Inmigraci¨®n
Por tratarse de un asunto de gran importancia, las jornadas monogr¨¢ficas sobre inmigraci¨®n de los CES que ha organizado el Consejo Econ¨®mico Social de Andaluc¨ªa han sido de gran inter¨¦s. Todos los participantes coincidieron en el aspecto positivo de la inmigraci¨®n, en la intensidad del crecimiento de los a?os 2000 y 2001 sobre los anteriores, y en la menor experiencia de Espa?a en relaci¨®n con otros pa¨ªses europeos como Francia, Inglaterra o Alemania. Pero el esfuerzo acaba dando sus frutos y ya tenemos cuatro comunidades aut¨®nomas -Andaluc¨ªa, Madrid, Arag¨®n y Catalu?a- con una pol¨ªtica de integraci¨®n estructurada y ¨²til, con planes de formaci¨®n, sanidad, vivienda, servicios sociales, empleo, lenguas, menores desamparados, normalizaci¨®n y participaci¨®n, interculturalidad, etc¨¦tera.
Tambi¨¦n hubo acuerdo en la importancia del control inmigratorio que ha de llevarse a cabo implicando al pa¨ªs de origen, con algunas diferencias. La Comunidad de Madrid es partidaria de tramitar los permisos de trabajo a trav¨¦s de las embajadas, Catalu?a prefiere conseguir sus propias competencias al respecto y Andaluc¨ªa no tiene tanto inter¨¦s en esas competencias como en el buen funcionamiento del Gobierno central. Yo tampoco comprendo esa man¨ªa catalana de tener que hacerlo todo ellos solos y aparte, sobre todo trat¨¢ndose de un tema de inter¨¦s general. No s¨®lo es acumular m¨¢s trabajo sino que en ocasiones puede ser duplicarlo. M¨¢s que una cuesti¨®n de eficacia quiz¨¢ sea querer hablar de presidente a presidente.
El profesor Izquierdo Escribano ofreci¨® un punto de vista interesante sobre la formaci¨®n acad¨¦mica de muchos de los inmigrantes -una verdadera p¨¦rdida para el pa¨ªs de origen-, opin¨® sobre la aportaci¨®n positiva de un trabajo necesario, de los matrimonios exog¨¢micos y del aumento de la natalidad, aunque afirm¨® su desconfianza en que la fecundidad de esos inmigrantes resolviera el problema del envejecimiento de la poblaci¨®n. No es la primera vez que oigo esa opini¨®n y me parece verdaderamente inquietante. La verdad es que tampoco podemos multiplicarnos infinitamente a no ser que podamos emigrar a otro planeta. Pero es un problema a m¨¢s largo plazo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.