Vivir con mam¨¢ y con pap¨¢
Los padres divorciados reclaman la custodia compartida de sus hijos
Custodia compartida. Los padres separados han retomado con fuerza esta reivindicaci¨®n para lograr que sus hijos vivan el mismo tiempo con ellos que con sus madres. Es una demanda antigua. Diez a?os despu¨¦s de que fuera aprobada la Ley de Divorcio de 1981, los separados con problemas de entendimiento con sus ex esposas comenzaron a dirigir campa?as en defensa de la custodia compartida: se quejaban de las trabas maternaas para poder ver a sus hijos. El impago de las pensiones por parte del padre suele ser la causa alegada por la madre que obstaculiza el calendario de visitas.
En 1993, la protesta empez¨® a canalizarse a trav¨¦s de asociaciones como Padres de Familia Separados (APFS), la Federaci¨®n Espa?ola Uni¨®n de Separados y, m¨¢s recientemente, SOS Pap¨¢. Esta ¨²ltima protagoniz¨® el pasado domingo una simulaci¨®n a lo bonzo ante el Congreso de los Diputados para exigir la custodia compartida.
'Los pocos casos que se conocen han sido un fracaso', dice una abogada de Themis
La APFS ha llegado a elaborar una proposici¨®n de proyecto de ley que contempla la igualdad en los tiempos de convivencia y los mismos derechos y obligaciones del padre y la madre hacia el menor. 'La Constituci¨®n no permite discriminaci¨®n de g¨¦nero', subraya Alejandro Urcera, presidente de la organizaci¨®n SOS Pap¨¢, 'pero los jueces dan la custodia a las madres sistem¨¢ticamente'.
La asociaci¨®n de mujeres juristas Themis, de larga experiencia en causas de divorcio, se opone en redondo a la tutela compartida. 'Los pocos casos que se conocen han sido un fracaso; el ni?o acaba por no saber d¨®nde vive', afirma la letrada Vilma Cha¨²ca. Asegura que el problema de los obst¨¢culos a las visitas qued¨® resuelto con la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil de enero de 2000. Su art¨ªculo 776 penaliza el incumplimento reiterado tanto del pago de las pensiones como del r¨¦gimen de visitas. 'A la madre que no respeta los encuentros', explica Cha¨²ca, 'le pueden quitar la custodia'.
'Relaci¨®n m¨¢s normal'
El art¨ªculo 776 apunta tambi¨¦n la posibilidad de modificar el r¨¦gimen de visitas si cualquiera de las partes incumple el calendario y agiliza los tr¨¢mites de sanci¨®n a la falta de respeto de las obligaciones econ¨®micas. 'Ahora ya es m¨¢s r¨¢pido conseguir un embargo preventivo por la v¨ªa civil y la restituci¨®n de las cantidades que se deben', dice la abogada. Pero lo que quieren los padres es 'poder compartir nuestros hijos de forma igualitaria; eso les permite una relaci¨®n m¨¢s normal con los dos', dice Juan Luis Rubio, presidente de APFS.
Estas batallas son de ¨¢mbito mundial. Los pa¨ªses n¨®rdicos han legalizado la custodia compartida. Hace unos meses, en Francia, una ley dio al juez la potestad de otorgar la tutela compartida como consecuencia de las m¨²ltiples protestas de las asociaciones de padres.
Los progenitores espa?oles se quejan de que los jueces est¨¢n influidos por los grupos feministas radicales -'que m¨¢s que ayudarnos a arreglar las cosas nos enfrentan y provocan', dice Juan Luis Rubio-, y critican la intervenci¨®n de los psic¨®logos de los juzgados de familia. 'Van a lo m¨¢s f¨¢cil y olvidan que el hijo puede estar igual de bien atendido por cualquiera de los dos', afirma Urcera.
Los psic¨®logos opinan que los hijos son los primeros da?ados por las guerras permanentes. 'Quiero que me dejen en paz', dice Sergio, un adolescente al que le cuesta superar la sensaci¨®n de intranquilidad y el sentimiento de culpa cuando est¨¢ con su padre o su madre por separado . 'Que se arreglen entre ellos', a?ade. 'Me gusta estar con los dos, pero siempre est¨¢n rega?ando por mi culpa y me quitan las ganas de verles'.
Sergio es uno de los chavales que se sienten convertidos en moneda de cambio por mor de los odios, las venganzas y, sobre todo, del impago de pensiones. 'M¨¢s del 60% de los padres no abona la asignaci¨®n y un 20% lo hace de forma irregular', declara el juez de familia de M¨¢laga, Jos¨¦ Luis Utrera. 'Es cierto que hay madres maliciosas, pero el porcentaje m¨¢s elevado de las dificultades proviene de cuestiones econ¨®micas', a?ade. Este juez defiende que se tipifiquen las insidias sobre el otro c¨®nyuge como maltrato psicol¨®gico hacia el menor. Cree que servir¨ªa para apaciguar batallas familiares que padecen los hijos.
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