Y durante la primera parte, Fran pareci¨® dar otro aire al equipo, que recuper¨® el toque y la pausa que tanto echaba de menos. Pero la soluci¨®n no dur¨® m¨¢s que 45 minutos. Tras el descanso, el choque se convirti¨® en otra cosa, una pugna atl¨¦tica de la que sali¨® triunfante el Lens, una especie de equipo africano acampado en el norte franc¨¦s.
En el bullicioso estadio del Lens, animado por el viejo esp¨ªritu minero de la ciudad, el Depor vivi¨® una primera parte mucho m¨¢s tranquila de lo previsto. A esa placidez contribuy¨® que el cuadro de Irureta cazase el gol tan pronto, en la primera incursi¨®n en el ¨¢rea local. El tanto fue una muestra del estilo recobrado por el equipo: dos toques suaves de V¨ªctor y Fran y una espl¨¦ndida resoluci¨®n de Makaay, que regate¨® el portero y marc¨® con muy poco ¨¢ngulo de tiro. A partir de entonces, todo fueron comodidades para el Depor, que, sin grandes alardes pero con solvencia, meti¨® el partido en la nevera. El Lens no era m¨¢s que pura voluntad sin el menor resultado.
Todo se complic¨® para el cuadro de Irureta tras el descanso, cuando el Lens toc¨® a rebato y condujo el partido al puro terreno f¨ªsico. Al Depor le falt¨® cuajo y le sobr¨® conservadurismo. Fue encogi¨¦ndose poco a poco ante las acometidas del Lens, que, a falta de f¨²tbol, convirti¨® el partido en una cuesti¨®n de empuje, velocidad y choque. En lugar de reconducir las cosas hacia un terreno m¨¢s futbol¨ªstico, el Depor se resign¨® a aguantar la tormenta, convencido de que acabar¨ªa escampando. Grave error por el que pag¨® un precio muy alto. El Lens acab¨® extrayendo un tesoro de su continua embestida, desordenada y todo lo que se quiera, pero extraordinariamente productiva. Aunque los franceses no eran capaces de entrar en el ¨¢rea jugando el bal¨®n, idearon una f¨®rmula para hacer de la necesidad virtud. Y un par de estocadas desde lejos, dos remates m¨¢s producto del m¨²sculo que de la colocaci¨®n, hundieron a un Depor que ya cre¨ªa haber cumplido su misi¨®n y al que cada vez le va a resultar m¨¢s dif¨ªcil desmentir que est¨¢ metido en una crisis.
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