Seguros m¨¢s transparentes
El Senado insta al Gobierno a decidir en seis meses la creaci¨®n de un registro que permita a los ciudadanos saber si son beneficiarios de un seguro de vida El Senado insta al Gobierno a decidir en seis meses la creaci¨®n de un registro que permita a los ciudadanos saber si son beneficiarios de un seguro de vida
Carme Benet, que vive en la localidad leridana de Son del Pi, lleva dos a?os intentando averiguar si su ex marido, que falleci¨® en el verano de 2000, suscribi¨® antes de morir un seguro de vida a nombre de alguno de sus tres hijos. El 'calvario', como ella lo define, todav¨ªa no ha terminado. Y aunque le est¨¢ costando 'sudor y l¨¢grimas', no pierde la esperanza.
El esfuerzo de Benet puede resolverse en breve si el Gobierno, tal como le ha instado el Senado esta semana, impulsa la creaci¨®n de un registro de seguros de vida al que puedan acceder los ciudadanos para saber si son beneficiarios de alguna p¨®liza de vida. Actualmente, la ley no obliga a las compa?¨ªas aseguradoras a comunicar la existencia de esas p¨®lizas a los beneficiarios cuando el titular ha fallecido. As¨ª las cosas, puede que no lleguen a percibir el capital asegurado por el tomador.
El tema no es balad¨ª. Los espa?oles destinan 1.815 millones de euros a la cobertura de seguros por fallecimiento, seg¨²n datos de la patronal de compa?¨ªas aseguradoras, Unespa. La mayor parte de las p¨®lizas suscritas -seis de cada 10- tienen cobertura por fallecimiento. En estos casos, los titulares del seguro suelen nombrar como beneficiarios a los familiares m¨¢s pr¨®ximos, como la pareja o los hijos, que normalmente saben que se ha suscrito esa p¨®liza y que raramente tendr¨¢n problemas para percibir la prestaci¨®n correspondiente.
Cinco a?os para reclamar
Pero otras veces s¨®lo el tomador del seguro conoce su existencia. Y en ocasiones se designa como beneficiaria a una persona que nadie imagina -la nieta, un amigo... En estas circunstancias, los beneficiarios quedan en manos de las compa?¨ªas aseguradoras, que pueden avisarles y desembolsarles el capital asegurado. Pero si no es as¨ª y no lo descubren en un plazo m¨¢ximo de cinco a?os, perder¨¢n el derecho a reclamar esa cantidad.
Y en ¨¦stas se encuentra Carme. Intuye y sospecha que su ex marido Jaume, del que ya estaba divorciada cuando muri¨®, suscribi¨® alg¨²n seguro a nombre de sus hijos, pero asegura que la actual esposa del fallecido se ha negado en rotundo a facilitarle informaci¨®n. No ha tenido otro remedio que recorrer bancos y compa?¨ªas aseguradoras -'una por una', enfatiza- con el objetivo de aclarar sus sospechas. Por ello, a esta mujer la idea de crear un registro de seguros de vida se le aparece como el fin del 'calvario' que, adem¨¢s, podr¨ªa ahorrar este mal trago a las personas que puedan encontrarse en una situaci¨®n similar, a?ade.
La creaci¨®n de este registro ha sido impulsada por los socialistas catalanes, que han abierto distintos frentes para que su propuesta llegara a buen puerto, aunque la ¨²ltima palabra la tiene el Gobierno. El diputado del PSC-CpC ?lex Masllorens present¨® una proposici¨®n no de ley en el Parlamento catal¨¢n que todos los grupos aprobaron por unanimidad y que insta al Ejecutivo catal¨¢n a proponer al Gobierno espa?ol la creaci¨®n de este registro de seguros de vida.
Paralelamente, la iniciativa lleg¨® al Congreso de los Diputados -CiU y PP abortaron la propuesta con sus votos en contra- y tambi¨¦n al Senado, el pasado martes, donde la resistencia desapareci¨® y todos los grupos se mostraron partidarios de la moci¨®n presentada por el diputado socialista Ramon Espasa, de Entesa Catalana de Progr¨¦s -que agrupa al PSC-CpC, ERC e ICV-, que tambi¨¦n persigue la creaci¨®n de este registro.
El Senado aprob¨® finalmente una nueva versi¨®n de la iniciativa con el matiz introducido por el Partido Popular y que insta al Gobierno a estudiar, en el plazo de seis meses, la viabilidad de este registro.
Conjugar derechos
El principal obst¨¢culo que objetan el Gobierno y la patronal de las aseguradoras para llevar adelante la creaci¨®n de este instrumento -aunque no se oponen tajantemente a la propuesta- radica en conjugar el derecho a la informaci¨®n de los beneficiarios y el derecho a la intimidad de los titulares.
El registro, que ser¨ªa informatizado, contendr¨ªa los datos del titular y de los beneficiarios del seguro, adem¨¢s de la cantidad de dinero depositada. Los socialistas proponen que los datos deber¨ªan ser accesibles a las personas que pudieran ostentar un 'inter¨¦s leg¨ªtimo' en conocer sus posibles derechos como beneficiarios de seguros de vida, tras el fallecimiento del titular de esa p¨®liza.
Los expertos consultados creen que es factible salvar esos obst¨¢culos. El profesor de Derecho Mercantil de ESADE Miguel Trias considera que es posible garantizar el derecho a la informaci¨®n de los beneficiarios sin atentar contra la privacidad de los titulares. Trias alude a un precedente an¨¢logo y que suscita el mismo dilema, el Registro de ?ltimas Voluntades, para dar luz verde a la iniciativa socialista. En todo caso, el Ejecutivo dir¨¢. Tiene de plazo hasta abril del a?o que viene.
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