Fernando Delgado reflexiona sobre el olvido y la memoria en su novela 'Isla sin mar'

'El olvido es a veces necesario para ser indulgente y aplicar nuestra amnist¨ªa personal', coment¨® ayer Fernando Delgado. El escritor y periodista canario present¨® su novela Isla sin mar (Planeta) en la Casa del Libro de Sevilla. Precisamente, esta obra cuenta la historia de un olvido y la reconstrucci¨®n de una memoria. Amadora, su protagonista, no quiere recordar las razones de que su padre muriera ahogado dos veces. Trist¨¢n Ricci, su nieto, intentar¨¢ dar respuesta a una pregunta que tambi¨¦n se ha adue?ado de su ser m¨¢s escondido. Trist¨¢n viajar¨¢ a la isla que guarda los or¨ªgenes de su abuela. All¨ª encontrar¨¢ cr¨ªmenes, silencio y miedo.

La novela se inicia con una cita de Jos¨¦ Ortega y Gasset: 'Toda una vida es, m¨¢s o menos, una ruina entre cuyos escombros tenemos que descubrir lo que la persona ten¨ªa que haber sido'. E Isla sin mar bucea en la b¨²squeda de la verdad de una persona. 'Hay mentiras enormemente ¨²tiles para llegar a la verdad', dijo Delgado. 'No hay mentiras piadosas. Hay mentiras edificantes, mentiras que pueden ser incluso generosas. No creo que la verdad tenga que imponerse siempre', agreg¨® el escritor y periodista. 'Dec¨ªa Cioran que la mentira es una expresi¨®n de talento. ?l era un gran c¨ªnico. A veces uno se encuentra mintiendo involuntariamente. La memoria no s¨®lo es selectiva, sino que tambi¨¦n es enga?osa', se?al¨® Delgado.

El escritor record¨® a su abuela y sus v¨ªnculos con el personaje de su novela: 'Mi abuela era el ser m¨¢s inteligente y moderno de la familia'. 'Las madres siempre se nos dan como madres. Nunca conoces a tu madre. He sido un ni?o sin padre. Y, la verdad, nunca lo ech¨¦ en falta viendo que los amigos que ten¨ªan padre lo que ten¨ªan era un miedo atroz a aquellas bestias que estaban en casa. O ten¨ªan un padre indiferente que le¨ªa el peri¨®dico', evoc¨® Delgado.

El escritor fue entrevistado en el acto por la periodista Mercedes de Pablos. Los actores An¨ªbal Soto y Victoria Tessio leyeron fragmentos de la novela al medio centenar de personas que se reunieron en la Casa del Libro.