Una noruega ex¨®tica
Nini Monn revoluciona la rutina del Erandio femenino, reci¨¦n llegado al f¨²tbol regional
Hace un par de semanas, espectadores y protagonistas del Erandio-La Merced, una cita regional de f¨²tbol femenino, se quedaron pasmados. Una centrocampista del Erandio acert¨® a empatar a dos goles el partido, y en su alegr¨ªa ech¨® a correr, la cara tapada con la camiseta, luciendo un espectacular top y sin advertir que el ¨¢rbitro estaba anulando su dicha. Una reacci¨®n propia de estrategia publicitaria, de otras latitudes.
Cuando la noruega Nini Monn, de 17 a?os, volvi¨® a ver la luz, su cara al descubierto, todas las miradas, anonadadas, estaban puestas sobre su persona. Nadie hab¨ªa visto por estos lugares gesto tan atrevido, pero Nini, reci¨¦n llegada de uno de los pa¨ªses m¨¢s representativos del f¨²tbol femenino, s¨®lo hizo lo que todas sus colegas hacen en Noruega: imitar la costumbre estrenada por las chicas estadounidenses. 'Es que aqu¨ª, el nivel es muy bajo y todo choca', se defiende Nini, la jugadora m¨¢s ex¨®tica de una competici¨®n regional que lucha por alzar su vuelo. Sin embargo, Nini corta enseguida cualquier atisbo de divismo: 'No soy lo suficientemente buena como para llegar a ser profesional, aunque sue?e con ello. Me extra?a incluso que me entrevisten', se ruboriza.
'Cuando vino a apuntarse al equipo, no sab¨ªamos muy bien qu¨¦ nivel ten¨ªa, pero en cuanto la vimos en pantal¨®n corto, con esas piernas fuertes, supimos que llevaba bastante ventaja a sus compa?eras', explica el t¨¦cnico del Erandio femenino, Asier Zubiaur, mientras dirige una de los tres entrenamientos semanales y se de-sespera gritando a sus chicas que le pongan m¨¢s 'mala leche' a su juego.
Nini es la jugadora m¨¢s solvente de su equipo, que la aprovecha como centrocampista aunque su demarcaci¨®n se halle en el lateral derecho. Por eso viste una camiseta de Brasil, con el nombre de Roberto Carlos en la espalda -aunque ¨¦ste juegue por la izquierda-, que para eso es uno de los defensas m¨¢s populares del planeta.
Puntuales, las jugadoras del Erandio se presentan al entrenamiento en un campo de arena de la Ikastola Alzaga, pegajoso e inc¨®modo tras la lluvia. 'Esto es como la playa', se r¨ªe Nini, acostumbrada a elegantes terrenos de hierba artificial. 'Prefiero de lejos entrenar a chicas. Son menos dif¨ªciles y se lo toman muy en serio, pero tienen mucho que aprender porque hasta ahora jugaban a f¨²tbol sala y el campo se les hace enorme. La diferencia entre chicos y chicas es puramente f¨ªsica porque algunas tienen una t¨¦cnica envidiable. S¨®lo les falta sangre y no pedir perd¨®n constantemente', vuelve a lamentarse el entrenador.
Nini, que estudia en Sarriko y vive con una familia bilba¨ªna dentro de un programa de intercambio, tiene una resistencia descomunal. 'Llevo jugando desde los 9 a?os porque todos los chicos de mi clase lo hac¨ªan y a m¨ª y a un par de amigas nos dio por imitarles. Jugamos en un equipo mixto hasta que con 12 a?os pasamos a uno exclusivamente femenino', cuenta Nini, que reconoce que no le interesa demasiado la Liga y ve algunos partidos televisados 'para relajarme'. Pese a su clase, el Erandio ha perdido los tres primeros partidos de la competici¨®n. Su t¨¦cnico no se desespera: 'En cuanto mejoren f¨ªsicamente ganaremos, pero cu¨¢ndo Nini nos deje le voy a preguntar a ver si sabe de alguna otra noruega que juegue al f¨²tbol y que tenga pensando venirse por aqu¨ª. Todo refuerzo es bienvenido'.
Una norma 'est¨²pida'
Las jugadoras extranjeras no pueden competir en las categor¨ªas superiores del f¨²tbol espa?ol, impedidas por la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, que teme que las curtidas y veteranas futbolistas de otros pa¨ªses roben el sitio de las chicas locales. Ni siquiera Milene, la esposa de Ronaldo ha podido invertir la situaci¨®n. La medida es 'est¨²pida' a los ojos de Nini Monn: 'La situaci¨®n podr¨ªa verse desde el ¨¢ngulo contrario: el nivel de las jugadoras espa?olas mejorar¨ªa de la mano de las extranjeras y as¨ª todas saldr¨ªan beneficiadas', defiende. Si decidiese quedarse y la federaci¨®n alterase sus premisas, dif¨ªcilmente podr¨ªa jugar en el Athletic femenino. 'No sab¨ªa que exist¨ªa un Athletic de chicas, pero si s¨®lo pueden jugar vascas, mal panorama me espera', conf¨ªa a carcajadas. Su futuro pasa por una universidad norteamericana, el lugar perfecto para combinar estudios y f¨²tbol de nivel.
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