Riquelme, ?y qui¨¦n es ¨¦l?
La fuerte personalidad del jugador argentino del Bar?a contrasta con la de Saviola
- Palabras de dioses. ?Quien es Riquelme? Es alguien que no habla. Su negativa a colaborar con los medios de comunicaci¨®n le ha valido esta descripci¨®n o¨ªda en un bar de Buenos Aires: 'Es el antih¨¦roe del capitalismo salvaje'. En Ol¨¦, peri¨®dico deportivo argentino, analizando su autismo, se ha le¨ªdo: 'El mejor jugador del momento se decide en una oficina, no en una cancha. Riquelme cuestiona eso'. Pero, detr¨¢s de ese silencio, ?qui¨¦n es Riquelme? Riquelme, de o¨ªdas, suena as¨ª: 'Es el Enrique Ponce del f¨²tbol' [Jos¨¦ Sinon, periodista del Notimex, M¨¦xico]. 'Aparece uno as¨ª cada diez a?os' [Mar¨ªa Filho, en O Globo, Brasil]. 'Tiene un aire de Zidane y una ventaja sobre Zidane: su edad' [Pep Guardiola]. 'Como ¨¦l no hay otro igual' [Ra¨²l]. 'Es la aparici¨®n m¨¢s rutilante del f¨²tbol argentino en a?os' [Bobby Robson]. 'Deber¨ªa ser brasile?o' [Ronaldo]. '?l te llena los ojos' [Rojitas, ex jugador de la selecci¨®n argentina]. Por la significaci¨®n de sus emisores, lean estas frases emitidas por Maradona: '[Durante un partido] me vi en ¨¦l, mis hijas le gritaban ¨ªdolo, y est¨¢ bien', y Van Gaal: 'Riquelme no es una estrella'. Las primeras frases plantean una vida, es decir, una forma de hacer. Y las dos ¨²ltimas, un conflicto. ?Qui¨¦n es Riquelme? A tenor de lo que es, ?qu¨¦ le depara el Bar?a y que depara ¨¦l al Bar?a?
'Riquelme intelectualiza el f¨²tbol. No creo que a Van Gaal le interese precisamente eso'
- Biblia y bandole¨®n. Riquelme naci¨® en 1978, en Don Torcuato, San Fernando, una barriada de Buenos Aires. Los or¨ªgenes de Riquelme y de Maradona son comunes. Ambos provienen de familias humildes -Riquelme es el mayor de diez hermanos-, han vivido tardes de potrero puro, son muy familiares -la familia es la ONG de los pobres-, se formaron en el Argentinos Juniors, jugaron en Boca y se estrenaron en la selecci¨®n en dos de los pocos partidos que ha jugado en la Bombonera. Riquelme, empero, empez¨® a jugar en el Defensores de Bella Vista, secci¨®n de baby-f¨²tbol. Jorge Rodr¨ªguez, su entrenador -el mejor entrenador que jam¨¢s ha tenido Riquelme, seg¨²n Riquelme, de lo que se desprende que Riquelme necesita cari?o antes que disciplina paramilitar-, explica que los d¨ªas de partido se escond¨ªa para no jugar. Es hincha de Boca y Tigre. De Tigre se puede decir que es el equipo del Tigre, donde desemboca el R¨ªo de la Plata, provocando una barriada repleta de canales. Del Boca, a su vez, se sabe que es un sentimiento, como reza el eslogan oficial del club. Pero en Argentina los c¨®digos sentimentales son extra?¨ªsimos. Boca tal vez se parece al Bar?a en que agrupa cierto estado de insatisfacci¨®n ante la realidad. River, por su parte, se parece al Madrid en que es la realidad. Negociando su primer fichaje a un gran equipo, Riquelme dio instrucciones a su representante de que 'ni borracho, ir¨ªa al River'. Al final, fich¨® por Boca por la mitad -800.000 d¨®lares-. Al a?o, el Parma le ofreci¨® 14 millones. Rechaz¨®. Quer¨ªa triunfar en Boca (sic). Su representante es Marcos Franchi, el de Maradona. Sobre el grado de intimidad y confianza entre el jugador y su representante, basta decir que Franchi fue la persona que esper¨® junto al jugador, negoci¨® y pag¨® el rescate del hermano de Riquelme, secuestrado. Se sabe que Riquelme est¨¢ casado con Anabela, prima de un amigote de los Argentinos Juniors, padrino de uno de sus tres hijos. Los negocios de Riquelme ilustran lo que Pl¨¢ denominaba mentalitat de pobre, esa se?a biogr¨¢fica consistente en constatar que los cuerpos salen antes de la pobreza que sus almas. Mont¨® a su padre un pub -Los Pinos- en Don Torcuato, tiene un sal¨®n de billares y futbolines en Don Torcuato, y ha ampliado la casa de sus padres en Don Torcuato. Tras su matrimonio, se mud¨® de Don Torcuato a Belgrano. No logr¨® adaptarse. Volvi¨® a un barrio privado -con polic¨ªa privada- de Don Torcuato. Otro rasgo de este hombre discreto, de barrio, familiar y que siente la iconograf¨ªa del f¨²tbol -al menos el argentino-, es su vehemencia. En el 2000 mantuvo una huelga de tres semanas contra Boca, su club desde ni?o. Por motivos econ¨®micos. Como el 20-J. Despu¨¦s de ese conflicto declar¨®, a lo Maradona, 'juro por mi hija que no volver¨¦ a jugar en el Boca'. Y as¨ª fue. En las dilatadas negociaciones con clubes europeos, Riquelme siempre declar¨® que el Bar?a le seduc¨ªa. Un detalle: a Riquelme le van las cumbias. Una opci¨®n argentina de ritmo que suena fatal en disco. Pero en directo -prima el acorde¨®n- resulta triste, hermoso y remotamente tropical.
- ?Existe la iconograf¨ªa argentina lejos de Argentina? Habla Nelson, barcelon¨¦s de Buenos Aires, profesional de la iconograf¨ªa. Riquelme: 'Argentina busca un ¨ªdolo. Maradona lo fue. No ten¨ªa detractores. Ni en Boca, ni en River. Riquelme los tiene. El otro d¨ªa Clar¨ªn titulaba 'Ya nadie recuerda a Riquelme', y es as¨ª. La gente adora ahora a Carlos Teves, 10 de Boca, amigo de Riquelme, de un barrio parecido'. Sobre el icono Riquelme: 'Riquelme es el orgullo del chico humilde que se hace un lugar. Su falta de respeto ante el Madrid, cuando la Copa Intercontinental, fue eso. Saviola no es as¨ª. Es de clase media'. Riquelme en el Bar?a: 'Riquelme intelectualiza el f¨²tbol. No creo que a Van Gaal le interese precisamente eso'.
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